Momentos históricos (y complicados) que requieren de la complicidad entre actores, regiones, países y... unión. La covid-19 ha trasvasado los planes de todo el mundo y el sumar fuerzas se impone a las polémicas que siguen ocupando el día a día. Mucha información, mucho trabajo por hacer, muchas incertidumbres y... muchas novedades. Mientras unos pocos seguíamos este viernes el foro Mirando a Europa en Foment del Treball, otros muchos estaban pendientes de la materialización de la operación bancaria del año: la fusión entre Caixabank y Bankia, un movimiento que no deja de suscitar preguntas -como cuántos trabajadores perderán su empleo-, pero que ha sido aplaudido por muchos. En la sede de la patronal, el objetivo del encuentro era claro y versaba sobre la situación económica y empresarial provocada por la pandemia, así que la fusión no tuvo demasiado protagonismo. Un protagonismo que, por contra, sí que tuvo Catalunya en el discurso de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; y Europa, la gran ovacionada por parte de todos los ponientes.
Igual la ministra no habló de la famosa fusión por lo que el líder del partido político al que pertenece, Pablo Iglesias, había lamentado un día antes: no haber conseguido que Bankia se convierte en la gran banca pública de España. Los de Josep Sánchez Llibre sí que lanzaron un comunicado horas más tarde del evento, en el que expresaban su satisfacción por la fusión. "Estamos orgullosos del resultado de esta operación porque el banco resultante será la primera entidad finaciera en España y La Caixa su primer accionista". El presidente de Foment felicitó tanto al presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé, como al presidente de Bankia, José Ignacio Gorigolzarri, quien debía de haber asistido al foro de debate, pero que, por razones evidentes, no pudo intervenir. Estaba compartiendo rueda de prensa en València con el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, para escenificar la fusión.
El papel de Europa, y del Banco Central Europeo (BCE), ha sido esencial para suavizar los efectos de la crisis y, también, en la fusión. De hecho, las autoridades europeas ya apostaron por reforzar los mecanismos de las operaciones corporativas y favorecer las fusiones para asumir con mayor masa crítica los nuevos retos. Y así lo dijo el presidente del BCE, Luis de Guindos, en su intervención, cuando subrayó que las operaciones corporativas como la de Caixabank y Bankia mejoran la eficiencia y reducen los costes. En este sentido, el conseller d'Empresa, Ramon Tremosa, propuso imaginar cómo hubiera sido la crisis de 2010 si España hubiese estado fuera de la Unión Europea y sostiene que "la crisis de Bankia hubiera arrastrado a más entidades financieras".
Tremosa: "Sin la UE, la crisis de Bankia hubiera arrastrado a más entidades financieras"
"Hacemos frente a la crisis con una banca mucho más consolidada", insiste Tremosa, al mismo tiempo que aplaude la gestión de la UE por su "rapidez y contundencia". Y es que, como dice De Guindos, las instituciones europeas "han actuado como un auténtico paraguas ante una crisis de una magnitud sin precedentes" y, de hecho, advierte de que "si España no hubiera tenido el paraguas de Europa, hubiéramos tenido una crisis de deuda y social mucho más grave".
En esta línea, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, también aplaudió la gestión del BCE poniendo encima de la mesa que su actuación durante la crisis "ha sido fundamental para asegurar la liquidez, ha sido muy rápida y ha evitado la fragmentación financiera". Ahora bien, a su parecer "no es descartable la necesidad de que sea necesario añadir nuevos estímulos", así como "seguir teniendo como prioridad evitar la fragmentación financiera" y "garantizar una recuperación sólida del euro". Eso sí, no se mojó sobre la fusión bancaria, tema por el que pasó de puntillas sosteniendo que "las operaciones corporativas son papel de los accionistas".
Caixabankia, Catalunya y un nuevo futuro
Decía Enric Llarch en un artículo en VIA Empresa que, a pesar de que el sistema financiero "no tendría que ser más que un instrumento para proveer de crédito a empresas y familias", y de que "es bueno para todos que dispongamos de un sistema de financiación que sea eficiente", la fusión "está reñida con un sistema financiero concentrado en unas pocas manos y que actúa de forma oligopolística". Justamente por eso, el economista, ex ministro de Zapatero y ex presidente de Red Eléctrica España, Jordi Sevilla, añadía en una entrevista para este diario que "habrá que tener mucho cuidado con los ajustes derivados de esta fusión en trabajadores y oficinas, así como en el reajuste que se producirá en la cartera de créditos y en las participadas industriales", aunque considera que la fusión" redundará en una mejor prestación de servicios a la economía de la entidad resultante" porque, asegura,"en mercados globales hacen falta agentes globales que puedan responder con la dimensión adecuada a los problemas".
Sea como sea, Catalunya juega un rol esencial tanto en la fusión -"sería un paso más en la integración definitiva de Catalunya en España", como para la salida de la crisis del coronavirus, como decía la ministra durante la jornada en Foment.
Díaz quiso dejar las cosas claras durante su comparecencia y dijo que "España no puede renunciar, ni quiere, al papel de Catalunya a esta hora histórica", al tiempo que atribuyó al territorio catalán un papel imprescindible para la recuperación: "Con Catalunya, sí vamos a salir adelante". Y es que este es un momento excepcional porque "es el momento más delicado" y "lo transcendente ahora es cómo transitamos la salida y somos capaces de recuperar fuerzas económicas y sociales".
Precisamente por eso, la ministra de Trabajo quiso agradecer el rol que están jugando los empresarios porque, si algo bueno ha traído la pandemia, es que "hemos recobrado el valor constitucional del diálogo social" y que eso ha dado sus frutos. "No se puede hacer nada en este país sin estos actores fundamentales", insistió. Empresarios y ERTE han salvado muchos puestos de trabajo, unos 700.000 en Catalunya, ya que la protección que han brindado ha permitido "minimizar los efectos de la crisis en el tejido productivo de nuestro país para evitar que se convierta en un daño permanente: salvar empresas y sectores productivos es salvar a trabajadores".
Llibre: "Para poder plantear una solución efectiva, a los empresarios nos interesa saber cuáles son los costes de los ERTE para aportar soluciones más objetivas"
A pesar de eso, las conversaciones para la extensión de los ERTE siguen marcando el orden del día del Ministerio y de los actores sociales y Díaz no dio ninguna pista de por dónde tirará su gobierno. "No ha entrado en los detalles que le pedía, pero ha resaltado el papel de los empresarios y que diga que nosotros hemos salvado a muchísimas empresas me ha gustado", le hizo saber Llibre. Y es que, al inicio de la jornada, el presidente de Foment ya dijo bien claro que "para poder plantear una solución efectiva, a los empresarios nos interesa saber cuáles son los costes de los ERTE para aportar soluciones más objetivas" y volvió a pedir que se prolonguen "para salvar empleos y empresas".
Recuperar Catalunya como motor económico de España
Lo que está claro es que, según la ministra, "Catalunya y España no pueden basar su economía en los bajos salarios y la precariedad" y que el camino hacia la igualdad aún tiene un largo recorrido. Para eso, el diálogo es esencial y, por eso, Díaz reiteró su apuesta por el diálogo permanente para "ser capaces de sortear los momentos de dificultades". "Seamos ambiciosos, la colaboración público-privada es una oportunidad para cambiar las cosas en nuestro país, necesitamos a las empresas, a las pymes, a los autónomos y a Catalunya", señaló.
Díaz: "Necesitamos que Catalunya vuelva a ser el motor económico junto con España"
Diálogo permanente, unión y futuro. Así lo repitió en distintas ocasiones la titular de Trabajo, que sentenció: "La unión marca un camino positivo y una orientación cierta al camino que tenemos que seguir" porque ésta "es una oportunidad histórica para Catalunya y para España", pero, para salir adelante "necesitamos que Catalunya vuelva a ser el motor económico junto con España". Y, en esto, "las empresas son claves para adentrarnos en el mandato de la propia unión".
"Sueño con un país en el que algún día yo pueda dirigirme a ustedes en catalán y ustedes a mi en gallego o en vasco porque las lenguas también son economía", recitó Díaz, que animó a todo el mundo a "proteger la salud y el trabajo de las personas en medio de una inédita pandemia" porque, como decía el poeta Joan Margarit, "la vida se alimenta de días generosos y de dar y proteger".