Detrás de actos tan cotidianos como ir al dentista para hacerse una revisión bucal, utilizar un detector para activar el limpiaparabrisas de un coche o analizar el nivel de contaminación de un espacio a través de los gases que allí están presentes, hay sensores o emisores ópticos que facilitan esta tarea. Estos componentes están formados por luces, visibles o invisibles, que propician su funcionamiento. En este contexto es donde se enmarca la actividad de la multinacional japonesa Hamamatsu Photonics, empresa líder en el desarrollo de la tecnología fotónica. Creada en 1953, desde sus inicios se ha centrado en las aplicaciones para el sector médico, el científico y el industrial, específicamente el de la automoción. Desde hace más de tres décadas, ha instalado en el Parque Tecnológico de Cerdanyola del Vallès su centro en el Estado español y Portugal. Recientemente, la compañía cuenta también con un espacio de ‘coworking’ en el DFactory del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB).
El Area Manager para España y Portugal de la firma, David Castrillo, destaca la diversidad de aplicaciones que permite la tecnología que desarrolla Hamamatsu Photonics. “Un tercio de nuestros productos son componentes que van insertados en herramientas médicas, pero también se pueden utilizar los láseres o detectores en ámbitos como la inspección de productos alimentarios”. Incluso, las investigaciones de la empresa se utilizan en el campo de la investigación. Así, es proveedor de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, el CERN, un organismo con sede en Suiza, donde Hamamatsu Photonics participa en proyectos de física de partículas, favoreciendo el descubrimiento de elementos como el neutrino y su masa.
David Castrillo: "Habitualmente, diseñamos los productos a medida con una cierta flexibilidad y la posibilidad de producir volúmenes elevados. Este es nuestro hecho diferencial"
“Habitualmente, diseñamos los productos a medida con una cierta flexibilidad y la posibilidad de producir volúmenes elevados. Este es nuestro hecho diferencial”. Castrillo señala que el mercado al que se dirige la compañía es aquel que “necesita emitir o detectar una luz de una forma precisa, principalmente a través de la instrumentación”. Además del aspecto médico, caracterizado por la imagen molecular, el análisis de ADN o la radiografía dental, la tecnología fotónica también se emplea en la inspección de rayos X, la impresión, la soldadura láser o los sensores de un coche.
Entre las aplicaciones más destacadas de Hamamatsu se encuentran la imagen molecular, el análisis de ADN y la radiografía dental. Estos productos son esenciales para procesos médicos de precisión y permiten avances significativos en la detección y diagnóstico de enfermedades. El resto de su producción se diversifica hacia sectores industriales, cubriendo necesidades como la inspección de rayos X, la impresión ultravioleta, la soldadura láser, y el análisis de gases y alimentos. En el sector del motor, los sensores de Hamamatsu ayudan a mejorar la seguridad y la eficiencia de los vehículos modernos.
Ecossistema para establecer relaciones
Hamamatsu Photonics cubre desde los rayos X hasta la radiación infrarroja y su mercado es completamente global, siendo sus productos usados en más de 100 países de todo el mundo. Recientemente, gracias a su iniciativa de desarrollar maquinaria en Europa, puede responder de forma ágil a la demanda de sus clientes, ofreciendo soluciones personalizadas que cubren necesidades de precisión en la emisión y detección de luz.
Desde su ubicación en el DFactory, la multinacional quiere “establecer un diálogo con los clientes que buscan componentes con sensores ópticos y transmitir estas necesidades, interpretándolas, a Japón”. Castrillo asegura que “el DFactory es un ecosistema ideal para establecer relaciones y conocimientos con ‘partners’ de confianza. Es un espacio para que surjan nuevas oportunidades”.
Para la compañía, estar presente en el DFactory Barcelona le permite "expandir las oportunidades de negocio que brinda el trabajo colaborativo"
Castrillo añade que “en Hamamatsu podemos realizar el sensor o módulo en maquinaria que necesitan nuestros clientes, pero no tenemos el conocimiento para adaptarlo a su uso en la aplicación final. Estar presentes en el DFactory Barcelona nos permite precisamente eso, expandir las oportunidades de negocio que brinda el trabajo colaborativo aquí presente y así ganar entre todos en un mercado global que ya, de por sí, está totalmente conectado".
Inversión en investigación
La multinacional tiene actualmente oficinas en Estados Unidos, China, Corea del Sur y en varios países europeos. La compañía internacional tiene una facturación por encima de los 1.000 millones de euros y cuenta hoy con más de 5.000 trabajadores establecidos por todo el mundo. De hecho, para ejemplificar la fortaleza de la sede española, Castrillo recuerda que fue la primera delegación en todo el mundo en disponer de página web propia y de correo electrónico.
Ahora, entre Cerdanyola del Vallès y el centro del DFactory, Hamamatsu Photonics tiene una plantilla de nueve personas. En su trayectoria, la firma ha apostado por una inversión constante en investigación y desarrollo, lo que le permite mantenerse a la vanguardia de la tecnología fotónica. Con una visión de futuro y una firme apuesta por la colaboración, la empresa se posiciona como una pieza clave en el avance de sectores estratégicos, desde la medicina hasta la industria, la ciencia y la automoción. Respecto al futuro, a pesar de la incertidumbre que presenta su principal mercado en Europa, el alemán, basado en la demanda del sector de la automoción, la compañía confía en la robustez y la calidad de su producto y prevé mantener las relaciones con sus clientes a largo plazo.