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Inversión extranjera: seducción catalana vs. "distorsión" estatal

Catalunya representa el 22,5% del total del Estado español, si no se tiene en cuenta el efecto sede

Cataluña capta el 22,5% de la inversión extranjera al Estado | iStock
Cataluña capta el 22,5% de la inversión extranjera al Estado | iStock
Barcelona
25 de Julio de 2019
Act. 25 de Julio de 2019

No es ninguna novedad. Catalunya lidera la inversión productiva extranjera instalada en el Estado español conel 22,5% del total, un porcentaje superior al de su PIB -que es del 19%- y "también al porcentaje de Madrid". Así lo pone de relevo el análisis de la Cambra de Comerç de Barcelona sobre el Impacto económico de la inversión extranjera directa en Catalunya, que confirma que "el clima político no ha tenido impacto sobre los activos productivos", a pesar de que, en palabras del presidente de la institución, Joan Canadell, "el Estado español no favorece las inversiones en Catalunya y sí la economía madrileña".

Ahora bien, el jefe del gabinete de estudios de la Cambra, Joan Ramon Rovira, advierte de que, aunque estos datos estén extraídos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, si se suma el efecto sede, "se distorsiona la realidad". Y se distorsiona porque pasa del 22,5% de inversión extranjera directa para Catalunya al 13% y del 17,1% de la Comunidad de Madrid a un 68,1%. Las cifras demuestran, pues, que "se subestima entre un 30% y un 40%" en el caso de Catalunya y "se multiplica entre tres y cuatro veces" en el caso de Madrid.

De hecho, y cómo recuerda Canadell, el efecto sede sólo representa un cambio en el registro mercantil, cosa que no quiere decir que las empresas "cojan la maleta y se marchen". Precisamente por eso, el cálculo elaborado por la Cambra sobre el "grado de distorsión" asociado al efecto sede "valora la influencia real del inversor extranjero". Si, además, a todo esto se suma el hecho de que el Gobierno español daba el liderazgo a Madrid en su informe sobre inversión extranjera que muchos medios difundieron "sin contrastar" y "vamos diciendo a los empresarios de la península que Catalunya va fatal, acaban marchando", señala el presidente de la Cambra, que lamenta que "si no se descuenta el efecto sede, Madrid parece la grande beneficiada". "Tenemos que tener cuidado con que comunicamos porque puede afectar a la economía", insiste.

 

De momento, sin embargo, y según datos que la Cambra extrae de los medios de comunicación, su presidente recuerda que "de lo que llevamos de año se han implantado en Catalunya 75 empresas", cosa que demuestra que "lleva un ritmo similar al del año pasado, que cerró en julio con unas 80 empresas". Ante esto, Canadell tiene claro que hay que dar un paso más adelante y tiene por objetivo incluir en el informe de 2020 una parte microeconómica. Para hacerlo, la dirección de la Cambra irá a visitar todas las empresas de inversión extranjera que venden en Barcelona y Catalunya para conocer los motivos que les han hecho viajar hasta la capital catalana y en qué les puede ayudar la institución para hacerlos más grandes.

El procés pone Barcelona en el mapa

Cómo ya dijo Pimec durante la presentación del Anuario de la pyme catalana 2019, el procés no ha tenido efectos sobre la economía catalana. En este sentido, Canadell va un paso más allá y considera que si a menudo Barcelona no está entre los planes de las compañías internacionales para invertir, es porque no es una capital, y se muestra completamente seguro de que la capital catalana "está mucho más en el mapa gracias al procés y esto puede tener un efecto positivo porque te das cuenta de que está mucho mejor situada". Aún así, el presidente de la Cambra admite que "es probable que alguien se haya echado atrás también", aunque, "aún así mantenemos un nivel muy bueno".

Esto se nota y, de hecho, la inversión extranjera en Catalunya ya genera más capacidad productiva que la Comunidad de Madrid. La evolución entre 2013 y 2017 demuestra como el territorio catalán ha hecho el sorpasso a Madrid en esta cuestión y, de los 113.747 millones de euros de inversión extranjera que recibe toda España, 25.593 millones de euros vienen de Catalunya, mientras que 19.451 millones de euros vienen de Madrid. Este giro empezó a producirse en 2010, paradójicamente coincidiendo con los tímidos inicios del procés, cuando se celebraba la manifestación contra de la resolución del recurso de inconstitucionalidad sobre el Estatuto de Catalunya efectuada por el Tribunal Constitucional.

De este modo, el peso de Catalunya sobre el total estatal "se mantiene relativamente estable" entre 2003 y 2017, mientras que, según subraya el estudio, Madrid pasa a representar más de una cuarta parte del Estado a representar una sexta parte perdiendo peso por debajo de Barcelona.

 

Esto también se nota en la ocupación. Si bien la consellera d'Empresa i Coneixement, Àngels Chacón, ya recordaba en junio que un 7,2% de los puestos de trabajo que se crean en Catalunya provienen de la inversión extranjera, una creación de ocupación que se ha elevado un 70% en 2018 respeto al año anterior con 5.455 lugares creados; la Cambra pone de relevo que Catalunya también representa, en este sentido, el 22,5% de la ocupación de la inversión extranjera que se crea en el Estado. En este punto, Catalunya no supera a la Comunidad de Madrid, que es el 29,5% del total, pero sí que refleja "una transformación estructural de la economía catalana hacia actividades más intensivas en capital que en trabajo".

Pero en Madrid se concentra más ocupación proveniente de la inversión extranjera seguramente por "la concentración a la capital del Estado de actividades profesionales y técnicas asociadas con la inversión extranjera, relativamente más intensivas en capital humano que en físico", tal y cómo subraya el informe.

 

Por lo tanto, los datos recogidos por la Cambra elevan al 9,5% la ocupación creada en Catalunya por la inversión extranjera: de 3.316.200 puestos de trabajo creados, 313.535 vienen de empresas de fuera. Esto pone de manifiesto "la magnitud del impacto de la inversión extranjera sobre la ocupación total en Catalunya y la estabilidad que muestra a lo largo del tiempo es evidencia de hasta qué punto los factores que afectan a la inversión extranjera están estrechamente asociados con los que determinan la evolución de la economía catalana en su conjunto".

 

Cómo dice Canadell, "Catalunya es atractiva", pero todavía "necesita un marco institucional lo más favorable posible para atraer inversiones". "Nos podríamos preguntar qué pasaría si tuviéramos un Estado a favor o si Barcelona fuera una capital de Estado" o "qué habría pasado si no hubiera existido los hechos de octubre en 2017 en términos de inversiones". Y todo, teniendo muy claro que, aunque, como señala Rovira, "todas las inversiones son bienvenidas", "cada vez más tendríamos que evitar competir con costes relativos y nos tendríamos que focalizar en la calidad de las inversiones que venden de fuera".

Sin ser capital, ni tener los recursos necesarios, Barcelona y Catalunya están en el mapa del mundo y así lo demuestran las cifras, los datos y los hechos. Y es que, subraya el presidente de la Cambra, "a pesar de la presión política que ha sufrido este país en el último año, la economía catalana presenta una fortaleza y una resiliencia encomiables".