Los representantes de los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) y los analistas económicos coinciden en señalar que este 2023 será año "complicado", "complejo" y con una gran "incertidumbre" para el sector inmobiliario si bien mantienen el optimismo. Meses atrás, las previsiones eran peores aunque den por sentado una caída de las operaciones, de alrededor del 20%. Así lo han constatado los participantes de la octava Tribuna Inmoscopia 2023 que este martes ha analizado en Barcelona las expectativas de los profesionales y empresas inmobiliarias. Y no han ahorrado las críticas políticas.
En una mesa redonda sobre las perspectivas para este 2023, Rafael Arcas, socio de Financial Advisory Deloitte España, indicó que "vienen curvas, pero no serán tan pronunciadas" como esperaban hace unos meses. Si bien este año "no será tan bueno" como el anterior, esperan "un mercado activo" sobre todo en el segundo semestre del año aunque no ayude al encarecimiento de los tipos de interés. Por lo que respecta al caso concreto de las oficinas, hoteles y logística, apunta que esta crisis limitará los afectos a los activos obsoletos, que no tengan en cuenta la sostenibilidad o que no respondan a las necesidades de los usuarios.
Judit Montoriol, economista principal de CaixaBank Research, indicó que este último informe prevé una caída de las operaciones inmobiliarias en torno al 20% para este año y que, respecto al precio, se notará en la vivienda de segunda mano, que bajará ligeramente, pero no en la obra nueva, que se estancará. El informe también augura una ralentización de la economía española hasta calcular el crecimiento en tan sólo un 1%. Prevé que los tipos de interés se situarán poco por encima del 3% como máximo.
Julián Salcedo, presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios, advirtió que los indicadores del gobierno español “son buenos” en lo que se refiere al PIB (en torno al 5% el año pasado) ya la creación de empleo pero que apuntan hacia una desaceleración cuando se comparan con los de 2021. Ante este panorama, indicó que surgen obstáculos como la inflación y la deuda pública (que se ha incrementado en 50.000 millones de euros en los dos últimos años), un déficit que, en la su opinión, puede convertirse en estructural. Sobre el inmobiliario, afirmó que el acceso a la vivienda es uno de los problemas “más graves” y que irá en aumento, tanto en la compra como en el alquiler. Y calificó de “error” que el Gobierno central estudie tratar como “gran tenedor” a los propietarios con cinco viviendas por considerar que son “pequeños tenedores”.
En otra mesa redonda sobre la situación del mercado inmobiliario, Vicenç Hernández, presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya y de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, indicó que existen indicios que apuntan a un “cambio de ciclo ”. Y apuntó, para este año, un ligero descenso en los precios de la vivienda de segunda mano y su mantenimiento en los de obra nueva.
Xavier Vilajoana, presidente de APCE: "Hay un déficit estructural de producción de vivienda, deberían construirse 25.000 al año y se está en 15.000"
Xavier Vilajoana, presidente de la Asociación de Promotores de Catalunya (APCE), subrayó que existe un “déficit estructural” de producción de vivienda: deberían construirse 25.000 al año y se está en 15.000, según sus datos. Se quejó de que los promotores tarden tanto tiempo en la tramitación administrativa como en la construcción del inmueble. Sobre los precios, recordó que "los promotores venden al precio que el mercado puede absorber". Y fue muy crítico con la reserva del 30% para la vivienda social que aplica el Ayuntamiento de Barcelona.
Lorenzo Viñas, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Barcelona y Lleida, se centró en la rehabilitación de vivienda al recordar que "es una oportunidad extraordinaria, única" porque llegan fondos europeos para estas actuaciones "y los hemos de saber aprovechar”. También fue crítico con la administración como la mayoría de los participantes cuando reclamó que haga una "intervención mínima, la justa, sin poner trabas en el mercado".
Guim Costa, decano del Colegio de Arquitectos de Catalunya, hizo hincapié en que es necesario potenciar la rehabilitación (el año pasado, cayó un 1,6% respecto al 2021) y celebró que ya se hayan impuesto los criterios de sostenibilidad.
Gerard Duelo, presidente del Colegio de APIs de Barcelona y presidente del Consejo General de Colegios de APIs de España, exhibió optimismo, pero no por los datos expuestos, sino porque como presidente de los Apis le toca “poner esa cara”.
Vicenç Hernández, presidente de la Asociación de APIs de Catalunya, pide a los políticos que "dejen de utilizar el sector inmobiliario como campo de pruebas inútiles"
El más crítico hacia la administración fue, precisamente, Vicenç Hernández, presidente de la entidad organizadora de la tribuna, quien en su discurso inicial pidió a la clase política que “dejen de utilizar el sector inmobiliario como campo de pruebas inútiles” y que “no impongan la ideología”. Pidió que los gobernantes acaben con la ocupación ilegal, con la reserva del 30% para vivienda social en Barcelona, con la “burocracia administrativa” y con los “topes” en las rentas del alquiler. También cargó contra la gestión de los fondos Next Generation: "son una cuestión de fe, muchos dicen que existen, pero pocos los han visto".
Marina Berasategui, secretaría de Vivienda de la Generalitat, ofreció "mano extendida y colaboración". Y expuso tres retos: las dificultades de los jóvenes para acceder a la vivienda, el envejecimiento del parque de vivienda y su encarecimiento, lo que puede convertirla en un elemento para la especulación.
Francisco Javier Martín, director general de Vivienda y Suelo del Gobierno de España, se centró en la necesidad de producir vivienda asequible, en la sostenibilidad y en la defensa de la colaboración público-privada. Subrayó que el reto es que la vivienda social se acerque a la media europea.