"Perdona, ¿puedes prepararme un café con leche?" - "Sí, son 1.460 coronas islandesas y ahora te lo llevo a la mesa". Pago con tarjeta y notificación del banco al móvil al instante: "Has realizado un pago de 10 euros en el extranjero". Este es el coste de vida en Islandia que puede causar alguna sorpresa incómoda al visitante, pero que es habitual para un autóctono con un salario acorde al coste de vida y que no olvida lo que ocurrió con la crisis financiera de 2008. Un annus horribilis en el que colapsó el sector bancario en tan solo tres días, el PIB cayó siete puntos y la moneda -corona islandesa- se devaluó en un 80%. Pero con un añadido: comenzó un milagro económico que aún se estudia en los libros de historia.
¿Cuáles son los grandes clichés de Islandia? En primer lugar, no se puede hablar del país sin entender que se trata de una isla casi despoblada con 350.000 habitantes cerca del Círculo Polar Ártico, que ocupa titulares debido a las erupciones volcánicas, los terremotos diarios y que forma parte de las recomendaciones ideales para unas vacaciones rodeadas de aventura y naturaleza. Una nación que se ha convertido en la más igualitaria del mundo y que tiene un estilo de vida peculiar.
El annus horribilis
En 2008, Islandia fue una de las primeras víctimas de la crisis financiera global. A pesar de disfrutar de cierta bonanza a principios del siglo XXI y formar parte de los países con mayor bienestar del mundo, las entidades financieras operaban con poca regulación y se habían endeudado a niveles históricos. El experto islandés Gudrun Johnsen explica que durante el fatídico 2008, "el 97% del sector bancario colapsó en tan solo tres días, el PIB cayó siete puntos en un año y la moneda, que es la corona islandesa, se devaluó en un 80%". Es decir, la crisis financiera arrasó su economía.
Como sorpresa, al menos para los miembros del sur de Europa, el país decidió no rescatar sus instituciones financieras. La ayuda, en este caso, llegó con un préstamo de 2.100 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) y una garantía de 3.000 millones de dólares de sus vecinos escandinavos, grandes aliados de la isla desde hace siglos. Sin embargo, los hogares se endeudaron, la tasa de desempleo aumentó hasta el 9,4% y muchos islandeses emigraron en busca de mejores condiciones. En concreto, según las estadísticas, más de 5.000 islandeses se trasladaron a Noruega durante estos años.
Durante el 2008, los hogares se endeudaron, la tasa de desempleo aumentó hasta el 9,4%, y muchos islandeses emigraron en busca de mejores condiciones.
Protestas violentas, la dimisión del primer ministro Geir Haarde poco después, la propuesta de adoptar el euro como nueva moneda para salvar la situación o solicitar la adhesión a la Unión Europea fueron muy polémicas, hasta que en 2014 retiraron la solicitud.
Sin embargo, diez años después, el "milagro tuvo lugar". La diversificación de la economía, el auge del turismo, una población reducida que permitía más margen de maniobra, la apuesta por la energía limpia y la autosuficiencia repercutieron en una tasa de desempleo del 2,8%. En estos momentos, el salario medio de Islandia en 2022 es de más de 67.000 euros al año, según las estadísticas del gobierno islandés. Eso sí, los impuestos son elevados, alrededor del 34%, aunque está dividido por tramos, y muchos perciben alrededor de 2.500 euros mensuales netos.
El salario promedio en Islandia en 2022 es de más de 67.000 euros al año, según las estadísticas del gobierno islandés.
Además, cuentan con ayudas para el transporte, alquiler y disponen de comida gratuita en su lugar de trabajo. Todas las horas extras son remuneradas y aumentan considerablemente de precio si son en fin de semana o nocturnas. "En Islandia, si quieres, puedes ganar 5.000 euros netos al mes, pero sin disfrutar de vida social", señalan varios locales.
El papel de la mujer en Islandia
Islandia es el país del mundo con menor desigualdad de género, según el Índice Global de la Brecha de Género del Foro Económico Mundial, y lleva más de una década ocupando esta posición. En 2018, se convirtieron en el primer país del mundo en tener una ley que obliga a pagar igual a hombres y mujeres por el mismo trabajo.
Aunque las mujeres obtuvieron el derecho al voto en 1920, no fue hasta la década de 1970 que los movimientos de protesta y el cambio de mentalidad llegaron al país. Una fecha para recordar: el 24 de octubre de 1975, descrito como el "día libre de las mujeres". El país dejó de funcionar cuando el 90% de las mujeres islandesas no fue a trabajar y, además, dejaron a sus hijos al cuidado de los otros padres durante un día.
Islandia se ha convertido en uno de los países con la tasa más alta de participación de las mujeres en el mercado laboral, concretamente del 77%
En 1980, fue la primera democracia en elegir a una presidenta, Vigdís Finnbogadóttir. En 2009, la primera ministra islandesa, Jóhanna Sigurdardóttir, fue la primera líder mundial en declararse abiertamente lesbiana. Finalmente, según la OCDE, la isla se ha convertido en uno de los países con la tasa más alta de participación de las mujeres en el mercado laboral, concretamente del 77%.
"Gran parte de nuestro éxito se debe a formar parte del club de las cinco naciones nórdicas, las más igualitarias del mundo, y a que vivimos en un país poco poblado donde los cambios, si hay voluntad política, se pueden hacer rápidamente", apunta la directora de la Asociación Islandesa de los Derechos de las Mujeres, Brynhildur Heidar-og Ómarsdóttir, a los numerosos medios de comunicación interesados por el fenómeno.
El fenómeno de los volcanes
Islandia tiene aproximadamente el tamaño de Portugal y dentro de sus fronteras hay unos 30 volcanes activos. El país cuenta con un paisaje muy diverso que incluye icebergs, playas para pasear, lava solidificada, volcanes cubiertos de hielo, fiordos, montañas de color esmeralda, fuentes de barro, aguas termales, géiseres y parques naturales. Como curiosidad, y visto en primera persona, los islandeses transmiten en directo las erupciones volcánicas en restaurantes, bares y discotecas de la capital. Es motivo de celebración y lo definen como "el poder de la naturaleza".
No obstante, Islandia es un lugar tan agitado porque es una zona de conflicto tectónico, producto de una lucha entre placas. Para entenderlo en detalle, se encuentra en la dorsal mesoatlántica, que es un límite de placas entre la Norteamericana y la Euroasiática. Y debajo de la isla hay lo que se llama un "punto caliente", una zona del manto anormalmente caliente que podría estar alimentando gran parte de la actividad geológica.
Los islandeses retransmiten en directo las erupciones volcánicas en los restaurantes, bares y discotecas de la capital
Aunque la población lo celebre, los expertos coinciden en que con los volcanes islandeses conviene no bajar la guardia, especialmente por su amplio historial de erupciones catastróficas en el pasado. "El miedo a estos volcanes de Islandia tiene su justificación más reciente después de lo que ocurrió en 2010", apuntan a los principales medios de comunicación del país. La erupción del Eyjafjallajökull fue capaz de paralizar el espacio aéreo de todo un continente e incluso más allá, lo que hace que a cualquier persona se le disparen las alarmas. En aquella ocasión, la nube de ceniza enviada a la atmósfera por el volcán provocó la cancelación de más de 100.000 vuelos entre Europa y América del Norte en un período de ocho días, una situación caótica que muchos aún conservan en la memoria.
Bonustrack: el fomento del autostop y los trayectos compartidos
Una de las curiosidades que se llevan los turistas y una servidora es la casi nula presencia de transporte público en la isla y, por supuesto, aún menos de trenes. El transporte privado es mayoritario y, incluso, la industria del alquiler de coches está en auge, especialmente en época estival. Los taxis son prácticamente inexistentes y solo puedes viajar en coche, en tours organizados que rondan los 200 euros al día por persona o... haciendo autostop.
Según el Global Peace Index, es el país más seguro del mundo. Hacer autostop se ha convertido en una de las opciones más económicas en uno de los territorios más caros del mundo. Culturalmente, los islandeses no ven como "peligroso" el autostop y es común que lo lleven a cabo. En cinco minutos te recogen y durante el trayecto están encantados de contarte curiosidades y maravillas de un país desconocido para muchos, pero con muchas lecciones que aprender.