Las hipotecas firmadas después de la crisis económica conllevan menos riesgos que los acuerdos suscritos antes de 2009, según un informe de Moody's que analiza la emisión de bonos de titulización hipotecaria residencial (RMBS) en la región EMEA entre 2009 y 2018. En este sentido, el vicepresidente y analista senior de Moody's, Antonio Tena, ha apuntado a factores positivos como criterios más estrictos en el momento de la firma, la mejora del perfil crediticio y las políticas macroprudenciales.
En concreto, tras la crisis, los criterios de suscripción de hipotecas son más estrictos, lo que conlleva un perfil crediticio más sólido de los nuevos prestatarios. Además, han resultado beneficiosas las hipotecas más sencillas, la menor relación préstamo-valor y la menor exposición a hipotecas a tipo variable, que limita el impacto de variaciones en los tipos de interés.
Por otro lado, Moody's ha constatado que se han simplificado las estructuras de negociación, lo que también contribuye a reducir el riesgo crediticio. Las lecciones aprendidas de la crisis también han reducido el riesgo de contraparte, y el aumento de la regulación hipotecaria ha tenido "efectos mixtos" sobre el riesgo crediticio.
En esta línea, el informe se refiere concretamente a la nueva ley de los contratos de crédito inmobiliario en España, que es positiva para el crédito en la medida en que hace los contratos más transparentes, pero negativa por extender el tiempo antes del cual un banco puede ejecutar una hipoteca para la que no se están abonando las cuotas. En líneas generales, el análisis de Moody's estima que los efectos positivos para el crédito superan a los negativos.