"Hay que fabricar máquinas para fabricar máquinas, lo que no hace la máquina se fabricar máquinas" es una frase magistral de M. Rajoy que define como de preocupado está el presidente del gobierno español por la industria del país. Y de la idea y proyecto que tiene para que el Estado español no quede al vagón de cola de la actual revolución industrial –si bien en las anteriores, España ha ido siempre a rebuf-. Cataluña y el País Vasco han salvado los muebles e intentan ser referentes al sur de Europa de la Industria 4.0. Ejemplo de esto es la feria Advanced Factorías que estos días se celebra en la capital catalana y que este año cuenta como país invitado Alemania, artífice del concepto de industria 4.0.
Alemania, sí, siempre Alemania. Hay varias acepciones –cuarta revolución industrial, ciberindústria, industria integrada, fábrica conectada, IoIT o smart industry, como prefieren los escandinavos-, pero el origen del término se lo adjudica la primera economía europea. Si lo hace un alemán, seguro que es de calidad (con permiso del dieselgate). De donde proviene el concepto, pero?
El año 2011 aparecía el término: Hennng Kagermann, Wolf Dieter Lukas y Wolfgang Wahlster publicaban el estudio Industrie 4.0: Mit dem Internet der Dinge auf dem Weg zur 4 Industriellen Revolution (Industria 4.0: Con la internet de las cosas en el camino hacia la cuarta revolución industrial). Según detalla Thomas Schulz, experto en el tema, los autores planteaban que después de las revoluciones anteriores –vapor, electricidad, especialización del trabajo, electrónica- el actual momento basa la revolución industrial en los sistemas ciber-físicos (CPS): internet, big data, analítica, integración, etc.
La Plattform Industrie 4.0 fue fundada el abril del 2013 a partir de tres asociaciones privadas para digitalizar la industria: BITKOM (Federal Association for Information Technology, Telecommunications and NewMedia ), VDMA (German Machinery and Plant Engineering Association) y la ZVEI (The Electrical and Electronic Manufacturers' Association).
A la vez, el Ministerio Federal de Educación e Investigación ya publicaba las Recomendaciones para implementar la iniciativa estratégica INDUSTRIE 4.0. El avanttítol del estudio rezaba: "Asegurando el futuro de la industria manufacturera de Alemania".
Schulz: "El Gobierno federal da otra dimensión a la plataforma y la internacionaliza, hoy el concepto Industria 4.0 es universal"
El abril del 2015, los ministerios de Economía y Educación toman el relevo de la iniciativa. "El Gobierno le da otra dimensión a la plataforma, establece la internacionalización del proyecto y colabora con la China, el Japón, Estados Unidos y otros países europeos. Esto no se lo habrían podido permitir las organizaciones iniciales", apunta.
Las prioridades del Gobierno alemán fueron seis: estandarización y normas, investigación e innovación, marco legal, seguridad, educación y economías de plataforma. Del 2014 hasta el día de hoy se ha trabajado, según detalla el experto, en los tres primeros bloques –I+D, legal, modelos de negocio, estándares y propiedad de los datos-. A partir del 2018 el foco se centra apoyar a las pymes, educación, redes y cloud, plataformas digitales, sistemas autónomos y deep learning.
La hoja de ruta de la Plattform sigue a partir del 2021 hasta el 2023 con una adopción en masa por parte del mercado de la industria 4.0 en que el foco se centrará en los modelos de negocio digitales y las plataformas de plataformas y la economía en red.
El resultado es que la industria alemana va abraonar-secon deleite. Pequeñas, medias y grandes empresas de todos los sectores están enchufados a la iniciativa del Bundestag. Y no sólo esto. Con el impulso gubernamental el concepto de industria 4.0 se internacionaliza: "Hoy en día la industria es más fuerte, no sólo la industria alemana". De hecho, a la Plattform hay empresas que operan en Alemania, pero no tienen por qué serlo: GE, IBM, Microsoft, HP, etc.
Reflexiones desde la fábrica
En el web de la Plattform hay un mapa con más de 300 casos de éxito y ejemplos de aplicaciones de tecnología en fábricas. Algunos de los participantes al Advanced Factorías comentan con VÍA Emprendida su visión de la Industria 4.0.
Trumpf se dedica a dar soluciones en la fabricación del metal. De manera interna empezó, sin saberlo, a aplicar el concepto de industria 4.0 dentro de sus fábricas: "Como hacer que estas innovaciones beneficien también a nuestros clientes?", dice Adriana Menjón, portavoz de la compañía. La innovación interna como modelo de negocio.
"A nuestros clientes, sobre todo pymes, no los queda claro que es la industria 4.0, por eso también hacemos una tarea de explicación y bajar el concepto a la Tierra: explicar qué herramientas existen, son reales, qué soluciones hay y proponemos", dice la portavoz.
García: "La industria 4.0 facilita el acceso a la robótica y la automatización de procesos a las pymes"
Industria 4.0 es el nombre, el marketing, de las posibilidades de la digitalización aplicadas a la fábrica. Esta revolución intenta descompartimentar la innovación que quedaba, muchos golpes, reservada a grandes empresas. Tal y cómo explica el portavoz de Schunk, empresa dedicada a automatización, Javier García, "la industria 4.0 facilita el acceso a la robótica y la automatización de procesos a empresas que hasta ahora no podían".
La revolución 4.0 es la digitalización de las pymes, según dice García: "Hace años sólo emprendidas con grandes producciones podían acceder a la automatización, por eso el automóvil echaba del carro". Hoy en día, a cualquier empresa que produce le puede interesar contar con un robot, sensores de mantenimiento preventivo o tantas otras tecnologías.
La Plattform Industrie 4.0 ha ayudado mucho las empresas alemanas para que "las grandes compañías expliquen cuáles son las posibilidades tecnológicas que ofrecen". Obviamente, no se trata sólo de marketing, sino que "la tecnología también es más fácil de aplicar actualmente, el acceso al conocimiento también es más fácil", concluye.
Salvar Alemania y, de retruque, el mundo
La cancillera alemana, Angela Merkel, afirmaba en un discurso el octubre del 2014 a la octava Cumbre Nacional de IT: "Alemania tiene la oportunidad de ser líder en la industria 4.0".
En plena crisis económica, Merkel sabía que el mercado alemán (y europeo) no podía atrapar otras economías en sectores que ya estaban muy maduros, como la producción de chips. El 2013 a la cumbre de IT de Hamburgo, Merkel dijo: "Con la conexión de tecnologías digitales con productos industriales y logísticos -Industria 4.0- Alemania tiene la oportunidad de avanzar".
La cancillera dejó claro que no quiere que Europa continúe constantemente detrás de los Estados Unidos y la China en la competitividad global de este sector. El 2009 la industria alemana tocó tierra y sólo aportaba el 27,8% del PIB alemán. Cuando Merkel pronunció estas palabras la industria alemana ya volvía a representar un 30,1%.
En Alemania se llama que "wenn Volkswagen niest, dann hat Wolfsburg die Grippe", cuando Volkswagen estornuda, Wolfsburg tiene la gripe. Se puede decir, pues, que "cuando Alemania estornuda, Europa tiene la gripe". Merkel sabe que tenía que salvar la industria alemana –y al resto nos iría bien-.
La economía alemana ha crecido un 0,6% al último trimestre y un 2,2% al conjunto del 2017, el crecimiento más grande desde el 2011. El PIB alemán crecerá un 2,6% este año 2018 y si se confirma la cifra, este será el crecimiento más gordo desde el 3,7% registrado el 2011. La industria manufacturera alemana da trabajo a 5,5 millones de personas (sin contar energía y construcción).