La inflación continúa retrocediendo en Catalunya. El pasado agosto, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 2,4% y se acortó medio punto respecto a los datos de julio (2,9%). No fue el único indicador a la baja: también la tasa intermensual se precipitó un 0,1%, según ha confirmado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Tal y como avanzó el INE a finales de agosto, la principal causa de este descenso fue el retroceso de los precios de los carburantes en comparación al mismo mes del año pasado y, en grado más bajo, a la disminución de los precios de la alimentación y las bebidas no alcohólicas, que bajan más que en agosto de 2023.
En concreto, destaca el fuerte aumento de los precios de los hoteles (4,3%), otros (4,1%), las viviendas (3,9%), bebidas alcohólicas y tabaco (3,7%) y enseñanza (3,3%). Por otra parte, los alimentos y bebidas no alcohólicas (2,6%) subieron a un ritmo inferior, así como ocio y cultura (2,3%); medicina (1,9%); traje y calzado (1,1%) y menaje (0,4%). Otros ámbitos como las comunicaciones (-0,4%) y el transporte (-1,1%), directamente descendieron.
El Estado, a la baja
En el conjunto del Estado, el IPC interanual se situó en el 2,3%, cinco décimas menos que el mes anterior (2,8%), y la tasa anual de la inflación subyacente bajó una décima, hasta el 2,7%. Esto quiere decir que a pesar de la dinámica a la baja, Catalunya se encuentra todavía una décima por encima de la media estatal en este apartado.
En concreto, los territorios que lideraron esta media fueron País Vasco (2,6%), Canarias (2,5%) y Aragón, Asturias y La Rioja (2,4%), mientras que los crecimientos más bajos se produjeron en Ceuta (1,6%) y Melilla (1,3%).
En Catalunya, la variación interanual del IPC por provincias se produjo de forma desigual. Mientras en Lleida y Barcelona fue del 2,5%, Girona presentó un 2% y Tarragona un 1,9%. Los precios descendieron un 0,1% en Barcelona, Lleida y Girona y se mantuvieron en Tarragona respecto a julio.