Cinco grandes industrias del sector sanitario y farmacéutico se han encontrado en el Tribuna de Sant Cugat Empresarial para reflexionar sobre la gestión de la pandemia del coronavirus. Uno de los aspectos que se ha afrontado es la liberación de las patentes para acelerar la vacunación y extenderla en todo el mundo. Una reivindicación que incluso ha hecho suya el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Pero la industria farmacéutica lo tiene claro: no es la solución. Uno de los más contundentes ha sido Jaime Vives, consejero delegado de Roche Diagnostics a España, que ve estos discursos cómo "populistas": "La patente es la culminación de muchos años de trabajo, que acaba en una fórmula. Si se libera, no empezarán a hacer vacunas mañana".
Más fábricas y más vacunas
El problema, ha señalado, es la infraestructura que se necesita para fabricar vacunas a gran escala y con una calidad constante: "Hay muy pocas fábricas que lo pueden hacer". Una visión similar a la de Jose Terencio, vicepresidente de Innovación de Grifols: "La liberación de patentes no tendrá un impacto importante, sino hacer más fábricas y más vacunas. Y esto no se hace liberándolas".
"Todo el conocimiento de las empresas no se consigue en un mes. Se tienen que poner más fábricas y hacer más vacunas", ha resumido Terencio. Además, ha defendido las patentes cómo el elemento "catalizador" para fomentar la innovación. "Las patentes no solucionarán la situación", ha enfatizado.
Mario Rovirosa: "Si cualquiera puede fabricar vacunas, será un desastre"
Mario Rovirosa, CEO de Herrero, ha advertido de los peligros de "simplificar", por ejemplo los discursos que vinculan la liberación de las patentes con las subvenciones recibidas. "Hay mucho conocimiento que solo pueden poner las empresas". "Necesitas experiencia para hacer vacunas, no es dar la receta y la haces. No te saldrá igual. Tienes que llevar muchos años", ha insistido Xavier Carbonell, CEO de Palex.
En cambio, Rovirosa ha abierto otro debate: el precio. "Hay algunas vacunas que se venden prácticamente a precio de coste y otras que van con margen; quizás aquí se puede hacer algo". "Si cualquiera puede fabricar vacunas, será un desastre", ha resumido.
"Se han tenido vacunas antes porque hay muchas empresas que han invertido durante años. Esto es lo que hace la industria farmacéutica", ha reivindicado el vicepresidente de Grifols.
La lección a aprender
Los representantes de las cinco industrias han insistido en la necesidad de sacar lecciones positivas de la pandemia. Y una de las más importantes es la colaboración y el trabajo en equipo que ha permitido, por ejemplo, sacar adelante las vacunas. "Hemos demostrado que juntos podemos y puede surgir un nuevo modelo colaborativo", ha reclamado el director general de Boehringer Ingelheim España, Peter Plöger.
Algunos cómo el consejero delegado de Roche han señalado que hasta ahora percibían desconfianza y falta de reconocimiento por parte de la administración y ha mostrado su esperanza que cambie: "Espero que haya servido para establecer esta confianza. El problema de la industria cuando negocias con el sistema público es que no hay confianza. Lleva a una burocracia ingente y sin sentido".
Respiraderos de la Seat
En este sentido, han lamentado que la administración pública tuvo olvidado parte del sector al inicio de la crisis. Por ejemplo en el caso de Palex, con quien no se pusieron en contacto de manera rápida: "Está muy bien que Seat haga respiradores, pero si nosotros los traemos cada mes, conocemos proveedores, las rutas... Y esto no ha sido tan fácil".
"Las empresas del sector, cuando empezó la emergencia, nos pusimos a trabajar muchas horas. Lamentablemente el gobierno tardó un tiempo. Una lección es que nos falta preparación", ha apuntado Jaime Vives. Rovirosa ha narrado un encuentro digital con el govern de Catalunya en veraon, en que se comprometieron a crear una mesa de trabajo con la industria. No ha sabido nada más.
La dependencia exterior
Otro aspecto que ha sacado a la luz la pandemia ha sido la dependencia con el exterior. La necesidad de mascarillas, respiraderos u otros productos se cubrió especialmente con empresas extranjeras. "La pandemia, entre las pocas cosas buenas, ha sido la conciencia de la soberanía industrial", ha asegurado el secretario general de Industria del gobierno español, Raül Blanco.
Mario Rovirosa: "La presión sobre los precios la sigo viviendo con extrema crueldad"
El CEO de Herrero, pero, no acaba de confiar que esto acabe impregnándose en la administración. "Desde el 2008 hemos creado un sistema que piensa en el último céntimo de euros y esto lleva a una presión de precios muy grande", ha explicado. Este hecho provoca que si quieres un producto muy económico, tienes que elegir proveedores de la China o India.
"Esta dependencia nos hace débiles. No soy muy optimista porque no estamos ni saliendo de aquí y la presión sobre los precios la sigo viviendo con extrema crueldad".
El final de la pandemia
Los cinco protagonistas han aprovechado para valorar cuando ven el final de la pandemia. A pesar de reconocer que se está saliendo del túnel, avisan que todavía falta para volver a la normalidad. "Tendremos que convivir con el virus y las medidas un tiempo más", ha apuntado Jaime Vives.
Y es que la vacuna no es el final de la pandemia, tal como ha recordado el consejero delegado de Roche: "La vacuna no es suficiente. Hace falta una terapia por las personas enfermas. Hasta que no lo tengamos, el más prudente será mantener las normas de la distancia, la mascareta. La vacunación está bien, pero se tiene que poder combatir la dolencia. Tendremos que esperar y no tengo ninguna fecha".
Y todavía más allá. Se habla de la inmunidad de rebaño a España por el verano, pero el director general de Boehringer a España ha lanzado una advertencia: "El 70 % a España no es suficiente. A nivel global se habla del 2023. Pensar que mañana ya se acaba, no".