El economista Josep Maria Gay de Liébana va más allá de las previsioneseconómicas por este 2014. Según el profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universitat de Barcelona (UB), hace falta un revulsivo para colocar las cosas en lugar y garantizar una recuperación de la economía o la situación del 2023 será más conflictiva.
En un acto en Sabadell ante un auditorio de cien empresarios, Gay de Liébana ha expuesto un dibujo marcado por el déficit, el paro y los salarios bajos.
Previsiones preocupantes de la CE
Las previsiones que hace la Comisión Europea el 25 de febrero tienen "magnitudes preocupantes", según el economista, con un PIB que crecerá poco, alrededor del 1%. "Es un problema de Europa, que ha quedado dormida y parada", ha asegurado.
En cuanto a la inflación se sitúa a niveles muy bajos, y esto es doliendo porque puede precipitar la deflación. "Es un escenario complicado porque los precios bajarían, pero también lo harían los salarios, y esto significa que la gente pasaría a cobrar menos dinero, no podría gastar, cerrarían las tiendas yhabría un endeudamiento muy elevado", ha añadido.
El paro, un problema en tensión
La evolución del PIB fue positiva hasta el 2008, pero a partir de entonces empezó a bajar, acentuándose en 2011. "Me preocupa aquello que hicimos mal, que a medida que iba aumentando el PIB la tasa de paro se iba disparando, y esto demostraba quehabía una pifia en el sistema que ha hecho que llegamos a un paro con más de seis millones de personas", ha recordado Gay de Liébana.
Los datos reflejan que ha habido una reducción de unos tres millones de personas afiliadas a la Seguridad Social en los últimos años, pero el único secreto, según el economista, es que hay menos gente que trabaja. "Vamos hacia la quiebra, porque el día que nos jubilamos los que hemos cotizado por la banda alta y hayamos de cobrar la pensión , necesitaremos mucha gente que trabaje para pagar una de suela", ha señalado el profesor de economía.
Los impuestos no bajarán
"El que dicen unos y otros es mentira!", ha exclamado el profesor. A pesar de que habría que bajar los impuestos para reactivar la economía, el volumen de gasto público del país es tan elevado que no lo hace posible. "Si después de incrementar impuestos todavía estamos con un déficit de 72.000 millones de euros, la situación es muy complicada, y lo es porque hay personas que gobiernan el país sin responsabilidad ni cura económica", ha apuntado.
Es por eso que las previsiones hasta el 2018 hacen prever que los años seguirán cerrando con déficit, y esto supone que en los cercanos cinco años se espera un déficit de 226.000 millones de euros, que en totalsumarán borde los 800.000 millones. "No hago ninguna gran petición, con sólo que los políticos avalen el déficit", ha pedido Gay de Liébana.
Según el economista, para mantener el nivel de gasto, el Estado ha apretat la ciudadanía con impuestos, un extremo que encuentra injusto e injustificado porque no hay un gasto productivo que avance. "En la medida que no decimos nada, seguirán incrementando los impuestos", ha asegurado.
Al 1995 las comunidades autónomas tenían un gasto de 45.000 millones de euros, una cifra que actualmente se eleva a los 150.000 millones. En el caso de los ayuntamientos pasa una cosa similar. Tenían un gasto de 26.000 millones, y ahora llegan a los 80.000 millones, a pesar de que han bajado en los últimos meses. Para el economista, "esto es así porque es la administración más cercana; el alcalde trato de tú a tú con el ciudadano y se adecúa a la realidad".
Déficit tarifario
"España es el único país del mundo donde los habitantes no sabemos qué tendremos que pagar de luz ". Gay de Liébana se ha mostrado también crítico con el sistema que ha impuesto el gobierno de Madrid, que acumula un déficit de tarifa de 31.771 millones de euros a finales del año pasado.
Deuda a largo plazo
El economista apunta a la deuda a largo plazo como una medida que, así como ya se aplica a la ecomomia empresarial y doméstica, tendría que traducirse a nivel de estados: "Esto oxigenaría a nivel financiero y relajaría la tensión, haría que los estados no pidieran tantos impuestos y tendríamos todos una tranquilidad para reactivar la economía". En esta línea, el profesor no entiende como se piden tantos esfuerzos al sector privado para reducir su deuda mientras el público lo sigue incrementando.
Sin sector salvador
Hoy por hoy no hay ningún sector productivo que se dibuje como el salvador de la economía. Según Gay de Liébana, el ejemplo de Extremadura, que ha anunciado el regreso del 50% de los impuestos a las empresas que se instalen a la comunidad, se podría aplicar en Cataluña: "Allá no tendrá efectos porque no tienen infraestructura".
Aún así, cree que en Cataluña "no podemos perder el tiempo", y apuesta para potenciar la industria : "El sector del hosteleria está bien, pero hay que encontrar uno que eche del carro". En este sentido, el profesor valora el proyecto de BCN World de "fabuloso", porque durante dos años creará puestos de trabajo e incluso en algunos casos permitirá enlazar con su jubilación: "No podemos empezar con discursos morales".
La incertidumbre en el ámbito empresarial
El pesimismo ha arraigado como consecuencia de los mensajes que llegan por todas bandas. Los salariosmileuristas han pasado de ser un insulto a una suerte, y la falta de bonificaciones a la Seguridad Social han hecho que las contrataciones hayan bajado. Aún así, la reducción de demanda del mercado local y nacional han hecho que muchos empresarios se hayan abierto al exterior.
Recuperación: si o no?
A nivel macroeconómico la situación parece ir a mejor, pero esta fotografía no se repite a nivel microeconómico. "Me preocupa la evolución del país porque creo que Europa se esta dividiendo entre norte y sur, con Alemania, Francia y Reino Unido por un lado, con salarios mínimos interprofesionales más o menos aceptables, y España, Portugal y Grecia de otra, por debajo de los mil euros", señala.
A esta situación hay que añadir las previsiones de cara al 2023, donde se calcula una pérdida de población productiva y un incremento de la pensionista. Esto hará que nohaya suficiente capacidad productiva cómo para generar el rendimiento necesario para pagar las pensiones, y si a esto sesuma el volumen de jóvenes que emigrarán "seremos un país de viejos".
Es por eso que Gay de Liébana considera que hace falta un revulsivo para colocar las cosas en lugar y garantizar una recuperación de la economía que ya se ha empezado a notar, tal y como previó en 2007, pero que todavía le falta fuerza para emprender el vuelo, esto si, sin lograr los niveles de antes de la crisis. "O ponemos en marcha cosas nuevas, o nos estrellaremos", ha sentenciado el profesor.