En el marco de la revolución de la industria 4.0, la impresión 3D es uno de los discípulos avanzados. La novedad no radica solo en imprimir cualquier objeto, sino hacerlo a gran escala y en materiales como el metal. La impresión 3D facilita una producción rápida en comparación con los procesos industriales tradicionales. Además, esta tecnología puede llegar a multiplicar por 10 la productividad mediante la impresión aditiva. En este contexto, la multinacional HP, que lleva desde el 2016 investigando en el ámbito de la impresión 3D, dio un paso adelante hace dos años en este campo: además de la fabricación de piezas, los procedimientos de mantenimiento, la utilización de la tecnología o el asesoramiento en los procesos productivos, ha creado un centro de referencia único en el mundo en el edificio DFactory del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB). La planta funciona como una instalación de producción completa, en la cual se fabrican las piezas a partir de sus patentes, pero también como orientadora para que sus clientes internalicen e incrementen la producción, además de optimizar sus procesos para escalar, afrontar un pico de ventas o llegar a nuevos mercados.
HP ha instalado allá su centro de referencia de fabricación de piezas con materiales polímeros, dividiendo la fábrica en tres áreas principales y con una superficie de 900 metros cuadrados. "No solo somos una factoría que suministra piezas, sino que queremos ayudar a que nuestros clientes aprendan a llevar un negocio escalable". Así lo explica el director de operaciones de la fábrica digital 3D, Miguel Armero. El responsable del área pone dos ejemplos de este nuevo servicio, impulsado desde el DFactory. El primero es el desarrollo de la suela de unas zapatillas deportivas para la marca Brooks, en que la investigación durante la fabricación del producto ha permitido optimizarlo, consiguiendo elaborar 10.000 pares a mitad del coste previsto inicialmente.
El segundo ejemplo hace referencia a la tecnología para fabricar moldes para determinados embalajes, como los que se colocan en los huevos o los vasos. Se trata de mallas con una estructura más ligera, que reducen la huella de carbono y aceleran el plazo de entrega, rebajándolo en algunos casos a solo dos semanas. Miguel Armero precisa que "ofrecemos un manual de instrucciones en el cual el cliente puede replicar el modelo de negocio y aplicar el escalado en la esfera industrial a través de la automatización o la utilización de robots".
Miguel Armero: "No solo somos una factoría que suministra piezas, sino que queremos ayudar que nuestros clientes aprendan a llevar un negocio escalable"
La fabricación aditiva promueve la economía circular porque permite que la producción se desarrolle según la demanda, haciendo innecesario el stock; permite prescindir del transporte, es ligera (lo que la hace idónea para el sector aeroespacial y el transporte) y hace innecesaria la creación de moldes. Ejemplo de esto es el uso de fibra modelada para la fabricación de envases.
Industrialización y modelo de negocio
Para explicar las tareas que hace HP en la planta del DFactory, Armero señala la línea tradicional, en que venden aplicaciones para los clientes, pero también "les ayudamos a desarrollar su proceso y consolidar el modelo de negocio". Así, la fábrica se convierte en el único centro del mundo en que la impresión 3D no se limita a ser un prototipo, sino que se llegan a producir tiradas industriales con posibilidades de comercializarlas.
"Estar en el DFactory nos permite exponernos, enseñar a nuestros clientes cómo poder crecer y que tomen conciencia que HP no solo te vende una impresora, sino que te acompaña en todo el proceso hacia el escalado de tu idea de negocio". Además, Armero detalla que la presencia en el nodo de la industria 4.0 facilita "establecer relaciones con un ecosistema innovador, en el cual muchas empresas trabajan en conceptos parecidos a los nuestros, pero desde su sector y su actividad".
La fabricación aditiva promueve la economía circular porque permite que la producción se desarrolle según la demanda, haciendo innecesario el stock
En esta misma línea, desde HP se remarca que "habernos situado en este entramado de empresas que quieren cambiar la manufactura tradicional en el ámbito mundial nos está ayudando para interactuar con ellas, ver cómo avanzan y generar nuevas oportunidades, llevar la tecnología a otro nivel, gracias a soluciones de diseño computacional para la automatización o robótica". En la planta del DFactory, HP ha producido el último año -entre noviembre de 2022 y el mismo mes de este año-, más de 100.000 piezas.
De impresoras a soluciones integrales de impresiones 3D
La multinacional HP aspira a ser un referente internacional de la fabricación de piezas industriales a gran escala. Además, su nuevo centro de impresión 3D se ha convertido en un modelo de transformación industrial, en una escuela de talento de primer nivel y proporciona a sus clientes soluciones que permiten una producción sostenible. Actualmente, HP tiene más de 1.000 máquinas de impresión 3D funcionando en toda Europa y, concretamente en España, el crecimiento está en torno al 36%.
La compañía insiste que la fabricación aditiva no es una apuesta de futuro, es una realidad. De hecho, la impresión 3D ofrece un abanico amplio de ventajas, ahorrando costes y tiempos en sectores como el del automóvil, el médico o el de la moda. Tal como comenta Miguel Armero, esta disciplina comporta un cambio de filosofía de los mismos diseñadores industriales. "Antes, tenían que pensar en que su producto respondiera a una fabricación viable, ahora cualquier diseño que ejecuten se podrá fabricar".