Jaume Guardiola nació un año antes de que los empresarios Joan Mas i Cantí, Carles Ferrer i Salat, Carles Güell de Sentmenat y Artur Suqué i Puig fundaran el
Le viene de familia la vocación financiera -fue consejero delegado del Banco Sabadell desde el 2007 hasta el 2020- y también una pasión: el FC Barcelona. Formó parte de la Comisión Europea del club azulgrana hasta que fue elegido presidente del
¿De qué manera prevé que se cuelen las elecciones en la Reunión?
No creo que se cuelen en el debate, pero entre pasillos seguro que estarán presentes. Veremos, además, cierto contraste en la perspectiva, puesto que nosotros estaremos debatiendo sobre geopolítica, pero vendremos de celebrar las elecciones municipales, que son las más próximas, las de política más próxima. Supongo que las elecciones serán una pregunta obligada para los políticos invitados, aunque partimos de que éste no es el objeto de debate de la Reunión.
¿Cómo percibe el debate generado a estas elecciones?
Estas han sido unas elecciones muy competidas, en las que se ha hablado mucho de la ciudad. En elecciones anteriores dominaba el debate nacional, pero en esta ocasión el debate ha ido enfocado a proyectos de ciudad, o a la manera de enfocar la modelo de ciudad. Y esto tiene mucho valor, es atractivo y aporta racionalidad.
Guardiola: "En estas elecciones el debate ha ido enfocado a proyectos de ciudad, y esto es atractivo y aporta racionalidad"
Y Barcelona, además, se presta a ser objeto de este debate. Al final, la ciudad es lo más parecido a una empresa, en la esfera pública. Me explico: para que funcione la ciudad tienes que levantar la persiana cada mañana, como lo haría el dueño de un comercio.
Habéis publicado la Nota de Opinión haciendo referencia a esta gestión de la ciudad, la misma semana de las elecciones. ¿Casualidad o intencionado?
La reunión anual ya la teníamos planificada y la nota siempre la publicamos apenas una semana antes. Y dudamos, ¿eh? Pero decidimos hacerlo, especialmente porque, con esta nota, hemos querido levantar la mirada; aportar una mirada larga al tema intergeneracional, al posicionamiento español y catalán respecto a Europa, a la necesidad de consenso...
La necesidad de consenso para encabezar los retos políticos.
Sí, y te diría que a veces abusamos un poco de la palabra consenso. Y quizás el concepto más adecuado -y necesario para el momento político actual- es compromiso, que en el ámbito político quiere decir que unos y otros renuncien a una parte de su posición por un objetivo más valioso: llegar a un acuerdo. Tomar decisiones, desde un gobierno o administración, sabiendo que éstas no superarán un ciclo electoral es, por definición, un error. Los cambios se tienen que hacer para que perduren en el tiempo, especialmente porque tienen un impacto en la gente.
Guardiola: "Tomar decisiones a sabiendas de que éstas no superarán un ciclo electoral es un error"
Esta es la primera Reunión del Cercle bajo su presidencia. ¿Qué encontraremos de nuevo?
Nos encontraremos con una Reunión que tiene vuelo, que tiene dimensión; y lo tiene especialmente desde que se trasladó a Barcelona. Este año hemos registrado récords de inscripciones.
Lo que también encontraremos, aunque no es del todo nuevo, es más espacio para la reflexión y la mirada larga, tanto en el terreno de la geopolítica como en el de la economía, y un poco menos de peso de política; aunque sí que hay presencia política.
Y tanto. Asistirán Pedro Sánchez, Pere Aragonès, José Luís Escrivà, Ada Colau, Alberto Núñez-Feijóo, Cobertizo Trzaskowski (el alcalde de Varsovia)...
Exacto. Hay políticos, pero son solo los necesarios, y con la intención de generar más debate del ámbito económico que no político.
Es miembro del Cercle desde el 1986. ¿A cuántas reuniones debe de haber asistido?
Muchas. Aunque durante una época, en mi fase de vida americana, no fui, y fueron casi 8 años. Pero diría que he asistido a una quincena de reuniones.
¿Hay alguna que recuerde como más trascendental?
La primera, en el Hotel Monterrey, en Lloret. La recuerdo porque yo era muy jovencito y hacía poco que había entrado en el Cercle. Como se hacía en la Costa Brava y éramos un número de socios mucho más reducido que el actual, tanto los participantes como los ponentes acabábamos pernoctando allí. Y era en estos momentos, posteriores a las jornadas, en la cena, donde se generaban debates casi más interesantes que las ponencias.
Yo era un pipiolo. Y me quedaba a escuchar lo que decían. Recuerdo una conversación de Felipe González y Ferrer Salat. El primero, en aquel momento, como jefe de la oposición, y Salat como presidente de la CEOE. Y recuerdo aquella conversación, en la que notabas un punto de interacción, donde ambos se retroalimentaban el uno a la otro. Y esto hoy en día cuesta verlo.
¿En el debate político?
Sí. Ahora es más endogámico. Unos y otros hablan solo con los suyos, con sus medios y sus acólitos. Y falta este intercambio real de reflexiones y propuestas. También porque el de aquel tiempo era un país en construcción, tanto España como Catalunya, con pocos años de democracia; y todo el mundo se necesitaba más.
Y a mí me gustaría que se recuperara este espíritu, muy presente en el Cercle, de hecho, desde sus inicios: el primer presidente del Cercle fue Carles Ferrer Salat y el primer secretario fue Ernest Lluch. El primero: un hombre del empresariado, presidente de Foment, creador de la patronal empresarial española, hombre importante en el deporte internacional y los JJ.OO.: el establishment en estado puro. Y Ernest Lluch: un profesor universitario, político, que fue ministro de Sanidad y Consumo y que, desgraciadamente, fue asesinado por ETA con 63 años. Los dos fueron la primera pareja de baile del
Guardiola: "Carles Ferrer Salat y Ernest Lluch fueron la primera pareja de baile del
Cercle d'Economia , y esto define su esencia"
Hay quien dice que la sociedad civil ha perdido presencialidad en los grandes debates económicos.
Normalmente, quien dice esto es alguien que vincula mucho esta sociedad civil con la pequeña burguesía catalana tradicional, pero el empresariado ha cambiado mucho su configuración en los últimos años. Hay menos empresas familiares -las que hay se tienen que proteger y defender-, y han aparecido otros jugadores, como los fondos de inversión, que desarrollan empresas, las unen y las ponen en el mercado. Y también hay toda una nueva economía emergente, más digital, con nuevos jugadores y agrupaciones empresariales.
Y quizás lo que le ha pasado a esta sociedad es que ha perdido la confianza en la clase política. Antes había un vínculo muy profundo con la política y ahora ha desaparecido un poco. Pero esto no quiere decir que no tengamos una sociedad civil con mucha conciencia -social, medioambiental, de los derechos humanos...-.
Una sociedad más concienciada pero menos implicada con la política.
Así es. Y nosotros podemos ayudar a crear puentes porque conocemos ambos mundos.
Guardiola: "El stock de bienes públicos y de funcionamiento de los servicios públicos de Catalunya está en los huesos"
¿Y en el debate territorial de Catalunya?
También. Ahora bien, Catalunya sufre una gran acumulación de déficits de financiación, además del famoso déficit fiscal. Si solo aplicas el criterio de ordinalidad y el coste de vida, y piensas en la acumulación de déficits de tantos años, en los que no se ha tocado el modelo, y en la carencia de ejecución de inversiones en infraestructuras, te das cuenta que el stock de bienes públicos y de funcionamiento de los servicios públicos de Catalunya está en los huesos. Y esto provoca problemas de cohesión social.
También decíais el otro día, en la presentación de la Nota de Opinión, que "no todos los males de Catalunya vienen de fuera".
Hemos destinado muchos esfuerzos durante años al debate identitario. Que si lo hemos tenido, es porque es importante y necesario, pero nos ha distraído en algunos aspectos económicos estratégicos y de gestión. Y tenemos ejemplos muy claros, como el de las energías renovables: hemos pasado, en 15 años, de ser líderes, a ser la última comunidad en producción de energía renovable. Hoy la producción de energía renovable de Catalunya no llega al 20% respecto a su consumo energético. Y en el conjunto de España este porcentaje está por encima del 50%. También lo vemos con los problemas de la sequía... Ahora tendremos que hacer una serie de inversiones para proyectos de reutilización del agua, que lo más normal hubiera sido tenerlas hechas.
Ahora estamos recuperando terreno, pero. La Generalitat está más instalada en el pragmatismo.
¿Europa también se está moviendo en este pragmatismo, después de tantos imprevistos y crisis?
A veces Europa se mueve a golpe de sustos. Lo ha hecho con la primera pandemia, la guerra, la crisis energética...
No tenemos una articulación natural de un estado o de una suma de estados asociados, que es lo que pretende a la larga Europa. No tenemos soberanía energética; en un proceso de desglobalización en el mundo, nos damos cuenta que tampoco tenemos soberanía industrial, que creímos tanto en la globalización, que transferimos y deslocalizamos cosas esenciales para la capacidad económica de un país. Y a raíz de esta sensación de que vamos tarde, sí que es verdad que hemos empezado a hacer ciertos movimientos federalizadores. Hemos tomado decisiones comunes ante el Brexit y la pandemia; hemos actuado conjuntamente con las vacunas, con los Next Generation, haciendo acuerdos para la industria...
Guardiola: "Si Europa quiere ser un jugador global y competir con EE.UU. y China, con un punto de personalidad y autonomía, tiene que avanzar en la unión fiscal, económica y bancaria"
Europa se ha puesto seria. Y la cuestión es si esto tiene continuidad o no. Porque si quiere ser un jugador global y competir con EE.UU. y China, con un punto de personalidad y autonomía, tiene que avanzar en la unión fiscal, económica y bancaria, con un fondo de garantía común.
¿Europa trabaja bajo presión?
Sí, y lo hace bien. Cuando tiene presión, reacciona bien. Ha hecho cosas que quizás nadie se imaginaba hace cinco o diez años. Y ahora la cuestión es si esto lo consolidaremos, si será capaz de trascender la actuación individual de cada país y volver a hacer un programa colectivo, bien estructurado y financiado, que aporte a Europa esta soberanía industrial.
Yo soy optimista porque parece que no tenemos opción, y más teniendo en cuenta toda esta economía emergente, con la inteligencia artificial, la protección de datos... Pero tenemos que tener en cuenta que Europa no tiene champions digitales.
No tiene tecnología champions, pero en el ámbito normativo, por ejemplo, sí que está consiguiendo un posicionamiento líder, con la Ley de inteligencia artificial, por ejemplo.
Sí, pero con esta dinámica tienes un riesgo. Si empiezas por la regulación -que es una tradición en Europa- pones una barrera a tus jugadores. Por ejemplo, Europa no tiene champions digitales, pero, en cambio, tiene champions bancarios: grandes jugadores bancarios que tienen gran presencia y control de la banca en Europa y también internacionalmente, fuera de Europa. Pero la regulación de los medios de pagos en Europa ha sido la más fair, y esto ha podido suponer una barrera para algunos jugadores. Ahora todos pagamos con Apple Pay sin problema, pero no sé si hubiera pasado lo mismo si Apple fuera una compañía europea.
Esta Europa de los valores, y de permitir la libre competencia y de la protección del consumidor -conceptos buenísimos-, a veces te dejan en inferioridad de condiciones respecto a tus competidores.
Guardiola: "Que Europa sea una reserva de valores, atrae talento internacional"
En la otra cara de la moneda...
Que Europa promueva y proteja estos valores, la hace también atractiva para el talento. Y esto, por ejemplo, lo vimos recientemente con la presidencia de Trump en EE.UU.. Vimos una importante migración hacia Europa de investigadores americanos o internacionales que trabajaban en Estados Unidos. La investigación básica alemana se puso al nivel de la americana, y esto pasó porque hubo mucha repatriación. Que Europa sea una reserva de valores, atrae talento internacional.
Un salto drástico: ¿se ve volviendo al Barça?
No lo sé. Soy buen culer y socio de toda la vida. He estado implicado en más de una comisión, con Joan Laporta y con Sandro Rossell. Mi familia ha estado siempre muy vinculada al Barça: mi bisabuelo, mi abuelo y su hermano, que fueron directivos del Barça. También mi padre, que fue el socio número 9. Siempre estaré cerca del Barça y, siempre que pueda, lo estaré ayudando.