31
de Mayo
de
2016
Los pequeños restauradors y hoteleros de Cataluña ya tienen sus cajas regalo con experiencias únicas. La encargada de distribuidor-lo es la cooperativa Haciendo País, uno de los ejemplos que mejor muestra como la economía social crece poco a poco. Todo un movimiento que durante estos días gana terreno en Barcelona con el BizBarcelona.
La cooperativa nació el 2012 en Manresa con el objetivo de promover el ocio y el turismo responsable. Surgió de la mano de cinco socios que aportaron 3.000 euros cada uno de ellos. Entre ellos seencuentra Nilo Camprubí, quien relata a VÍA Emprendida que la idea originaria está inspirada en las cooperativas de consumo alimentario: "Allá hay una serie de consumidores que se juntan por compra directamente al productor. Directamente o indirectamente se crea un tipo de sello de confianza entre ellos, y pensamos que sería interesante poderlo replicar al turismo".
El objetivo era, en aquellos momentos, identificar al mapa de Cataluña todas las pequeñas empresas arraigadas en el territorio que tuvieran una propuesta de valor interesante detrás. "Queríamos identificarlos, construir una red, promocionarlos y recomendarlos a los consumidores, hacer que confiaran en el sello de Haciendo País", recuerda el cofundador. Y la mejor manera de dar visibilidad a toda esta comunidad de productores de servicios fue la caja regalo.
A simple vista, no se diferencian demasiado del resto de propuestas que ya hay al mercado. La caja incluye una guía y un cheque porque el usuario escoja la experiencia y la fecha. Ahora bien, se trata de actividades, escapadas y comidas que siempre tienen "un por qué detrás", señala Camprubí haciendo referencia a la historia que pueden explicar los propietarios de las pequeñas empresas que ofrecen su servicio.
Una empresa con alma
El hecho de constituirse como cooperativa responde también a la necesidad de ser coherentes con ellos mismos. "Queríamos transmitir arraigo en el territorio, consumo de productos locales, dar valor a que tenemos cerca", enumera el socio fundador, "siempre hemos predicado este mensaje y la única opción legal que nos permitía ser coherentes era la cooperativa". Las reglas de juego que ofrece este modelo empresarial los permite "situar el capital humano por ante el económico" y defender un proyecto donde vender no fuera lo más importante.
Actualmente están al frente cuatro de los cinco socios trabajadores iniciales, pero han incorporado a la plantilla un quinto trabajador. Sin embargo, cuando Camprubí piensa en las personas que integran el negocio, no puede evitar mencionar la figura del colaborador: "Es el restaurante o alojamiento que forma parte de la red Haciendo País. Ahora mismotenemos unos 280".
Consumo propio e impulsivo
A pesar de que la caja regalo es el producto estrella, la cooperativa cuenta con una segunda línea de negocio. "Hay la opción de ser socio consumidor. Te enviamos un carné a casa que te permite ir a cualquier proveedor de ocio de la red Haciendo País disfrutando de descuentos y promociones", detalla sobre el servicio, el cual nació primero y que los trajo a agruparlo en el enmendado paquete.
Por monetitzar-lo, la compañía se queda una comisión mediante un "sistema transparente", defiende Camprubí. Quién quiera formar parte de la red no tiene que pagar nada, sólo "deja de ganar" un porcentaje que varía en función de la cantidad monetaria de los cheques regalos que valide o de la cifra de negocio que haga con los clientes que llegan de Haciendo País.
En cuanto al tipo de cliente, no hay un perfil único. Aun así, el socio fundador asegura que cada vez hay más autoconsum y que se hace por impulso: "Se regala a la pareja para hacer escapadas cortas". Las puntas de ventas se registran a Nadal, seguido de los meses de mayo y junio.
Este mes de mayo han llegado a las 20.000 cajas vendidas. Una cifra que los permite pensar que podrán lograr los 650.000 euros de facturación previstos por este 2016, un 30% más que el 2015. Y todo esto lo han conseguido estando presentes además de 300 puntos de venta, donde destacan Abacus, agencias de viajes, librerías y tiendas de regalos; pero también gracias al boca-oreja de quienes han quedado más que satisfechos con el "producto de calidad" que ofrecen.
La cooperativa nació el 2012 en Manresa con el objetivo de promover el ocio y el turismo responsable. Surgió de la mano de cinco socios que aportaron 3.000 euros cada uno de ellos. Entre ellos seencuentra Nilo Camprubí, quien relata a VÍA Emprendida que la idea originaria está inspirada en las cooperativas de consumo alimentario: "Allá hay una serie de consumidores que se juntan por compra directamente al productor. Directamente o indirectamente se crea un tipo de sello de confianza entre ellos, y pensamos que sería interesante poderlo replicar al turismo".
El objetivo era, en aquellos momentos, identificar al mapa de Cataluña todas las pequeñas empresas arraigadas en el territorio que tuvieran una propuesta de valor interesante detrás. "Queríamos identificarlos, construir una red, promocionarlos y recomendarlos a los consumidores, hacer que confiaran en el sello de Haciendo País", recuerda el cofundador. Y la mejor manera de dar visibilidad a toda esta comunidad de productores de servicios fue la caja regalo.
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| Hay cuatro tipos de cajas en función del precio escogido. Haciendo País |
A simple vista, no se diferencian demasiado del resto de propuestas que ya hay al mercado. La caja incluye una guía y un cheque porque el usuario escoja la experiencia y la fecha. Ahora bien, se trata de actividades, escapadas y comidas que siempre tienen "un por qué detrás", señala Camprubí haciendo referencia a la historia que pueden explicar los propietarios de las pequeñas empresas que ofrecen su servicio.
Una empresa con alma
El hecho de constituirse como cooperativa responde también a la necesidad de ser coherentes con ellos mismos. "Queríamos transmitir arraigo en el territorio, consumo de productos locales, dar valor a que tenemos cerca", enumera el socio fundador, "siempre hemos predicado este mensaje y la única opción legal que nos permitía ser coherentes era la cooperativa". Las reglas de juego que ofrece este modelo empresarial los permite "situar el capital humano por ante el económico" y defender un proyecto donde vender no fuera lo más importante.
Actualmente están al frente cuatro de los cinco socios trabajadores iniciales, pero han incorporado a la plantilla un quinto trabajador. Sin embargo, cuando Camprubí piensa en las personas que integran el negocio, no puede evitar mencionar la figura del colaborador: "Es el restaurante o alojamiento que forma parte de la red Haciendo País. Ahora mismotenemos unos 280".
Consumo propio e impulsivo
A pesar de que la caja regalo es el producto estrella, la cooperativa cuenta con una segunda línea de negocio. "Hay la opción de ser socio consumidor. Te enviamos un carné a casa que te permite ir a cualquier proveedor de ocio de la red Haciendo País disfrutando de descuentos y promociones", detalla sobre el servicio, el cual nació primero y que los trajo a agruparlo en el enmendado paquete.
Por monetitzar-lo, la compañía se queda una comisión mediante un "sistema transparente", defiende Camprubí. Quién quiera formar parte de la red no tiene que pagar nada, sólo "deja de ganar" un porcentaje que varía en función de la cantidad monetaria de los cheques regalos que valide o de la cifra de negocio que haga con los clientes que llegan de Haciendo País.
En cuanto al tipo de cliente, no hay un perfil único. Aun así, el socio fundador asegura que cada vez hay más autoconsum y que se hace por impulso: "Se regala a la pareja para hacer escapadas cortas". Las puntas de ventas se registran a Nadal, seguido de los meses de mayo y junio.
Este mes de mayo han llegado a las 20.000 cajas vendidas. Una cifra que los permite pensar que podrán lograr los 650.000 euros de facturación previstos por este 2016, un 30% más que el 2015. Y todo esto lo han conseguido estando presentes además de 300 puntos de venta, donde destacan Abacus, agencias de viajes, librerías y tiendas de regalos; pero también gracias al boca-oreja de quienes han quedado más que satisfechos con el "producto de calidad" que ofrecen.