En condiciones sanitarias normales, un día de finales de abril dormirían en hoteles de Barcelona unas 60.000 personas, pero hoy solo lo harán pocas más de 2.000. Son datos que ha ofrecido el Gremi d'Hotels de Barcelona en una rueda de prensa para analizar la situación actual en relación a la pandemia. Pero el problema que tienen es temporal: el sector tiene claro que hay una fecha final, a pesar de que no saben cuál es. "La situación se nos hace mucho más que complicada; el verano es la última oportunidad que tenemos de remontar", ha indicado el presidente del Gremi, Jordi Mestre.
Las cifras que han ofrecido son muy negativas: un 70% de los establecimientos están cerrados y el 90% de trabajadores se encuentran en situación de ERTE. Desde la llegada de la covid-19, han dejado de facturar 2.100 millones de euros o, lo que es lo mismo, los ingresos del conjunto de hoteles de la capital catalana se han reducido un 95% en 15 meses. La ocupación, aseguran Mestre y el director general de la asociación, Manel Casals, es "bajísima" y los precios actuales de los hoteles que sí están abiertos -131 en total- se encuentran entre un 50% y un 60% por debajo de los niveles habituales en esta época.
Hay un dato que deja lugar al optimismo: "No nos consta que haya hoteles que hayan cerrado definitivamente o tengan intención de hacerlo; tenemos muy claro que la hotelería es rentable a largo plazo en Barcelona. La crisis sanitaria es temporal y en uno, dos o tres años volverá la normalidad", ha asegurado Mestre. Lo que sí han notado desde el Gremi es el cambio de propietarios de algunos hoteles. De momento, tienen contabilizados una decena, tanto grandes como pequeños. ¿Quién está comprando hoteles en esta coyuntura? "Los fondos buitre aparecen cuando huelen sangre: su ideario es comprar barato para vender caro", ha dicho Mestre durante su intervención.
El Mobile, el verano o el año que viene
¿Cuándo empezará la recuperación esperada? Es incierto. El Mobile World Congress (MWC) es el primer horizonte que tienen marcado en el calendario para empezar a reabrir. Si bien en condiciones sanitarias normales ya habría una previsión del número de visitantes que llegarían a Barcelona en motivo de la feria, actualmente, hasta dos o tres semanas antes del evento "no tendremos una idea del volumen ni sabremos si hay que abrir hoteles o no", ha indicado Casals. Y es que la antelación a la que estaban acostumbrados los hoteles ahora ya no existe.
Jordi Mestre: "No nos consta que haya hoteles que hayan cerrado definitivamente o tengan intención de hacerlo; tenemos muy claro que la hotelería es rentable a largo plazo"
Lo mismo ocurre con las vacaciones de verano. El director general del Gremi calcula que "apenas llegaremos a un 50% de hoteles abiertos". Y es que, de momento, asegura que hay muy pocas reservas. Mestre ha añadido que "el turismo extranjero es el que nos da vida y, normalmente, hace las reservas con meses de antelación". Como todavía no se han empezado a registrar, supone que no vendrán visitantes o que estos han optado por otros destinos "que se han puesto las pilas". Todavía hay un tercer plazo que contemplan para el inicio de la reactivación: el año 2022. Es el escenario más pesimista, pero que una minoría de hoteles contempla.
La clave es la vacunación
Según el Gremi d'Hotels de Barcelona, la recuperación debe tener como base las vacunas. Piden más cantidad y que se pongan con más rapidez. Pero la llegada de turistas extranjeros no solo depende de la vacunación de la población local, sino también de la de los principales países emisores, como Reino Unido, Francia, Alemana, Estados Unidos o Rusia. Para acelerar el proceso, Jordi Mestre considera que cuanto más recursos se destinen a la vacunación, mejor.
La vacunación masiva, la reactivación de ferias y congresos y transmitir que Barcelona es un destino seguro, las claves de la reactivación
"Lo primero es que haya vacunas suficientes, pero si hay, debe intervenir todo el mundo que pueda: las farmacias, el ejército... Estamos en una situación de emergencia nacional", ha afirmado. De hecho, Mestre ha cargado contra las ayudas que ha recibido el sector hotelero y considera que el dinero de algunos créditos que se han dado harían más servicio si se destinaran a comprar vacunas. Una medida que sí ha dado aire al sector son los ERTE: "Ayudaron mucho a parar el golpe al principio, pero veremos hasta cuándo duran". Además, asegura que la condición de no despedir a ningún trabajador que ha estado en situación de ERTE durante los seis meses siguientes para no perder las bonificaciones aplicadas echa atrás a algunos empresarios. "Hay compañías que han renunciado al ERTE para presentar ERE".
El resto de cimientos de la recuperación tienen que ser, según Mestre, transmitir que Barcelona es un destino seguro, el pasaporte sanitario, la activación de ferias y congresos y la ampliación de infraestructuras como la Fira de Barcelona y el Aeropuerto del Prat. En cuanto al destino seguro, Mestre asegura que "Barcelona está preparada: no tenemos ningún problema con las medidas y la formación del personal". Lo que le falta ahora al sector es la materia prima, los turistas.