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La globalización "ha muerto": ¿qué tiene que hacer Catalunya para reindustrializarse?

El Congreso Eurecat reflexiona sobre los ejes que reindustrializarán el territorio: la colaboración público-privada e innovación tecnológica

El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en el Congreso Eurecat | EP
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en el Congreso Eurecat | EP
David Lombrana VIA Empresa
Periodista
Barcelona
18 de Noviembre de 2024
Act. 18 de Noviembre de 2024

Catalunya tiene “una prioridad que debe mantenerse en el tiempo”: la reindustrialización. Así lo ha afirmado Daniel Altimiras, presidente del centro tecnológico Eurecat, al dar la bienvenida a la segunda edición del Congreso Eurecat. “La industria marca la prosperidad, resiliencia y equidad de un país”, ha dicho Altimiras, quien ha puesto de manifiesto el “necesario refuerzo de la colaboraciónpúblico-privada”; el hilo conductor de esta nueva edición del encuentro, que este lunes ha celebrado la segunda edición en el Recinto Modernista de Sant Pau.

 

Altimiras: "La industria marca la prosperidad, resiliencia y equidad de un país"

El congreso nació, precisamente, para centrarse en esta misma cuestión: “Reindustrializar la economía catalana para que genere más valor y pueda afrontar todos los retos que tiene”, tal como ha apuntado Altimiras; un encuentro al que no ha faltado el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, para recordar algunas de las reflexiones que también llevó a cabo en la pasada Nit de la Cecot: “Si queremos defender nuestro modelo social de libertades, de cohesión social en la Europa en la que tanto hemos creído, si queremos defender esta Europa, que tiene amenazas internas y que mucha gente en el mundo quiere debilitar, debemos fortalecer la base económica; y por eso estamos hablando de reindustrialización e impulso industrial”.

La productividad, "la síntesis de todo aquello que queremos fortalecer"

Tanto Altimiras como Hereu han expresado su solidaridad con la Comunidad Valenciana, y ha sido precisamente el ministro de Industria y Turismo quien ha destacado que “tras un golpe tan duro, la recuperación debe tener elementos de mejora y aprendizaje. Por este motivo, estamos trabajando en estrategias con las que podamos lograr que el tejido empresarial no muera en este momento”. Paralelamente, Hereu ha aprovechado la ocasión para anunciar la aprobación de 13 proyectos del PERTE de descarbonización por valor de 86 millones de euros, entre los que figuran las catalanas Molins y Borges como beneficiarias, con 5,7 y 5,4 millones respectivamente.

 

El ministro ha definido la productividad como “la síntesis de todo aquello que queremos fortalecer”, y ha calificado de imprescindible la innovación: “Si no tenemos capacidad de innovar, de generar nuevas soluciones a los nuevos retos que se nos plantean, no saldremos adelante y no seremos capaces de fortalecer nuestra industria”. Hereu ha señalado a Catalunya como “líder de la reindustrialización en España” y ha destacado la necesidad de “aumentar nuestra escala, debemos pensar con dimensión europea”.

El sector tecnológico catalán: el 9% del PIB, 18.000 empresas y 160.000 puestos de trabajo

Durante la mañana, también ha intervenido el consejero de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, para iluminar el Recinto Modernista con una serie de datos que ponen en valor el sector tecnológico catalán, un sector que “muestra un claro dinamismo y que crea empleo”: “Las nuevas tecnologías crean muchas oportunidades”, ha dicho Sàmper, cifrando en 160.000 los puestos de trabajo centrados en tareas tecnológicas en el territorio. Según ha anunciado el consejero, durante el último año se han creado unos 3.000 puestos de trabajo cada mes en este sector, hasta alcanzar la cifra de 18.000 empresas tecnológicas que generan en torno a un 9% del PIB catalán. “El sector cuenta con una facturación similar a la de la alimentación, y se sitúa por encima de la construcción y la automoción, entre otros”.

Durante el último año se han creado 3.000 puestos de trabajo cada mes en el sector tecnológico

Sàmper ha enfatizado la importancia de impulsar “un nuevo modelo de capacitación digital que asegure que disponemos de talento digital”, así como “proyectos transformadores basados en tecnologías avanzadas”; entre estas ha destacado todas aquellas que giran en torno al NewSpace, el blockchain y, especialmente, la inteligencia artificial, la cara “visible” del sector tecnológico: “Catalunya cuenta con 500 empresas especializadas en IA, que emplean a 14.500 trabajadores, casi el triple que en 2019”. Y es que el consejero no se ha centrado en el sector tecnológico por casualidad: lo ha hecho, en buena parte, para remarcar la diferencia entre centros de investigación y centros tecnológicos, una cuestión que ha planteado ni más ni menos que el profesor del Departamento de Dirección de Operaciones, Innovación y Data Sciences de Esade, Xavier Ferràs.

La Ley de Moore, o por qué en una década "tendremos el Mare Nostrum en nuestros bolsillos"

Ferràs ha destacado el fuerte vínculo de los centros tecnológicos al trabajar de la mano con la industria al moderar el espacio de reflexión Colaboración público-privada para la industria del futuro, que ha compartido con Oriol Alcoba, director general de Industria del Departamento de Empresa y Trabajo, y Xavier López, director general corporativo y de operaciones de Eurecat, avanzando el contexto en el que se encuentra Catalunya: “Somos la generación que afronta cambios trascendentales, que están interrelacionados, como el cambio climático, el tecnológico o el geopolítico. Y somos nosotros quienes debemos resolver este nuevo contexto en clave de prosperidad”, ha dicho.

Según el experto, aquella ley que mueve el mundo actual es la Ley de Moore, que expresa que, aproximadamente, cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador. De entrada, Ferràs ha comentado que “si le preguntas a una persona de la calle, seguramente le da igual”. La realidad, sin embargo, es que esta ley puede marcar hitos tan significativos como que, dentro de una década, la sociedad pueda contar con un superordenador como lo es el Mare Nostrum en su bolsillo. Una reflexión tan revolucionaria que a algunos de los grandes pensadores de la actualidad les ha llevado a afirmar que en 2034 se dará inicio de un mundo sin trabajo.

“Debemos adaptarnos a un mundo de cambio constante, desarrollando y adoptando estas nuevas tecnologías antes que nuestros competidores lo hagan”, ha dicho Ferràs, quien ha destacado la necesidad de pensar en las primeras organizaciones adaptadas a la inteligencia artificial: “La letra i del iPhone indica Internet: un teléfono adaptado a Internet. Ahora debemos pensar en las primeras infraestructuras adaptadas a la IA, debemos pensar en los primeros AI hospitales”. Una tarea especialmente compleja en un panorama geopolítico en el que “la globalización ha muerto”: “Nos dirigimos hacia un mundo completamente diferente, hacia un mundo fragmentado y probablemente más inestable. Sin embargo, nos dirigimos hacia un mundo de altísima intensidad tecnológica, y es en este nuevo mundo donde Catalunya, España y Europa deben jugar en primera división”, ha añadido Ferràs.

Catalunya, "un país industrial" que tiene que "mantener la competitividad con innovación tecnológica"

Volviendo al núcleo del Congreso Eurecat, Alcoba se ha referido a Catalunya como “un país industrial”: “La industria pesa aproximadamente un 20% de nuestra economía, por lo tanto, podemos continuar afirmando que nos encontramos en un país industrial, en el que esta está absolutamente presente en el día a día de las personas”, ha dicho el director general de Industria del Departamento de Empresa y Trabajo, quien ha destacado el sector industrial como generador de empleo de calidad. Alcoba ha asegurado que hay “una estrategia clara” que responde al nombre de Pacto Nacional para la Industria, provisto con más de 3.200 millones de euros para relanzar y transformar el modelo industrial del país; un pacto que se renovará en 2026 para dotar a Catalunya “de una hoja de ruta clara”.

Por otro lado, López ha criticado “la extraordinaria dificultad” de implementar proyectos de colaboración público-privada, claves en este “volátil contexto”: “Vemos que la mayoría de proyectos de colaboración público-privada son extraordinariamente difíciles de implementar; lo que hace unas décadas era relativamente fácil, hoy en día es extraordinariamente complejo”, ha dicho, poniendo como ejemplo la iniciativa de descarbonización impulsada por Eurecat: “Hemos estado un par de años luchando para implementarla”.

El Pacto Nacional para la Industria cuenta con más de 3.200 millones de euros para relanzar y transformar el modelo industrial de Catalunya

En la misma línea, y poniendo el acento en la innovación tecnológica, el director general corporativo y de operaciones de Eurecat ha asegurado que la actividad industrial catalana “está creciendo”, y desde el punto de vista de la coyuntura económica actual “la situación no es mala”: “Debemos mantener la competitividad, y hay un factor transversal encargado de hacerlo: la innovación tecnológica”.

Finalmente, y retomando la cuestión planteada por Ferràs, López ha querido diferenciar respetuosamente las infraestructuras tecnológicas de los centros científicos: “Los centros tecnológicos son aquellos que están a disposición de la industria, aquellos que nos permiten prestar servicios tecnológicos muy avanzados a la empresa”. “Y estas infraestructuras, por naturaleza, deberían ser proyectos de colaboración público-privada, cruciales en algunos ámbitos como la farmacia o la automoción”.