La actividad en préstamos y capital riesgo del Institut Català de Finances (ICF) repuntó un 17% el 2023, hasta alcanzar la cifra de 641 millones de euros. La consejera delegada del ente, Vanessa Servera, ha presentado el balance de actividad del pasado ejercicio en rueda de prensa, donde ha justificado este aumento a causa de los créditos, que se dispararon hasta los 597,2 millones de euros. Es decir, un incremento del 25% interanual.
En cuanto a las inversiones de capital riesgo del ICF, estas cayeron un 35,4%, hasta 43,8 millones. Servera ha explicado que esta corrección es la tendencia en el mundo financiero, puesto que durante los dos ejercicios anteriores hubo una actividad muy elevada por las recuperaciones a la pandemia. En cambio, durante el 2023 el sector tuvo un comportamiento muy similar al de antes del impacto de la covid-19.
Las inversiones de capital riesgo han disminuido más de un 35%, pero han vuelto a cifras preCovid
La entidad cerró el año con un beneficio neto de 49,5millones de euros, lo que supone un incremento del 83,7%. Este crecimiento se impulsó gracias a los aumentos de los tipos de interés, a pesar de que Servera ha recordado que la ganancia se reinvierte. Por otro lado, la cartera de préstamos del ICF acabó el 2023 en 2.245 millones de euros, registrando un ligero aumento del 0,7%, en contraste con la disminución del 4% observada en el conjunto del sistema financiero, mientras que el índice de morosidad se situó en el 7,1%, con una reducción de 0,4 puntos porcentuales. Con todo, la institución efectuó 91 operaciones de reestructuración con un coste de 63,5 millones de euros. En este sentido, después de anteriores ejercicios de mucho gasto, la pandemia ya ha quedado definitivamente atrás, y de hecho el ICF redujo un 45,6% esta partida respecto al 2022.
Los créditos del ICF Agroliquiditat disparan las operaciones
Por otro lado, el total de operaciones se multiplicó por tres el 2023, hasta 1.567. El motivo principal es la línea de agroliquidez, que concentró 1.236 de estas operaciones y 77 millones de euros en total. En concreto, estos préstamos ofrecen créditos de entre 50.000 y 100.000 euros a los payeses con dificultades de tesorería y está bonificada al 50% por la Conselleria d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat, que asume un 2% del interés. El objetivo de estas ayudas es paliar los efectos del cambio climático.
La partida para el sector primario es de 55millones de euros, de los cuales ya se han entregado 20 millones, según Servera. El resto está previsto que se distribuyan durante el resto de año, a pesar de que el Govern ha abierto la puerta aumentar la línea de financiación si se produce una alta demanda y se estima conveniente. Estos créditos, sin embargo, no son los únicos que tiene disponible el ICF. La entidad también financia proyectos "transformadores" de payeses que buscan contribuir a causas comunes, coomo la reducción del consumo de agua o cambiar las variedades cultivadas.