Las universidades viven tiempos convulsos y la pandemia no ha hecho más que empeorar la situación. Se han convertido en centros de aprendizaje cuando tendrían que ser el epicentro de la creación de nuevo contenido e investigación. El Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol ha organizado la sesión Como aprovechar los fondos europeos para liderar en innovación e investigación? En esta charla han participado Luis Garicano, eurodiputado y vicepresidente de Renew Europe, Andreu Mas-Colell, catedrático de Economía de la UPF y Toni Roldán, director de EsadeEcPol quién ha moderado el debate. Según los mismos ponentes, parece que la investigación española ha encontrado un punto de inflexión por el que empezar a reconstruir este ecosistema para la investigación: el dinero europeo.
La Comisión Europea decidió que España sería uno de los países con más ayudas durante los próximos años. Desde la iniciativa Next Generation UE, que consiste en dar ayudas a los países de la Unión Europea para intentar amortizar la caída debido a esta crisis económica y social que es la COVID-19. La cantidad exacta que recibirá el Estado español son 140.000 millones de euros, un 52% a fondo perdido, es decir, sin necesidad de regreso; y un 48% en préstamos, que equivalen a unos 67.300 millones de euros.
El Estado español recibirá 140.000 millones de euros -un 52% a fondo perdido y un 48% en préstamos- de la CE. Los fondos se gestionarán des del gobierno
Toda la sesión ha girado alrededor de dos mismos aspectos. Cuál sería la forma de conseguir que los fondos fueran destinados a la investigación y cómo se conseguiría aprovechar los fondos al máximo para obtener un mejor resultado. Tal como ha explicado Garicano: "Los fondos se gestionarán desde el gobierno de cada país".
Así pues, será el gobierno quien dictamine donde se invierte el dinero y dónde no. Aún así, Garicano ha dejado claro que la Comisión Europea ha expresado alguna serie de requisitos que tienen que seguir los gobiernos: "una de las principales claves es utilizar estos fondos para ampliar el capital humano y esto implica, evidentemente, las universidades".
La universidad después de la pandemia
Los ponentes han podido responder preguntas al final del acontecimiento online. Una de las más populares ha sido los cambios que ha provocado la pandemia y que ha significado para las universidades. Andreu Mas-Colell ha explicado que el cierre de las universidades nos han enseñado dos cosas: "Durante este tiempo hemos podido ver que las clases magistrales están obsoletas y el futuro son las clases presenciales pero con reducción de alumnos".
Mas-Colell: "Hemos podido ver que las clases magistrales están obsoletas y el futuro son las clases presenciales pero con reducción de alumnos"
Por otro lado, Luis Garicano ha resaltado cómo la pandemia nos ha obligado a cubrir una necesidad que poco a poco se irá incorporando en las clases de todas las universidades del país, "estas nuevas clases más reducidas en formado seminario ayudan a conseguir una educación mucho más personalizada".
A la vez, Andreu Mas-Colell ha propuesto su solución personal al problema de los fondos. "Nuestra necesidad principal en el ámbito de investigación es atraer talento", ha explicado el catedrático. No es ningún secreto que muchos jóvenes españoles deciden buscarse la vida fuera del país, puesto que las condiciones de trabajo mejoran exponencialmente.
Buscarse la vida fuera
Uno de los factores más afectados por esta condición es el sector de la investigación. Mas-Colell pide al Gobierno una inversión de mil millones de euros para poder atraer 2.000 investigadores a Catalunya y a la vez generar más beneficios: "Me gustaría poder ofrecer contratos de cinco años a investigadores porque volvieran al país a trabajar".
Los dos ponentes han coincidido a la hora de hablar de las universidades como epicentro de estas nuevas plazas de investigaciones y han hecho una breve mención al ministro de Universidades, Manuel Castells, remarcando que su actuación ante la inversión en talento está siendo tranquila pero poco penetrante o directa.
También han coincidido en el hecho de que los fondos para la investigación tienen que seguir activos, puesto que son imprescindibles para la evolución de la productividad española. Mas-Colell ha acabado pidiendo más vínculos entre empresas y universidades: "Las empresas tendrían que poder contar con el talento que hay en las universidades para sus propias investigaciones. En un futuro, ambas tienen que ir de la mano".