"Estoy convencido de que en 2023 seremos un banco mejor, más competitivo y adaptado a los nuevos tiempos". Así lo aseguraba el consejero delegado de Ibercaja Víctor Iglesias durante la presentación del Plan Estratégico 2021-2023 del banco con sede en Zaragoza. Un plan clave en medio de la crisis del coronavirus en el que se apuesta por "crecer en empresas, banca personal y seguros". Y es que como explica Iglesias, es el momento de "superar las asignaturas pendientes". Eso sí, con una intención segura: descartando ninguna fusión y seguir manteniéndose independientes.
Desde Ibercaja aseguran que su estrategia pasa por "ser más flexibles, más ágiles y más enfocados en la creación de valor para clientes y accionistas". Además, el banco se pone el hito de ser más rentable, con un regreso sobre el capital (ROTE) en 2023 de más del 7% -el doble del 2020-, para ser "más sostenible como proyecto y más atractivo para los inversores como futura entidad cotizada".
Su presidente, José Luís Aguirre, asegura que el plan es "ambicioso" pero también "ilusionante", y considera que "hay espacio para entidades bancarias medianas que sean libres de su actuación, que estén muy capitalizadas y muy gestionadas, con estructuras de costes ajustadas y especializadas en segmentos de negocio con recorrido".
El banco espera salir a bolsa en el próximo ejercicio y seguir manteniendo la independencia
Un ojo puesto en la bolsa
Uno de los claros objetivos de la entidad es salir a bolsa "a finales del 2021 o principios del 2022" como vía para reducir del 88% al 40% la participación de su fundación, algo que tiene que hacer por obligación del gobierno español. A pesar de que no se espera, pues, que cotice hasta el próximo ejercicio, Iglesias asegura que ya hace dos años que en Ibercaja lo tienen todo a punto para hacer el salto a bolsa. Si bien es cierto que son momentos complicados para cotizar, la entidad cree que a finales de 2021 o principios de 2022 habrá oportunidades mejores y se retomará la iniciativa "cuando haya una ventana".
De hecho, Ibercaja tiene hasta finales de 2022 para poder hacer el salto a bolsa, después de que el Gobierno concediera al banco un año más para reducir las participaciones de su fundación, debido a las contingencias por la pandemia de coronavirus. De todos modos, si no se diera la oportunidad adecuada para hacer el salto, la entidad "tiene otras opciones para hacer la desinversión obligada de la fundación" a pesar de que aseguran que "la opción preferida es hacerlo con la salida a bolsa".
"Estamos totalmente preparados para cotizar cuando las circunstancias del mercado lo aconsejen"
En palabras del consejero delegado, "hace tiempo que lo tenemos todo listo. Preparamos al banco de manera exitosa para poder salir a Bolsa, recorrimos todas las etapas para salir al mercado. En marzo de 2020, estábamos justo en el punto de abordar la última milla, que era la presentación en Madrid a inversores internacionales". Así pues, "estamos totalmente preparados para salir cuando las circunstancias del mercado lo aconsejen", ha asegurado.
Descartando fusiones
Aguirre tiene clara una cosa: no se plantea ningún tipo de fusión o integración con ninguno otro banco, a pesar de la insistencia de los técnicos. Algo cada vez más complicado en la vorágine de fusiones y absorciones bancarias del momento, pero el presidente de la entidad asegura que todavía "hay un espacio para entidades bancarias medianas". De hecho, ésta es la idea de su plan estratégico: "consolidar el proyecto propio e independiente", según asegura su consejero delegado, a la vez que recuerda que Fundación Ibercaja -la principal accionista del banco- celebrará los 145 años de existencia el próximo mes.
"No estamos pensando en ninguna operación corporativa, no está en nuestra hoja de ruta"
Así pues, no está en sus planes la no-continuidad de Ibercaja. "No estamos pensando ninguna operación corporativa, no está en nuestra hoja de ruta ni en nuestro pensamiento", explica Iglesias. Además, según el consejero delegado, Ibercaja se puede llegar a beneficiar de las fusiones de CaixaBank con Bankia o la de Unicaja con Liberbank para captar nuevos clientes que vengan de estos bancos, principalmente empresas.
Así lo ha remarcado también el presidente de la entidad, quien asegura que Ibercaja "cumplirá con todos los parámetros para seguir en solitario gracias a sus fortalezas históricas", eso sí, siempre apelando la "prudencia en la toma de decisiones" y su expansión en Madrid y el Arco Mediterráneo.
Asignaturas pendientes y objetivos principales
Así pues, con este plan ambicioso Ibercaja encara un bienio que quiere acabar con una rentabilidad (ROTE) de más del 7%, su ratio de capital CET 1 fully loaded por encima del 12,5% y una ratio de activos improductivos por debajo del 5%. Además, su proyecto también pasa por repartir en dividendo un pay out del 50%, una vez que el BCE levante el veto a la remuneración al accionista. Ahora el dividendo va en su gran mayoría destinado a la fundación, pero cuando inicie su cotización lo repartirá con el resto de inversores.
A la vez, entre sus principales metas prevé multiplicar por 1,5 las captaciones de nuevos clientes en banca personal y privada, así como lograr un 23% más de clientes vinculados en banca de empresas. En consecuencia, aumentar en 50 puntos básicos la cuota de crédito en empresas; crecer el 8% anual en gestión de activos (fondos de inversión, planes de pensiones y united-link); y un 6% la cartera de seguros de riesgo. Todo, pero, en solitario.