El Banco de Inglaterra ha parado la subida del tipo de interés por primera vez desde finales de 2021. Después de catorce incrementos consecutivos, la entidad ha optado por mantener los tipos en el 5,25%, al considerar que la inflación en Reino Unido ha empezado a reducirse de forma significativa.
Si bien la tasa de inflación se mantiene por encima del objetivo del 2%, los últimos datos apuntan que esta se situó en el 6,7% durante el mes de agosto, una décima menos que en julio y 1,2 puntos respecto a junio. El cambio de estrategia anunciado este jueves coincide con el que llevó a cabo la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), que en el pasado mes de junio optó por una pausa después de quince meses consecutivos al alza.
Los últimos datos apuntan que la tasa de inflación se situó en el 6,7% durante el mes de agosto
A pesar de la parada, el precio del dinero en Reino Unido se mantiene en máximos que no se veían desde abril de 2008. Aun así, la decisión no se ha adoptado de forma unánime. En el comunicado publicado este jueves, el banco central británico ha detallado que cinco miembros del comité de política monetaria han votado a favor de mantener los tipos, mientras que cuatro han votado a favor de incrementarlos.
En este sentido, el Banco de Inglaterra defensa que la estrategia de mantener una política monetaria restrictiva empieza a tener efectos negativos tanto en el mercado laboral como en la economía en general. "A raíz de los incrementos significativos de los tipos de interés, consideramos que la política monetaria actual ya es bastante restrictiva; por eso en esta reunión el comité ha votado a favor de mantener la tasa", resume.
Comparativa con el BCE y la FED
El anuncio del Banco de Inglaterra llega después de que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal de los Estados Unidos tomaran sus decisiones sobre los tipos de interés. En el caso del BCE, la institución optó la semana pasada por una subida de 0,25 puntos, situando el tipo básico en el 4,5%. A pesar de tratarse de la décima subida consecutiva y que sitúa el precio del dinero en máximos de los últimos 22 años, el banco central también dio a entender que no habría nuevas subidas, al menos a corto plazo.