La espiral alcista de los precios a loEstado continúa descontrolada. Durante el mes de junio, el Índice de Precios de Consumo se ha situado en el 10,2 %, un valor que no se registraba desde abril del 1985. El retroceso del IPC de abril se ha revertido completamente en los últimos dos meses, con subidas próximas a los dos puntos porcentuales, con los precios de los carburantes y de los alimentos y bebidas no alcohólicas como principales motores; y el ocio y restauración en un rol secundario.
Los datos avanzados de precios de consumo publicadas por el instituto Nacional de Estadística confirman así la continuidad de una espiral inflacionista que se comenzó el pasado mes de marzo y que solo ha registrado tres pequeños retrocesos –junio '21, enero '22 y abril '22– inferiores en su punto porcentual. El último máximo se había marcado durante el mes de marzo de este año, con 9,8 puntos porcentuales. El IPC armonizado también logra un hito histórico: la llegada a las dos cifras, con una inflación de 10 puntos, según los datos provisionales del Instituto.
Así, la estabilidad de los precios en productos esenciales cómo la alimentación y las bebidas no alcohólicas registrada durante el año pasado se ha roto durante el 2022, a pesar de que el principal artífice de las sucesivas alzas a los precios a loEstado continúan siendo los carburantes, que ya hace tiempos que se sitúan por encima de los dos euros por litro. En comparación con la situación del 2021, los hoteles, restaurantes y cafés también muestran unos precios sustancialmente superiores, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística; en una cifra ligada presumiblemente al precio de los alimentos.
La subyacente, desancorada
Si bien durante buena parte del 2021 la inflación subyacente, aquella que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos del cálculo de los precios, se había mantenido anclada al 2 % –con cifras que en ningún caso llegaban a los tres puntos– el 2022 ha registrado aumentos sustanciales. Durante julio, el INE estima una subida de hasta seis décimas, hasta el 5,5 %. A diferencia del IPC general, este indicador permanece en una tendencia alcista sin interrupciones desde abril de 2021, y llega durante el séptimo mes del año a su valor más elevado desde el 1993.