El Govern ha impulsado una regulación pionera en Catalunya que acaba con las licencias de pisos turísticas eternas e impone la obligación de renovarlas cada cinco años con un permiso que emitirán los ayuntamientos. La normativa, aprobada en Consell Executiu el martes, entrará en funcionamiento en 262 municipios que concentran 95.000 pisos turísticos, el 90% del total. Los consistorios sólo podrán dar luz verde si el planeamiento urbanístico justifica que existe suelo suficiente para viviendas. Las licencias estarán limitadas a un máximo de 10 pisos turísticos por cada 100 habitantes, tope que se supera en una cincuentena de municipios. En estas 47 poblaciones saturadas, existe un sobra de 28.000 apartamentos turísticos que la norma obliga a eliminado.
En total, los 28.000 apartamentos que se sitúan por encima del tope marcado por la conselleria representan un tercio (27%) del total de pisos turísticos que hay en Catalunya. La intención detrás de esta norma es terminar el monopolio y la especulación de los pisos turísticos que el Govern considera que se ha desarrollado de forma totalmente desordenada. Los permisos de cinco años de vigencia se concederán mediante un proceso de concurrencia que determinará cada consistorio. De este modo, el Gobierno se asegura que no estropea la autonomía municipal.
Aunque el tope se sitúe en un máximo de un 10% de pisos por habitantes, a partir de 5 pisos turísticos por cada 100 habitantes el Departamento de Territorio considera que existe una concentración "excesiva" de apartamentos que pone en riesgo el equilibrio social y empuja al alza los precios de la vivienda.
De la declaración responsable a la licencia
Actualmente los pisos turísticos sólo deben registrarse con una cédula de habilidad y demostrar que están amueblados y no se alquilan por habitaciones con una declaración responsable. Esta normativa endurecerá de forma significativa los trámites para los 95.000 apartamentos turísticos que existen en estos 262 municipios de Catalunya. En los próximos cinco años, el ayuntamiento de su municipio tendrá que decidir cuántos apartamentos turísticos permite y si renueva los títulos actuales. Si el municipio en el que se encuentra el piso no justifica que existe suficiente suelo para garantizar el acceso a la vivienda, aquel apartamento deberá cesar la actividad.
La intención detrás de esta norma es acabar el monopolio y la especulación de los pisos turísticos
Tener un piso turístico sin la licencia se considerará una infracción urbanística sujeta a "sanciones graves" de la misma manera que puede serlo un vertido ilegal o construir sobre suelo no urbanizable.
El municipio con más pisos turísticos de Catalunya es Barcelona, con 9.000 pisos turísticos. El consistorio lleva años regulando los apartamentos ofrecidos en plataformas como Airbnb con tres versiones del Plan Especial Urbanísticos de Alojamientos Turísticos (PEUAT). Actualmente, no se permite que los apartamentos turísticos compartan espacio con viviendas con uso residencial. Según la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona podrá ir mucho más allá ahora si lo desea con un mecanismo de extinción de licencias.