La lengua catalana debe estar presente en todos los ámbitos de la empresa: desde que pacta con los proveedores y despliega la gestión y la comunicación internas, hasta que se proyecta hacia fuera mediante la atención a los clientes y la comunicación externa. Por eso en un primer volumen tratamos la comunicación y gestión internas del equipo y hoy trataremos la parte externa: la atención a la clientela y la comunicación externa.
La atención a la clientela
La atención a la clientela es una de las áreas en las que el compromiso de la empresa hacia la lengua catalana se manifiesta de forma más clara. A continuación, mostramos algunas de las buenas prácticas más significativas.
- Los envíos. Es importante que los comunicados y las propuestas comerciales de nuestra compañía sean en catalán.
- Atención inicial a la clientela. Cuando abrimos una conversación, llamada o relación por escrito con un cliente por primera vez, la iniciamos siempre en catalán. Aunque el cliente no se dirija a nosotros en lengua catalana, no tenemos que pressuponer que no quiera ser atendido en catalán. Tenemos que adaptar la lengua que utilizamos en función de la situación personal de cada cliente.
La lengua catalana tiene que ser presente en todos los ámbitos de la empresa, desde el interno al externo
La comunicación externa
La comunicación externa es otro de los elementos definitorios para validar el compromiso y la responsabilidad social verso la lengua catalana de cualquier empresa. ¿En qué lengua recibe cualquier mensaje emitido por la empresa nuestra clientela y la sociedad en general? En este sentido, es importante tener:
- Web en catalán
- Web con dominio .cat. Nuestra empresa tiene el web con la opción del dominio .cat, cómo también con otros dominios (.se, .cómo, .org, entre otros), si lo cree oportuno.
- Redes sociales en catalán. Las redes sociales de uso más habitual entre las empresas son Instagram, Linkedin, Facebook, Twitter y Tik Tok.
- Productos de promoción. Uso de la lengua catalana en los productos promocionales de la empresa, desde catálogos hasta elementos de merchandising con mensajes escritos (llaveros, bolígrafos, memorias USB de promoción, etc.).