Hyperloop Sí, Corredor No

Mientras los jóvenes luchan por un mundo en el que puedan vivir, las guerras del pasado se siguen enquistando

El Corredor és una necesidad para el crecimiento de la economía del mediterráneo | iStock
El Corredor és una necesidad para el crecimiento de la economía del mediterráneo | iStock
Valencia
04 de Junio de 2022

Si no comenzamos a asumir realidades, difícilmente podremos enfrentarlas desde lugares distintos para obtener resultados diferentes. Planteemos una hipótesis: que España fuera un país que vela por generar acciones estratégicas que beneficien a todos sus ciudadanos, independientemente de filiaciones políticas y grado de importancia percibido a nivel regional.

Esto, ahora que se buscan sinergias turísticas con Portugal, hubiera derivado en una enorme mejora de las comunicaciones con Extremadura, la mayor puerta de entrada (y de salida, no nos olvidemos) del país luso. También, por qué no, se destinarían más fondos a unas Islas Canarias que no solo generan turismo, sino que se están convirtiendo en un polo mundial de recepción de nómadas digitales que buscan teletrabajo… y pagan impuestos nacionales.

Pero, por encima de todo, en una nación con 1.600 kilómetros de costa mediterránea, donde además se sitúan gran parte de las industrias estratégicas propias y sobrevenidas, generar estructuras que mejoren su competitividad incidirían de manera global en las finanzas e inversiones españolas. En el último mes, fondos europeos destinados al Corredor Mediterráneo han sido derivados a comunidades que no lindan con el Mare Nostrum como Madrid o Castilla-La Mancha. Ante esto, sorprendentemente (o no tanto ya) el Senado explicó que la definición del Corredor establecida en los reglamentos continentales se compone de los ramales litoral… y central.

Se quejó Juan Roig en una reunión de la Asociación Valenciana de Empresarios del reflejo constante de informaciones sobre las compañías del IBEX 35 y no de las propias

Hablemos ya con claridad, llegados a este punto: se quejó Juan Roig en una reunión de la Asociación Valenciana de Empresarios del reflejo constante de informaciones sobre las compañías del IBEX 35 y no de las propias. Pero, años después de iniciar las ‘presiones’ para agilizar los tramos viarios necesarios desde Andalucía hasta Catalunya, es más que evidente que el peso de los empresarios de estas regiones en las decisiones últimas del Gobierno es residual.

Vamos incluso más allá. El mensaje de modernización gracias a las inversiones que supondrá el dinero de los fondos Next Generation mira más hacia la disrupción que hacia los transportes clásicos. Aun siendo necesario reducir los tránsitos por carretera para derivarlos a los raíles merced al Green Deal que apuesta por transportes sostenibles para combatir el cambio climático.

Hyperloop suena mejor que Corredor. Startup suena mejor que UTE. Innovación suena mejor que tradición, por muy eficiente que sea esta última. Y los mensajes derivan a cambiar los modelos para cambiar el planeta. No deja de ser curioso, sin embargo, que si el ramal paralelo a la costa hubiera sido construido hace tiempo la contaminación ya hubiera bajado, el volumen de negocio se hubiera incrementado, las inversiones en territorio propio se hubieran multiplicado y la competitividad de España se hubiera acrecentado enormemente.

Startup suena mejor que UTE. Innovación suena mejor que tradición, por muy eficiente que sea esta última

Tampoco es baladí pensar que el Hyperloop podría cambiarlo todo, sin duda, pero no es solo el tiempo que resta para que eso ocurra. Es también el coste (de infraestructuras y medioambiental) que va a suponer hasta que pueda viajarse o transportarse mercancías mediante levitación magnética. Pese a la propuesta de la valenciana Zeleros para reducir el dinero a desembolsar en estas circunstancias.

No son tiempos para divisiones, aunque las vivamos a diario. Pero, desafortunadamente, ni los dirigentes políticos ni empresariales parecen estar a la altura de la visión global que necesitamos. Y mientras los jóvenes luchan por un mundo en el que puedan vivir, las guerras del pasado se siguen enquistando.