El Gremi d’Hotels de Barcelona no prevé colgar el cartel de completo para este verano, pero los vaticinios de la entidad apuntan a un 85% de ocupación en hoteles y apartamentos turísticos. El sector vincula este escenario a la vuelta del turismo internacional y el alza de los precios. "Todo el año está siendo muy bueno y pensamos que vamos a tener un verano muy bueno", asegura Manel Casals, director general del Gremi.
El visitante ha realizado un cambio de comportamiento. Antes se hacían las reservas con mes o mes y medio de antelación, pero ahora gran parte de las contrataciones se realizan a última hora, concretamente una semana antes de iniciar el viaje. "La pandemia ha hecho cambiar la forma de reservar del cliente", indica Casals. Mayoritariamente, el perfil del turista en Barcelona es una persona procedente de Europa y Estados Unidos con una elevada capacidad de gasto. En cuanto al mercado asiático, este ámbito no ha vuelto aún a la normalidad, con la excepción del turista de Corea del Sur.
En otro orden, la patronal catalana de apartamentos y pisos turísticos Federatur indican también que el primer balance de ocupación en Barcelona de este verano, correspondiente al mes de julio, muestra que la demarcación supera en casi diez puntos el dato de reservas del conjunto del país. De hecho, la sitúan en el 85%, mientras que en la media de Catalunya se queda en un 76% por el auge de otras modalidades como hoteles o campings, que sufrieron más el efecto de la pandemia. De cara a agosto, el sector prevé repetir los datos de julio con un 85% de reservas, todavía por debajo del dato de 2022. "Barcelona tiene una incidencia muy alta de turismo internacional e intercontinental", destaca el presidente de Federatur, David Riba. El dirigente añade que es precisamente esa preponderancia del viajero extranjero y de largo radio lo que expone la ciudad en las turbulencias económicas de terceros países que se han visto afectados por fenómenos como el auge de la inflación o la subida de los tipos de interés .