Salta la alarma en el sector turístico catalán. Ya hace semanas que Europa sufre una de las oleadas de calor más importantes de su historia y esto tiene repercusiones para los países del sur del continente por su elevada dependencia del turismo. Con temperaturas por encima de los 45 grados, hay muchos gobiernos que decretan la ampliación de horarios de monumentos y lugares de interés turístico para que los visitantes esquiven las horas centrales de calor. Ahora bien, hay quien tiene claro que ha llegado la era de la "ebullición global", término que utiliza el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para referirse al "fin del calentamiento global" . Y así lo corroboran los datos del Centro Común de Investigación Europeo: el sur de Europa reducirá el 10% el número de turistas en verano si las oleadas de calor se repiten.
Actualmente, la industria del turismo, una vez superada la pandemia del coronavirus y la paralización del sector servicios, aporta 1,9 billones de euros en la economía del continente europeo. Y, para entender la dependencia que tiene el sector de los países del sur, sólo falta analizar el producto interior bruto (PIB) de cada uno. El turismo contribuye con el 14,9% al PIB de Grecia, mientras que para Italia y España las cifras son del 9,1% y del 8,5% respectivamente. En Catalunya es más elevado y alcanza el 12%.
A esto hay que sumar varios estudios que prevén que el clima de ciudades como Madrid será similar al de Marrakech en el 2050, mientras que Londres tendrá temperaturas como las de Barcelona. Por último, Estocolmo experimentará condiciones similares a las de Budapest.
Del 'tourist go hombre' a optar por otros países
Si muchos europeos confesaban en una encuesta de la Comisión Europea de Viajes que la principal razón para elegir un destino para las vacaciones era que tuviera "buenas condiciones climáticas agradables", ahora ha dado un giro de 180 grados. Tal y como publica el Daily Mail, las agencias de viajes británicas han advertido de que empieza a haber una disminución en las reservas en Catalunya, España e Italia para evitar el calor abrasador. Y es que el interés por visitar el Mediterráneo es cada vez menor, con una bajada del 10% de junio a noviembre de 2022. Los ingleses cada vez optan más por el norte de España y el norte de Europa.
Guterres (Naciones Unidas): "La era del calentamiento global ha terminado. Ha llegado la era de la ebullición global"
A las elevadas temperaturas cabe añadir que, según un análisis de CaixaBank Research, el interés por viajar a España descendió fuertemente en Reino Unido en junio, al situarse un 12,5% por debajo del nivel de referencia. En este sentido, el mal ejercicio macroeconómico del país, la fuerte subida de tipos y la debilidad de la libra esterlina son un fuerte condicionante para el turismo británico. Desde Expedia.com confiesan que han detectado un notable incremento de reservas de británicos en países como Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Letonia y Países Bajos.
Además, el motor de búsqueda de vuelos Kayak también está constatando una tendencia similar, con Ámsterdam convirtiéndose en el destino más buscado para vacaciones en agosto y septiembre de este año. Otros destinos entre sus diez primeros puestos incluyen Dublín, Belfast y Estocolmo.
Una solución, a corto plazo
El aumento de las temperaturas medias y los fenómenos de las olas de calor pueden hacer que los destinos hasta ahora más populares en verano tengan que adaptar sus ofertas y promociones para atraer a visitantes en épocas más templadas del año. Muchos expertos creen que acortar las vacaciones de verano y distribuirlas durante todo el año favoreciendo la desestacionalización del turismo podría ser una forma de abordar esta situación que parece imparable.
Esta solución ya es viable en otros países europeos, donde las semanas de vacaciones escolares en verano se han visto reducidas por tener más disponibilidad durante otros meses del año. En el caso de España, parece que esto sería difícil de conseguir, ya que cambiar la temporada de verano requiere una reestructuración significativa, que afecta a muchos sectores económicos y sociales, no solo al turístico.
El clima de ciudades como Madrid será similar al de Marrakech en 2050
Algunos empresarios turísticos incluso han llegado a pedir el retraso del inicio del período escolar para impulsar las reservas y alargar la temporada veraniega. Un posible retraso del inicio de curso a mediados de septiembre permitiría impulsar las reservas más tardías a la vez que se protegería a los menores de las altas temperaturas que muchas veces sufren en los centros escolares.