La Comisión Europea ha presentado esta mañana un paquete de medidas para acelerar las devoluciones de impuestos a inversores transfronterizos en la Unión Europea y evitar acciones que permitan la evasión de impuestos. Con la nueva normativa, el ejecutivo comunitario quiere agilizar los procesos para efectuar las devoluciones fiscales sobre dividendos cuando existe doble imposición y obligar a los estados a crear un certificado digital de residencia fiscal.
Algunos países de la UE realizan retenciones a cuenta a los inversores que viven en otro país por dividendos o bonos soberanos y estos deben volver a pagar en su país los impuestos sobre la renta por estos ingresos. El objetivo de la propuesta de Bruselas es evitar que el proceso de reclamación sea "largo, costoso y farragoso". Las nuevas normas planteadas por la Comisión Europea quieren armonizar también los procesos en las agencias tributarias y los inversores con un certificado común de residencia fiscal digital. Se evitarán así los 450 formularios que existen en la actualidad y el proceso para reclamar la devolución de impuestos podrá realizarse con un único documento electrónico.
El ejecutivo comunitario quiere agilizar los procedimientos para hacerlos más rápidos. Para ello, propone la opción de aplicar un alivio directo a la fuente para que a la hora de cobrar el impuesto sobre el dividendo ya se aplique el tipo pactado en el acuerdo de doble tributación. La segunda opción es garantizar que la devolución se realice en un plazo máximo de 50 días desde que se ha realizado el pago.