El Índice de Precios de Consumo (IPC) en el Estado ha empezado el año con un incremento de una décima (5,8%) después de cinco meses consecutivos de bajadas. El indicador avanzado publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este lunes y que muestra el pequeño aumento de la inflación coincide con la retirada de la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante. Además, el indicador subyacente, aquel que no tiene en cuenta los alimentos no elaborados y la energía, ha subido cinco décimas, hasta el 7,5%, marcando la cifra más alta de su historia a pesar de las medidas anticrisis del gobierno español.
Observando la variación mensual, los precios de consumo han caído un 0,3% en enero en comparación con diciembre, según el indicador avanzado. En este sentido, el INE ha destacado la bajada de los precios de la electricidad cómo una de las claves.
La variación anual definitiva del IPC correspondiente al mes de enero se conocerá en las próximas semanas. Entonces el INE también publicará datos por comunidades autónomas y por grupos. De este modo, se concretará el efecto que han podido tener medidas cómo la rebaja del IVA de los alimentos básicos.
El INE también ha detallado que ha aplicado un cambio a la hora de calcular el índice, para adecuarlo a la normativa de la Unión Europea. Por primera vez se han incorporado indicadores sobre el mercado libre del gas y la electricidad, mientras que antes solo se recogían datos del mercado regulado. También se han modificado las ponderaciones, que a partir de este 2023 se harán de acuerdo con la estadística de ContabilidadNacional en lugar de la Encuesta de Presupuestos Familiares. Así, el transporte, por ejemplo, pasa a ponderar más que el año pasado, mientras que baja el peso del precio de la vivienda.