Impuestos para seducir el votante

Los partidos se disputan el 24 de mayo ayuntamientos y comunidades autónomas, un escenario donde los impuestos pasan a ser moneda de cambio para atraer votos

El domingo 24 de mayo se celebran elecciones municipales en todo el Estado y en 13 comunidades autónomas
El domingo 24 de mayo se celebran elecciones municipales en todo el Estado y en 13 comunidades autónomas
Aiats Agustí
21 de Mayo de 2015
Act. 21 de Mayo de 2015
Este domingo los partidos políticos se disputan 8.000 ayuntamientos y 13 comunidades autónomas. Un escenario donde los impuestos pasan a ser moneda de cambio para seducir los votantes a pesar de que los consistorios y los gobiernos regionales no tienen competencias sobre algunos impuestos. Ahora bien, sería erróneo afirmar que los ayuntamientos no pueden decidir sobreimpuestos: impuestos de actividades económicas, impuesto de bienes inmuebles, circulación, plusvalía y construcciones y obras son gestionados por ayuntamientos y comunidades autónomas (CCAA). Además, los ayuntamientos pueden cobrar tasas por servicios concretos como por ejemplo basura, abastiment de agua, pueden cobrar por contribuciones y poner sanciones (como las multas de tráfico). El resto de ingresos provienen de las transferencias de fondos que reciben del Gobierno Central y las respectivas comunidades.

Impuestos, tasas en función de donde vivos
Cada ayuntamiento decide de manera directa sobre estas tasas y hay grandes diferencias entre ciudades a todo el Estado. El IBI es de obligado pago, pero el tipo de gravamen aplicado varía entre cuitats. Por ejemplo, Valencia lo tiene al 0,886%, Málaga al 0,451%, Madrid al 0,548%, Sevilla al 0,722% y Barcelona al 0,75%. La tasa por el servicio de recogida de basura también cambia entre ciudades, Madrid lo tiene suprimido desde este 2015, en Barcelona cuesta unos 110 euros, como Córdoba, en Sevilla vale unos 50 y en Zaragoza se encuentra entre 34 y 38 euros, para poner algunos ejemplos.

Algunos consistorios ya entraron en campaña con los presupuestos del 2015 congelando tasas, como por ejemplo Lleida, Tortosa o Calella entre otros muchos. El Partido Popular en Valencia con Rita Barberá y Esperanza Aguirre en Madrid ya ha prometido rebajarlas, mientras PSOE y Ciutadans quieren reducir las cargas sobre las clases trabajadoras; y Podemos e Izquierda Unida, además, proponen subirlos en las clases más ricas y a los pisos vacíos.

En definitiva, las diferencias tributarias entre las autonomías se han intensificado en los últimos años. Dos contribuyentes que cobran el mismo sueldo, reciben idéntica herencia o se compran una casa por un determinado precio, pagarán más o menos impuestos en función de la comunidad de residencia. Por este motivo la armonización fiscal también entra como un gran tema en esta campaña.

Impuesto sobre la renta de las personas físicas
El IRPF es el tributo más importante por recaudación y las comunidades tienen competencia sobre la mitad del impuesto. La reforma fiscal aprobada por el Gobierno redujo sensiblemente los tramos y los tipos del impuesto, una medida que la mayoría de comunidades replicaron con mayor o menor fidelidad. Autonomías como Andalucía y Cataluña rechazaron replicar la rebaja aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy, mientras que otras autonomías como Madrid o La Rioja dieron un paso más allá y fijaron rebajas superiores a las estatales.

Impuesto sobre el patrimonio
El impuesto sobre el patrimonio fue eliminado por Zapatero en 2008. Ante la fuerte caída de ingresos lo recuperó de forma temporal. Hoy, todas las comunidades aplican este tributo que pagan los contribuyentes con un patrimonio superior a los 700.000 euros. A excepción de Madrid, que mantiene una bonificación del 100%. En cambio, Cataluña ha rebajado el mínimo exento hasta los 500.000 euros.

Sucesiones y vivienda
Las diferencias en cuanto al impuesto que se pagan cuando se recibe una herencia son remarcables entre comunidades. Madrid, Galicia, La Rioja y Baleares lo bonifican hasta el 99%.

El impuesto que graba la compraventa de viviendas de segunda mano, o el impuesto sobre actos jurídicos documentados quedan en un segundo plano a los programas políticos o no aparecen, todo y las grandes diferencias entre comunidades: del 6% en Madrid o del 10% en Cataluña, País Valenciano o Galicia.

Poco margen de maniobra
A pesar de que las campañas electorales son perfectas para prometer rebajas de impuestos, bien es verdad que las CCAA tienen poco margen de maniobra para prometer alegrías presupuestarias: el Programa de Estabilidad 2015-2018 que el Gobierno Central envió a Bruselas apunta que las comunidades aprobarían subidas fiscales para reducir el déficit. Los programas de los partidos políticos proponen medidas para reconducir esta situación y los recopilamos a continuación.

Partido Popular
El modelo del PP se basa a impuestos bajos y poco progresivos. El gobierno reformó el IRPF de cara al año que viene anticipándose a las generales reduciendo los tramos de 7 a 5, bajando todos los tipos y dejando sociedades en un tipo único del 25%.

El PP se compromete a rebajar los impuestos autonómicos al máximo posible y algunos de los barones, como José Antonio Monago (Extremadura), también se comprometen a rebajar otros tributos autonómicos, como el impuesto de transmisiones patrimoniales o actos jurídicos documentados. El programa del PP por las autonómicas no hace referencia al impuesto sobre patrimonio. Si que hablan del de sucesiones y se limitan a decir que defienden reducirlo.

PSOE
En materia fiscal, en el programa del partido socialista aparecen medidas de ayuda a los emprendedores y a las familias pero apenas aparecen referencias en esta materia.

Los socialistas plantean recuperar Patrimonio y unificarlo con el IRPF, igual que Holanda y Suecia, porque sea un impuesto sobre las rentas globales del contribuyente y no se perjudique a las rentas salariales.

En cuanto al impuesto de sucesiones, el partido de Pedro Sánchez alega que este es un tributo "crucial por la promoción de la igualdad de oportunidades y que las comunidades han entrar en competencia, pero no concreta medidas específicas.

Ciutadans
El partido de Albert Rivera tiene un proyecto ambicioso, pero tendrían que gobernar a la Moncloa, puesto que las comunidades autónomas no tienen las competencias para las propuestas que hacen. Prevé modificar los tipos del IVA y también llevar a cabo reformas profundas en el IRPF (sólo tres tramos del IRPF: 18%, 28% y 42%; Sociedades, único del 20%). Así mismo, proponen un complemento salarial garantizado que asegure unos ingresos mínimos a cada familia.

En cuanto a los impuestos autonómicos, propone una armonización de tipo entre autonomías y eliminar las diputaciones. El partido de Rivera propone, en cuanto a patrimonio, aplicar el impuesto a partir del millón de euros. Sobre sucesiones propone un mínimo exento por toda España por herencias inferiores a 1 millón de euros y por sobre apuestan por la armonización en todo el Sido fijando unos márgenes por las comunidades.

Sobre ocupación, Ciutadans apuesta por el contrato único para reducir las diferencias entre los trabajadores fijos y los temporales. Sin embargo, para imponer este modelo tendría que aprobarlo desde el Consejo de Ministros.

Podemos
El partido de Pablo Iglesias quiere poner fin a la competencia entre comunidades y el dumping fiscal. De cara al 24­M Podemos propone que la fiscalidad de los territorios tenga la mayor uniformidad posible: armonización fiscal y una mayor coordinación entre el ejecutivo español y los gobiernos territoriales para combatir el fraude fiscal.

En cuanto a impuestos, propone recuperar patrimonio, reduciendo el mínimo a los 400.000 euros; eliminar los bonificaciones en sucesiones y donaciones para los rentas altas (apostando también por la armonización) ; revisar la cuota autonómica del IRPF –aumentando su progresividad–, y crear nuevas figuras medioambientales, que incluirían una ecotasa turística.

También incluyen medidas hipotecarias: dación en pago con carácter retroactivo y un plan de reestructuración de la deuda familiar con la revisión del valor real de las viviendas que se hubieran adquirido en la época de la burbuja inmobiliaria. Esta renegociación la quieren extender también a los pequeñas y medianas empresas para poner fin a la situación de ahogo, creando, además, un sistema de microcréditos. El programa también prevé que en ningún caso no es cortará la luz, el gas y el agua a los colectivos más vulnerables, y es recuperará así el carácter público de estos servicios.

Izquierda Unida
IU, por su parte, quiere impulsar una auditoría ciudadana de la deuda en las CCAA y los municipios. También proponen la creación de una Banca Pública.

El partido que lidera Alberto Garzón quiere que todas las lavas tributen del mismo modo, bien por el capital o el trabajo: proponen una reforma fiscal que sea efectivamente progresiva y afirman que "no se trata de más o menos impuestos, sino de justicia fiscal". También mencionen el IBI en la iglesia y ven necesario una reforma de la legislación tributaria y la AEAT para acabar con la economía sumergida y el fraude fiscal.

Este partido también quiere imponer un nuevo tributo a las grandes fortunas, aunque probablemente, para hacerlo tendrían que gobernar también La Moncloa. Así mismo, IU quiere promover un salario fijo a todos los asalariados. Este partido también apuesta para eliminar las diputaciones y se apunta a las ayudas a los emprendedores y a las madres trabajadoras, que son generalizadas.