Era el 1946 cuando José Espona, "un gran visionario", compró una fábrica de harinas en Rubí por 15.000 pesetas que le dejó su padre. En aquella época, la pasta no era un plato habitual en las casas catalanas y españolas. Pero Espona viajó a Italia y descubrió un tipo diferente, hecho de trigo duro, y decidió exportar la idea aquí. Fue el nacimiento de Pastas Gallo, que después de 75 años es la marca líder en el Estado y ha convertido la pasta en plato omnipresente en hogares y restaurantes.
"Hasta entonces, la pasta no estaba presente en España. Y la que se consumía, era muy blanda", explica Noemí García, directora de Marketing y Comunicación de Gallo. Cogiendo la idea italiana, Espona adaptó su producto a los consumidores españoles, donde se tendía a sobrecocer la pasta. A partir de aquí, empezó a visitar tiendas y supermercados para vender la marca. "Era una venta de puerta a puerta", destaca García. Además, convenció los agricultores para producir trigo duro.
Líderes en China
A los años 50 llegó un momento clave para Gallo, con la apertura de la primera semoleria del Estado, donde Gallo trataba su propio trigo. También inauguró la fábrica del Carpio, donde actualmente fabrican toda la pasta seca del grupo. El crecimiento en aquellos años se fue consolidando con la adquisición de nuevas fábricas por todo el territorio y en pocos años, la marca se encontraba en más de 100.000 puntos de venta.
Actualmente, dispone de cinco fábricas, cuatro de las cuales y la sede corporativa son en Catalunya. Factura 186 millones de euros el año, produce 180 millones de toneladas el año de trigo y vende 143 millones de toneladas de pasta. Gallo está presente en 32 países, pero el 80% de la facturación es a España. Pero, como curiosidad, es la marca líder de pasta seca en China.
Sofia Loren y Pastas Gallo
La popularidad de Gallo se disparó a partir de los años 80, cuando vinculó la marca con Sofia Loren, un icono italiano muy popular también en España. "Espona, sin departamentos de marketing y demostrando que era un visionario, le envió un paquete de pasta a Sofia Loren", recuerda García. El objetivo era que si le gustaba, fuera la embajadora de Gallo.
"Cambió la historia de la compañía, fue el referente para hacer ver que aquella pasta era buena, igual que la italiana. Fue clave en el éxito de la marca y empezó a coger mucha notoriedad", destaca la actual directora de marketing.
La historia de la pasta en España
Cuando Gallo empezó a escribir su historia, la pasta era residual a España. Su trabajo fue evangelizar los consumidores, después de adaptar la técnica italiana. "Hizo didáctica de cómo consumir la pasta. En aquellos momentos, los menús diarios todavía eran mucho de cuchara y de platos tradicionales españoles", explica García. Fue a través de los niños cómo entró a las casas y poco a poco se fue convirtiendo en uno de los productos más consumidos.
Noemí García: "Si preguntas a los consumidores, hablar de pasta a España es hablar de Gallo"
"Si preguntas a los consumidores, hablar de pasta a España es hablar de Gallo. Está muy presente cómo la marca que no falla, que siempre está en casa", celebra Noemí García, que añade: "Quién ha escrito la historia de la pasta en España es Gallo". De hecho, el 34% de la pasta seca que se vende es suya. Barilla, fabricante italiano líder mundial del sector, no supera el 4%: "No ha podido hacer un agujero relevante".
Los creadores de la pasta para ensaladas
La clave del éxito, asegura la directora de marketing, es la constancia en la excelencia y la calidad. Y un vector constante: la innovación. Desde la introducción de la pasta de trigo duro, hasta nuevos productos cómo la pasta sin gluten o el control del trigo que se utiliza. "Desarrollamos las variedades de trigo con los agricultores. Al usar nuestras propias variedades, hay un impacto importante en la calidad y la diferenciación con otras marcas blancas", indica. Todo el trigo es español.
Una innovación que también ha servido para potenciar nuevos productos, cómo la salida al mercado de la pasta sin gluten el 2004. Hasta entonces, se compraba en herbolisterías y tiendas muy especializadas y era muy cara. Gallo lo democratizó". Anteriormente habían creado la pasta con huevo y vegetales y la pasta para ensaladas: "Innovó para posicionar la pasta por un momento concreto: el verano. Si vas a cualquier país del mundo, hoy en día, no existe esta categoría".
La apuesta actual va alrededor de la salud, con más pastas integrales o hechos con 100% de legumbres. Hoy en día, la cartera de productos de Gallo es muy amplia, desde la pasta seca, la fresca, las salsas o las harinas. Todo ello, con procesos de producción diferentes por cada categoría, una de las bases de la compañía.
Venta de Gallo por 227 millones
El 2019, la segunda generación de la familia vendió Pastas Gallo al fondo Proa Capital por 227 millones de euros. "Nace un nuevo proyecto para la compañía, desde el respecto al pasado. Queremos convertir Gallo en una compañía transversal, presente en muchas categorías y con una rama importante de frescos", apunta García. Uno de estos pasos ha pasado por la adquisición de Tu-Tung, una start-up nacida a Barcelona especializada en comida asiático preparada. Con ella, quieren abrir nuevos mercados, empezando por Italia y Francia.
Otro de los objetivos es definir un plan de internacionalización. A pesar de que están presentes en 32 países, en la mayoría de casos ha sido por oportunidades concretas y son residuales en la mayoría de ellos. En China, tienen un papel más relevante, a pesar de que la pasta seca tiene poca salida entre los consumidores. "A través de un distribuidor, se empezó a abrir mercado y haciendo mucha didáctica. En Asia hay muy potencial", reconoce la directora de Marketing.
Todo ello para seguir manteniéndose como marca líder en España y seguir estando presente en el imaginario colectivo de los consumidores de pasta.