El gobierno español planteará a la Unión Europea incrementar la exportación de gas desde la península Ibérica por no tener que recortar el consumo un 15%. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, rechazó el plan europeo para afrontar posibles cortes de Rusia. "No es el más eficaz, ni el más eficiente, ni el más justo", ha dicho.
En rueda de prensa, Ribera ha subrayado que España es "un país europeísta y solidario", pero ha asegurado que no se puede pedir "un sacrificio desproporcionado", ya que, "a diferencia de otros países, los españoles no hemos vivido por sobre nuestras posibilidades desde el punto de vista energético”.
Así, Ribera propondrá, para evitar que España vaya a aplicar la reducción, actuar sobre la oferta en lugar de la demanda, llevando así al máximo los envíos de gas hacia el resto de Europa a través de las infraestructuras. Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica explican que la propuesta de solidaridad del ejecutivo español es que se pongan en valor sus infraestructuras y se tengan en cuenta las exportaciones de gas en el resto de la Unión Europea con relación a los últimos cinco años.
Las mismas fuentes afirman que la media de las exportaciones en el continente en los últimos cinco años era de 2 TWh al mes y que se puede llegar a los 6,7 TWh al mes. Desde Transición Ecológica argumentan que la UE quiere ahorrar 45 bcm (mil millones de metros cúbicos) de gas entre agosto y marzo y que España puede aportar 5,6 bcm en este período de ocho meses. El equivalente sería que la UE necesita 450 buques metaneros y España puede aportar 57. Las mismas fuentes remarcan que el gobierno español estudia cómo incrementar esta capacidad y solidaridad con la activación de la planta asturiana de El Musel o con el envío de gas en Livorno desde Barcelona o incrementando la capacidad de gasoductos con Francia.
El próximo martes de la semana se reunirá de forma extraordinaria el consejo de ministros de Energía europeos, a quien la ministra insta a "debatir de forma abierta, transparente y respetuosa" sobre la mejor solución posible, lo que implica "trabajar de forma que el resultado sea eficaz" y no "simple" para que los conciudadanos europeos tengan "suficiente" energía.