Los productores de guisante garrofal en Sant Andreu de Llavaneres prevén tener una cosecha "con la calidad de siempre", pero un 20% inferior a la del año anterior a causa de las altas temperaturas registradas este invierno. Joan Mora, agricultor y exalcalde del municipio del Maresme, recuerda que a esta variedad "le gusta el frío" y que, al no tener, la planta ha sufrido mucho y se ha secado. "No creo que cosechemos tanto porque a pesar de que hemos podido regar, el guisante necesita frío y el agua de la lluvia".
A pesar de la ligera caída de la producción, Mora reconoce a la ACN que "no se pueden quejar" y que tendrán una buena temporada de guisantes. Ahora bien, lamenta que las cosechas se verán cada vez más afectadas por el incremento de las temperaturas y la falta de lluvias. "Estamos sometidos a la climatología y nos tendremos que adaptar como siempre hemos hecho los agricultores", ha añadido. Mora deja claro que la calidad del producto será como siempre, "excelente", y que la climatología adversa solo tendrá incidencia en la caída de la producción. Las lluvias de las últimas semanas, añade, no han llegado a tiempo para evitar la caída de la producción.
Mora: "La suerte que tenemos es que todo lo que cosechamos ya está vendido. En casa tenemos lista de espera"
Como ya es habitual, los tres productores de guisante garrofal de Sant Andreu de Llavaneres, la llamada "perla verde", ya tienen vendida toda la cosecha. "La suerte que tenemos es que todo lo que cosechamos ya está vendido. En casa tenemos lista de espera, y a medida que cosechamos vamos repartiendo por orden de pedido", señala satisfecho Mora. Ahora bien, a pesar de la alta demanda, los productores rechazan incrementar la producción porque esto afectaría a su calidad.
Los tres productores de guisante admiten que tienen que "jugar con la tierra que tienen y no hacer grandes producciones", puesto que actualmente cuentan con cinco hectáreas en el municipio para cultivar guisante garrofal y, además, cada dos años los campos tienen que descansar un mínimo de un año. A la exigua producción también contribuye el hecho que el guisante garrofal "cuesta de cultivar". Con un rendimiento de unos 700 gramos a un kilo por planta, muy por debajo de otras variedades, "cuesta mucho acumular producto". En este sentido, Mora apunta que los tres productores de Sant Andreu de Llavaneres pueden cosechar entre una tonelada y media y tres toneladas como máximo cada uno.
Nueva edición de 'Temps de Pèsols'
El Maresme ha acogido un año más el Tiemps de Pèsols, las jornadas gastronómicas de la "perla verde" de la comarca, un evento que resalta la tradición culinaria y la singularidad de los productos de km 0 organizado por el Consorcio de Promoción Turística Costa del Maresme. Unos setenta productores, elaboradores y restauradors del Maresme participan en el evento hasta el 1 de mayo.