Huelgas inadvertidas

Iberia anuncia ocho nuevas jornadas de protesta del personal de tierra, los tripulantes de cabina de Ryanair ya llevan seis y Trablisa mantiene la huelga indefinida

Iberia convoca nuevas jornadas de huelgas y Ryanair denuncia que se vulneran sus derechos | iStock
Iberia convoca nuevas jornadas de huelgas y Ryanair denuncia que se vulneran sus derechos | iStock
Barcelona
16 de Septiembre de 2019
Act. 16 de Septiembre de 2019

Continúan las huelgas, aunque inadvertidas, en los diversos aeropuertos estatales. Mientras Ryanair ya ha ejecutado seis de las 10 jornadas de huelga convocadas por los tripulantes de cabina contra los cierres de las bases del aeropuerto de Girona, Tenerife Sur, Gran Canaria y Lanzarote, Iberia vuelve a la carga y anuncia ocho jornadas de huelga del personal de tierra en todo el Estado. Huelgas que se anuncian, pero que -la mayoría- pasan inadvertidas: sin imágenes de caos ni largas colas en las mesas de reclamaciones. El Ministerio de Fomento ya se encargó de fijar unos servicios mínimos para Ryanair del 100% para los vuelos no peninsulares, de los cuales el 60% de los peninsulares e internacionales se tienen que realizar con un tiempo de desplazamiento inferior a cinco horas, unos servicios mínimos que los sindicatos ya denunciaron como "abusivos". Además, advierten que se está convocando más personal de guardia que en un día habitual. Mientras tanto, la dirección de Iberia mantiene las negociaciones paradas y UGT ya ha dicho "basta". Trablisa, por su parte, ya lleva más de un mes de huelga indefinida en el aeropuerto del Prat.

 

La aerolínea de la IAG ya había convocado el 5 de septiembre una nueva huelga en el aeropuerto del Prat para el puente de la Mercè, concretamente los días 21, 22, 23 y 24 de septiembre, un anuncio al cual la dirección de la compañía había respondido que suspendía temporalmente las conversaciones para pactar un nuevo convenio colectivo. De hecho, Iberia consideró entonces que no podía continuar negociando el convenio "bajo el principio de buena fe" si continúa "sometida al chantaje permanente de huelgas". Esta negativa ha desembocado en la convocatoria de ocho jornadas más de huelga, que se llevarán a cabo todos los lunes entre el 30 de septiembre y el 18 de noviembre en los aeropuertos de todo el Estado. La protesta se suma ya a las decenas de cancelaciones de vuelos de Vueling e Iberia este septiembre.

 

UGT: "La dirección de Iberia no ha dejado otro camino para resolver la precariedad laboral denunciada desde hace tiempo"

Bajo el argumento de que "ya no hay excusas: ni temor a un Brexit, ni a una futura crisis, ni a la amenaza de pérdida de contratos", UGT -el sindicato mayoritario en Iberia- hace un llamamiento a las otras fuerzas sindicales a añadirse a la protesta puesto que considera que la dirección de Iberia "no ha dejado otro camino" para hacer que la empresa cumpla sus reivindicaciones y "resolver la precariedad laboral denunciada desde hace tiempo en los aeropuertos, en la dirección técnica, en los servicios centrales y en todos los centros de trabajo".

En este sentido, el sindicato considera que ya hizo un "enorme ejercicio de responsabilidad" en el anterior convenio después de aceptar reducirse el sueldo y las condiciones para todos los trabajadores. Desde entonces, añaden los trabajadores, la situación de la compañía "se ha revertido" y se han disparado los beneficios, la puntualidad y el volumen de trabajo en todas las áreas. Y "todo gracias en un 99% al esfuerzo de los profesionales de esta aerolínea", motivo por el cual creen que "ha llegado el momento que estas mejores condiciones reviertan en ellos", sentencian.

Pérdidas, sanciones y bajas laborales

Por su parte, Ryanair también continúa su camino de reivindicaciones. El cierre de las bases de la aerolínea irlandesa del aeropuerto de Girona, Tenerife Sur, Gran Canaria y Lanzarote a partir de 2020 afectaría a 512 trabajadores. Es por eso que los tripulantes de cabina convocaron 10 jornadas de huelga, jornadas que, según denuncia el sindicato USO, "vuelven a verse vulneradas". Los tripulantes de las bases de la compañía sostienen que cada jornada que dejan de pasar el servicio de bar a bordo, así como de vender sus productos -cosa que está teniendo un seguimiento de entre el 70% y el 100%-, puede hacer perder unos 40.000 euros de ingresos a la compañía porque, sostienen, "aunque las cifras de venta nunca son las mismas, sí que hay unos patrones".

Al mismo tiempo, denuncian que, por ejemplo en las Canarias, "las bases que ellos mismos denominan no rentables, con vuelos de larga distancia y muchos pasajeros británicos, se factura en servicio a bordo y ventas unos 20.000 euros por día: entre 5.000 y 6.000 en Lanzarote, de 6.000 a 8.000 en Las Palmas y de 7.000 a 9.000 en Tenerife". Ahora no venden nada, a no ser que algún pasajero necesite una botella de agua. Según el miembro del comité de huelga de USO y tripulante de cabina Tenerife Sur, Marco Rodríguez, a pesar de que en las bases peninsulares se vende menos, "en Girona se pierden unos 5.000 euros por jornada". Todo ello, sumado a las otras nueve bases que tiene la aerolínea y que no están afectadas por el cierre, provoca que la compañía pierda unos 40.000 euros al día.

USO denuncia que "ya no es que cumplan el 100% de los servicios mínimos, sino que hay más plantilla trabajando en días de huelga, el 110% de lo habitual"

Pero la cosa todavía va más allá. Rodríguez denuncia que "ya no es que cumplan el 100% de los servicios mínimos, sino que hay más plantilla trabajando en días de huelga, el 110% de lo habitual". Si en Girona en un día normal hay una persona de guardia por la mañana y otra por la tarde, en días de huelga, sostiene, ponen siete por turno. Por todo ello, la Generalitat ya ha advertido a Ryanair que les sancionará con 44.000 euros por vulnerar el derecho de huelga y obstruir la actividad inspectora, según avanza La Vanguardia. La propuesta de sanción de la Inspección de Trabajo contempla 24.000 euros por vulneración de derecho de huelga y 20.000 por obstrucción de la actividad inspectora, cosa que ha detectado que está haciendo la compañía. Una vez hecho esta propuesta, la aerolínea puede recorrer ante el Departament de Treball y, si lo hace, éste analizará sus argumentos. En caso de que no haya recurso, Treball ejecutará la sanción.

Además, USO advierte de que esta situación de"incertidumbre por sus puestos de trabajo y su impotencia de no poder reclamar ejerciendo su derecho en huelga, está teniendo consecuencias en la salud de los tripulantes", cosa que, subraya, ya está desembocando en "cuadros de ansiedad con bajas e, incluso, alguna hospitalización".

Trablisa mantiene la huelga indefinida

A estas huelgas, se suma la del personal de seguridad del aeropuerto del Prat, los trabajadores de Trablisa, que mantienen la huelga indefinida de 24 horas desde el 9 de agosto con unos servicios mínimos decretados por la Delegación del Gobierno en Catalunya del 90%. Reclaman que se les compense la sobrecarga de trabajo con un plus de un euro por hora trabajada, además de formación, que se cumpla con la paridad entre los trabajadores y que se garanticen los descansos. También denuncian que se vulnera el derecho a huelga y que ha habido supuestas anomalías en los protocolos de los filtros de seguridad, así como que supuestamente la empresa se ha llevado a trabajadores a otras ciudades para cubrir los puestos de trabajo de los que secundan la huelga. Aun así, sin embargo, al aeropuerto de Barcelona no se han generado colas más allá de las habituales para el periodo vacacional.

 

Precariedad laboral, falta de negociación del convenio colectivo, cierre de bases con el consecuente despido a algunos trabajadores, bajas laborales... Según UGT, la convocatoria de huelga "es la última herramienta que tenemos los trabajadores para hacer valer nuestros derechos, pero en esta ocasión, la actitud de Iberia no deja otro camino". ¿Poner hilo a la aguja para resolver "la precariedad laboral denunciada desde hace tiempo" o ir hacia el camino, como sostiene USO, de sufrir "un daño a la salud y un riesgo para la propia seguridad aérea"? Los órganos sancionadores tienen parte de la sartén por el mango para velar para que se garanticen los derechos de los trabajadores y estas protestas no pasen inadvertidas; las empresas, para negociar unas nuevas condiciones.