La pandemia de la covid-19 ha dejado estragos en todas las sociedades del planeta. Si bien es cierto que la economía de los países ha sido una de las más afectadas por la crisis hay otro sector que todavía se está recuperando y, probablemente, tardará más que el económico. Se trata de la crisis humanitaria que estamos viviendo, mucho más fuerte y con más ganas de quedarse que la económica o la sanitaria.
En una conferencia en el Palau Macaya, Francesc Roig, presidente de CàritasCatalunya explica las consecuencias de una pandemia que dice haber "acabado de rematar la sociedad después de la crisis de 2008". Y es que cuando hablamos de recuperación, muchas veces nos centramos en el dinero o la necesidad de reflotar el sector económico español o catalán, cuando el hambre ha conseguido sobrepasar todas las fronteras y trasladarse como una de las cifras que más ha aumentado durante la covid-19. "Estamos hablando de cifras muy preocupantes, desde 2014 hay 60 millones de personas más al mundo que pasan hambre", lamenta Roig.
Desde Càritas quieren sobreponerse a estas cifras y piden una colaboración no solo de los ciudadanos sino de altas esferas de la política: "Tenemos que poner la alimentación y la nutrición como pilares principales de los presupuestos", explica Roig. El presidente del ONG remarca que hay bastante comida en el mundo para alcanzar a toda la población que pasa hambre y también elogia el crecimiento que ha hecho el continente Asiático para luchar contra el hambre: "Muchas de las misiones que hacíamos eran a Àsia, pero allí han conseguido reducir el hambre mucho más que a Europa".
Roig: "Tenemos estudios que dicen que tardaremos dos años más a recuperarnos una vez superada la crisis sanitaria"
En cuanto a los hogares del Estado español, unas 700.000 personas viven con gastos a los cuales no pueden hacer frente. Según los informes de Càritas, el 16% de las familias se han visto obligadas a cambiar de residencia debido a la covid-19. "En Càritas hemos visto que hay mucha gente en inseguridad alimentaria, es decir, no pasan hambre, pero en cualquier momento podrían estar en riesgo de no tener suficientes alimentos para subsistir", añade Rojo.
En este contexto de incertidumbre, la ONG ha mantenido sus puertas abiertas durante todo el confinamiento para que las cifras del hambre continúen a la baja, un argumento que según algunos estudios que ha mencionado el presidente de Càritas Catalunya, no bajará hasta de aquí a un tiempo: "Tenemos estudios que dicen que tardaremos dos años más a recuperarnos una vez superada la crisis sanitaria".
Las brechas de la sociedad
Otra de las preocupaciones de Càritas es la constante diferencia entre los pobres y los ricos. No es ningún secreto que la pandemia ha polarizado mucho más la sociedad, haciendo que la clase mediana acabara desapareciendo. "Todas las personas han acabado encajando en un grupo, no hay nadie en medio, simplemente tenemos la gente que no necesita ayuda y la gente que sí", añade Rojo.
La brecha digital también ha sido el centro de muchas de las preguntas de la ONG, sobre todo cuando hablamos de niños y en el ámbito educativo. El mero hecho de tener un ordenador en casa es un gran gasto que muchas familias de riesgo no se pueden permitir, y menos durante una pandemia como esta. En este sentido, el presidente de Càritas habla de conseguir una "visión razonable" por parte de la sociedad y añade que "no le puedes pedir que tenga un ordenador a una familia que no puede pagarse la comida".
La lucha contra el hambre parece un pozo sin fondo y ONG como Càritas buscan conseguir cambios reales para estas personas que sufren hambre y piden que la sociedad reconozca su labor y los ayude, tal como culmina Rojo: "El camino tiene que ser leve aunque la pobreza sea nuestra acompañante".