En el primer trimestre del año, el precio del alquiler en Girona (762 euros) ha crecido un 14% en comparación con el mismo período de 2022. En los mismos parámetros evoluciona el sector en el resto de poblaciones de la demarcación como Figueres y Olot, donde se han detectado incrementos en un 13%. En la zona de la costa se han experimentado subidas de un 11% en Sant Feliu de Guíxols, Playa de Aro, Calonge o Palamós, entre otros.
En Girona, durante la etapa analizada, se registraron 733 contratos. La mayor parte de estos documentos estaban situados en una horquilla de entre 600 y 750 euros, con una superficie media de 81 metros cuadrados. Bajo el criterio de la Cámara de la Propiedad Urbana de Girona, el informe recoge cómo el precio del alquiler mantiene una recuperación sostenida desde la crisis inmobiliaria. En los últimos quince años, los precios han crecido un 33% en la ciudad.
Los datos aparecen pocos días después de que el Gobierno haya decidido acabar con la prórroga de seis meses extra para los alquileres a los que acabe el contrato. Esta medida, que expiraba el 30 de junio, formó parte del paquete anticrisis por el contexto de inflación a consecuencia de la guerra en Ucrania. En cualquier caso, se mantiene la limitación del 2% cuando se actualiza el precio de un contrato de alquiler en vigor, que ya se extendió hasta el 31 de diciembre de 2023, para desvincular las subidas del Índice de Precios de Consumo (IPC).