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Joan Oliveras: "Los museos son jardines zen"

El presidente del MNAC alerta que "no está de moda invertir en cultura, pero es una estructura de Estado"

Joan Oliveras es el presidente del MNAC. | Carolina Santos
Joan Oliveras es el presidente del MNAC. | Carolina Santos
Barcelona
26 de Marzo de 2022
Act. 29 de Marzo de 2022

Joan Oliveras i Bagués es empresario, joyero y diseñador. También es un apasionado del arte y de la cultura, mecenas y activista de la sociedad civil del país. Es presidente de Bagués-Masriera Joiers y presidente del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). También ha sido vicepresidente de la Fundación Museo Picasso de Barcelona, miembro del patronato de la Fundación Gran Enciclopèdia Catalana, de la Fundación del Orfeó Català- Palau de la Música y de la Real Academia de las Bellas Artes de Sant Jordi, entre otros. Oliveras ha sido reconocido con la Medalla de Oro de la Fira de Barcelona, Medalla de honor del mérito de la Guardia Urbana de Barcelona y galardón de honor del Colegio Oficial de Joyeros de Catalunya. 

Recibe VIA Empresa en el despacho presidencial del MNAC donde hablamos de joyas, arte y cultura de Estado así como de la convivencia entre administraciones dentro del museo y de la movilización de la sociedad civil catalana. "La cultura no es juego sucio, sino el aprendizaje del otro", asegura. Después del café, hacemos una larga paseada por todo el MNAC para reencontrarnos con el espíritu del Románico. Más y mejor cultura en tiempos de guerra y pandemia. Una joya en un jardín zen. Para el recuerdo.

Empresario, joyero y diseñador.

Yo me reivindico como joyero. Bagués-Masriera Joiers es un proyecto cultural que tiene una relación histórica con el arte y los museos. Es la fusión de dos marcas: alta joyería convencional con lengua contemporánea y el gran fenómeno del modernismo. En la empresa siempre hemos hecho arte e investigación técnica y somos especialistas en esmalte. Mi inclinación con el mundo del arte me viene de oficio y me planteé desde muy joven el coleccionismo.

De las joyas a los museos.

Hacer el salto al mundo de la gestión del museo y ayudar a la viabilidad de su funcionamiento es un gozo y un regalo. Es una manera de colaborar profesionalmente con lo que he visto de cerca. Es un trayecto natural. Más allá de la aproximación al mundo del arte desde la obra y la creación, el Museo Picasso me ha servido de entrenamiento para descubrir la maquinaria de una institución museística. Es apasionante descubrir los museos por dentro. El Picasso es más pequeño que el MNAC, te lo puedes hacer tuyo más fácilmente pero como museo global tiene el mismo -con más o menos sufrimiento-. Me ha ayudado a aprender la mecánica, la dimensión y la aproximación poliédrica a escala social y de actividad. El MNAC te sorprende y te atrapa. 

"La cultura es el cáliz de la resolución de conflictos y la supervivencia de la civilización. La menospreciamos, la utilizamos poco y hablamos demasiado de ella"

¿Qué supone el arte y la cultura?

Son palabras muy grandes. El arte es una aproximación de lenguajes a través de los cuáles se interpela a la sociedad. El arte es una actitud de compromiso y un lenguaje de comunicación que tiene la interpelación como finalidad. El arte tiene la contemplación, la expresión y la validación de un tercero. Va mucho más allá de la medida contemplativa o el elemento plástico.

El arte es muy bestia, desde cine hasta arte plástica o fotografía. Hoy hablar de arte es muy complejo porque estamos hablando de lenguajes diferentes que llegan a la sociedad de maneras diferentes. En momentos específicos, de conflicto, la denuncia a través del arte va mucho más allá de un manifiesto escrito. La cultura es una necesidad y no hay ningún mundo que funcione sin la cultura como eje vertebrador.

¡Larga vida al arte y la cultura!

La cultura es el cáliz de la solución de la mayor parte de conflictos humanos, siempre y cuando tengamos todos acceso y lo utilicemos como instrumento de catalización de fenómenos. La cultura es aprender a respetar la diversidad como principio. La cultura es pluralidad, diálogo y un montón de cosas. La cultura nos aproxima a la comprensión, al conocimiento, a la resolución de conflictos y a la supervivencia de la civilización.

Menospreciamos la cultura, la utilizamos poco y hablamos demasiado de ella. Si nos focalizáramos en la cultura, algunos de los conflictos que hoy vivimos de forma trágica tendrían una lectura diferente y evolucionarían de otro modo. La cultura no es juego sucio, sino el aprendizaje del otro.

Joan Oliveras MNAC <apertium-notrans>VÍA Emprendida</apertium-notrans>
Fotografía de Carolina Santos
 

¿No habría guerra con más y mejor cultura?

En el MNAC abriremos un espacio a los artistas ucranianos refugiados de Barcelona como espacio de expresión de todo lo que viven sobre este conflicto. Las lecciones de la expresión artística y los diferentes lenguajes de comprensión son muy interesantes. También podríamos tener una exposición sobre las vanguardias rusas en la sala de al lado y convivir con normalidad que es justo cómo tendría que ser.

¿Cuál es el legado de Miquel Roca?

El legado de Miquel Roca en el MNAC es muy importante porque abrió la puerta a realizaciones que ahora están pendientes y forman parte de mi propio proyecto como la ampliación o el marco jurídico del museo. Miquel consolidó el proyecto estratégico de museo que representa la aportación del Josep Serra como director del MNAC. El legado del Miquel enfoca elementos clave del futuro del museo y yo me siento muy continuador de esta aportación.

¿La Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Estado van a una dentro del patronato?

Llamé a Andreu Mas-Colell para pedirle consejo porque sabe muy bien cómo navegar en instituciones y administraciones. Este es un elemento importante de este museo: aprender a navegar entre tres administraciones que a veces están enfrentadas.

"Los conflictos políticos externos de las administraciones no se reproducen en el interior del museo"

¿Hay rifirrafes políticos?

No, porque hemos conseguido un acuerdo sobre la ampliación del museo. Hay una cierta alineación de las administraciones para hacer que este museo sea referente y dotarlo de las donaciones que hagan que la máquina pueda desarrollar todo su potencial. Cuando yo aterricé en el MNAC había temas pendientes cómo la dotación del Ministerio que no se normalizaba, había una deuda importante que ya está en fase de solución y diálogo.

La relación con las tres administraciones es de buena convivencia y por lo tanto, los conflictos políticos externos no se reproducen en el interior del museo. No sé si esto es cosa de la cultura... Para el museo es muy importante porque nosotros afrontamos un salto con la ampliación que finalmente se ha desencallado y hay el compromiso de las administraciones. Hay sintonía en la estrategia de futuro del museo.

La Generalitat le definió como "apasionado del arte y de la cultura, mecenas y activista de la sociedad civil".

No está nada mal, todos los papeles que ha tenido la sociedad civil catalana que disfruta de una salud importante. Está comprometida con el país en general, desde su pluralidad. El problema que tenemos es cómo perfeccionamos los mecanismos de relación de la sociedad civil con los que gestionan los intereses colectivos. Es importante repensar fórmulas de perfeccionamiento del sistema democrático que nos tendrían que llevar hacia la vía de diálogo de la relación entre la administración y el administrado para que funcionara mejor de lo que lo hace.

Joan Oliveras MNAC
Fotografía de Carolina Santos

¿Está movilizada la sociedad civil catalana en pleno siglo XXI?

A pesar de coyunturas difíciles, la sociedad civil está movilizada a nivel social, cultural y económico. Estamos creando un nuevo flujo de creatividad y Catalunya se está posicionando bien, a pesar de que tenemos problemas en las grandes industrias tradicionales. Tenemos un dinamismo espectacular en importación y exportación de cultura, ¿qué nos tendría que preocupar? ¡Cuesta mucho que nazcan nuevos coleccionistas jóvenes!

¿Por qué?

Es una de las asignaturas pendientes que tenemos: acercar con más intensidad la realidad del mundo de la cultura y el arte a los posibles mecenas de futuro. No es falta de compromiso y movilización, sino intereses que se sitúan en otros terrenos y que se contemplan como lejanos. Estamos en un momento de cambio y transformación social muy importante, con la capacidad de superar situaciones tremendas cómo la crisis económica y social que trae y traerá cola y que todavía habría podido tener consecuencias mucho más grandes en una sociedad desmovilizada y sin iniciativa.

Quizás no se ha asumido bastante la responsabilidad que el culpable de los efectos de la pandemia no es nunca un virus, sino las decisiones políticas que se toman para combatir la pandemia y asegurar la salud. Decisiones políticas que tienen afectación en los ciudadanos y tendrían que asegurar la neutralidad de sus efectos. No se ha hecho bastante, la sociedad civil ha reaccionado con una eficiencia mucho más grande de lo esperable.

"La sociedad civil está movilizada a nivel social, cultural y económico. Estamos creando un nuevo flujo de creatividad y  Catalunya se está posicionando bien. Tenemos la asignatura pendiente de acercar la cultura y el arte a los posibles jóvenes mecenas de futuro"

¿Cómo se ha gestionado la pandemia desde la administración?

Se han hecho las cosas bien en salud. Es muy fácil opinar una vez ya ha pasado, pero creo que se ha actuado con celeridad, inteligencia, equilibrio y ponderación frente a la incertidumbre absoluta. Hago una lectura muy buena de cómo se ha gestionado la pandemia desde Catalunya. Ahora bien, tendríamos que haber sido más sensibles con los efectos económicos reales en colectivos más concretos. Ha habido tendencia a proteger las propias administraciones antes que a los colectivos afectados por sus decisiones.

¿Cómo se ha afrontado la pandemia desde el MNAC?

El MNAC lo ha vivido muy intensamente, pero con menos efectos que otros museos gracias al público tradicional. Hay museos donde la afectación de la pandemia ha sido total por el impacto directo en el turismo. Aquí, pero, el turismo era un 50 % y el otro 50 % era público local. Cuando volvimos a abrir, teníamos una posibilidad inmediata de reincorporar al público tradicional y próximo. La exposición de Gaudí ha supuesto un éxito espectacular que no hemos visto en ninguna otra parte. Hay una vinculación emocional del público local con este museo y la reacción ha sido muy positiva.

Víctor Costa <apertium-notrans>VÍA Emprendida</apertium-notrans> Joan Oliveras MNAC
Fotografía de Carolina Santos

 

Hemos vivido la pandemia con la dificultad que representa gestionar una máquina donde trabaja mucha gente y donde la presencialidad es muy importante. El servicio de restauración de obras de arte no se puede hacer por móvil u ordenador. Se ha aprovechado este tiempo para organizar y plantear el proyecto de futuro de la mano del Pepe Serra.

"Tenemos un problema grave como país con la cultura", aseguraba Maite Esteve (Fundació Catalunya Cultura) en una entrevista en VIA Empresa.

MaiteEsteve forma parte de la Fundación de los Amigos del MNAC que es un mecanismo presidido por Laura Cendrós para vivir la dinámica del museo, interactuar y participar con las diferentes actividades. Maite tiene bastante razón porque no hay mecenas nuevos y cuesta mucho conseguir patrocinios. De repente, la cultura como inversión, patrocinio y retorno no está de moda. Nos han pasado por delante temas de carácter social o ciencias de la salud. Insisto: la cultura no está de moda.

Tenemos que volver a vestir la cultura.

Nos ha desaparecido la figura histórica del mecenas en Catalunya que tiene una gran importancia para nuestras colecciones de arte y nuestros museos. Antes, el mecenas se planteaba el coleccionismo como complemento de la actividad pública y se hacían colecciones con un sentido de país para dejar un legado tanto para el colectivo como para el futuro. El mecenazgo ha desaparecido aquí pero no en los Estados Unidos. Cuando pensamos en un mecenas es gente muy mayor, pero no caras jóvenes. Tenemos el paisaje desértico.

"La cultura como inversión, patrocinio y retorno no está de moda. Ha desaparecido la figura histórica del mecenas en Catalunya"

Sí que hay una nueva figura que es la del patrocinador que busca un intercambio, quiere que haya un retorno en su interés particular o el de la empresa. Busca repercusión mediática o social y ahora mismo, hay otros sectores más atractivos que la cultura. Efectivamente, tenemos un problema como país con la cultura y el futuro. El presupuesto de este año de la Generalitat ha hecho un salto importante en cultura, pero la cultura es habitualmente la que tiene una cuota más pequeña de participación en el presupuesto de cualquier administración. Esto dice mucho del valor que le otorgan a la cultura.

Hablar "demasiado", hacer poco...

Es muy fácil hablar de la cultura porque todo es posible pero al final, no tenemos la sensación como país que contribuya realmente a la supervivencia colectiva. Especular en cultura no tiene un coste social ni electoral inmediato. En Francia, la cultura tiene un peso específico y por ejemplo, el director del Museo del Louvre es nombrado por el presidente de La República Francesa. No tiene que ver con la eficiencia, sino con el simbolismo y la importancia que se da a los instrumentos culturales. Francia hace una declaración de principios y reivindica la cultura cómo una estructura de Estado.

El poder de la cultura de Estado.

Tendría que funcionar así en todas partes, pero aquí todavía nos queda mucho camino por recorrer. Hablamos mucho de cultura, sabemos que es muy importante pero no se traduce en nada. Estamos construyendo una sociedad sin mecenazgo y con patrocinio (con intereses y basta) y esto tiene efectos a medio y largo plazo. Estamos yendo más allá del compromiso que individualmente tendríamos que tener dentro de nuestra colectividad. Cada cual en la medida que pueda. Si solo hay intercambio, el compromiso desaparece y gobierna el interés. 

Joan Oliveras MNAC
Fotografía de Carolina Santos

¿Cómo es este interés?

Es legítimo. Tiene que estar y las empresas tienen que poder gestionar su responsabilidad social corporativa de la manera que les sea más útil y rentable. Ahora bien, nos tendríamos que preguntar como sociedad que está fallando para que nuestro compromiso no vaya más allá. ¡Tiene que ser vocacional! La decisión es básicamente cultural tanto de los líderes cómo de los liderazgos que hay al frente de las empresas. Aquí volveríamos al inicio del problema y el aprendizaje desde jóvenes sobre cuál es el valor de la cultura. No lo hemos interiorizado como sociedad y de nuevo, nuestra supervivencia colectiva es cultural. Si lo olvidamos, tenemos un problema porque es un pez que se muerde la cola y no se resuelve solo desde la legislación.

¿Cómo se resuelve?

Implementando modelo que son ideas y no solo recursos. Hay poco debate de reflexión estratégica y se hace tacticisimo con la cultura.

"Especular en cultura no tiene un coste social ni electoral inmediato. ¿Colaboración público-privada? Somos esclavos de las titularidades y las fronteras sectoriales"

¿Ley de mecenazgo o mecenazgo sin ley?

Hay un problema competencial y ahora vivimos la batalla de la ley de mecenazgo a nivel estatal. Un país o un Estado que no prioriza la ley de mecenazgo es un Estado que ha decidido poner dificultades a la cultura para la obtención de recursos. El mecenazgo no lo resuelve todo, pero facilita expresar las vocaciones con normalidad y encontrar una ganancia mayor en el intercambio. Los países donde hay más aportación cultural tienen un marco adecuado en compensaciones fiscales relacionadas con el mecenazgo. Este es un drama que pasa por concienciar con política que el mecenazgo es una vía directa para producir efectos de repatrimonialización de la colectividad del futuro. Por lo tanto, es riqueza para todo el mundo. Son recursos privados para lo que es de todos.

Con las entradas y las exposiciones del museo no hay suficiente...

Los museos no son sostenibles solo con entradas o exposiciones. Viven del presupuesto de las administraciones y de esta aportación 50, 30 y 20. Los museos viven también de los recursos privados que pueden conseguir. En el MNAC nos estamos planteado un segundo consejo asesor para una reflexión estratégica y conseguir recursos privados internacionales. El mercado de financiación privada de aquí es finito. Este es el museo más importante de arte medieval del mundo y podríamos jugar en una división importante gracias a la ley de mecenazgo. La mitad del coste de la exposición de Gaudí la ha pagado el Museo de Orsay. El MNAC está infradotado a nivel de presupuesto.

¿Es la hora de la colaboración público-privada?

Fundamental. No funcionará ninguna sociedad donde la colaboración público-privada no sea un eje fundamental. No puedes basar la cobertura de todas las necesidades sociales con un incremento ilimitado de la presión fiscal sobre los ciudadanos. La colaboración público-privada te ayuda a llegar allí donde la fiscalidad te hace irrespirable la vida. La colaboración público-privada tiene que ver con empresas y administraciones, pero también hay colaboración público-privada que es la que establecemos individualmente de forma espontánea. Por ejemplo, el turismo.

Barcelona puede garantizar unos servicios determinados para los ciudadanos porque una parte del coste viene de un flujo económico espontáneo que es del visitante de fuera. Tienes que corregir el impacto social que se puede derivar, como generar zonas de masificación que perjudiquen la cotidianidad del ciudadano. Los mecanismos cualitativos se tienen que imponer a los cuantitativos que tengan que ver con la compensación de estas zonas de impacto. Nosotros también participamos en la parte pública de otros países cuando vamos como turistas. Hay muchos mecanismos de colaboración público-privada que conceptualmente tendríamos que empezar a contemplar más allá de los tradicionales.

Víctor Costa Joan Oliveras MNAC

Fotografía de Carolina Santos

La principal barrera de la colaboración público-privada es público-privada.

Tenemos que mirar más allá. Al final, público y privado son parte del objetivo que es mejorar la vida de los ciudadanos. No es tanto la administración diciendo cómo colaborarás, sino qué proyectos conjuntos podemos encontrar entre los dos. Somos esclavos de las titularidades y las fronteras sectoriales. Es la misma historia que el patrimonio cultural donde tenemos una mirada segmentada por la titularidad. ¿Que más da cuál sea la administración? ¿Es tan difícil ponerse de acuerdo? Confundimos la gestión del objetivo con la aportación de recursos. Nos hacen falta nuevas miradas y acabar de focalizarnos en la mejora de la vida de los ciudadanos más allá del debate conceptual y el criterio ideológico.

¿Y el IVA cultural?

Soy enemigo de las dobles imposiciones. Los ciudadanos pagan impuestos, pero grabar la misma cosa de diferentes maneras para acabar sumando más imposición alrededor de un objetivo... La presión fiscal del ciudadano tiene que ser la menor posible y nos tenemos que plantear los tipos impositivos desde una mayor transferencia y con una lectura diferente. Por ejemplo, el ciudadano es incapaz de interpretar la factura de la energía... ¿Tan difícil es hacerlo fácil y comprensible? El objetivo tiene que ser el ciudadano y no la obtención de recursos.

No tengo claro si estoy a favor o en contra del IVA cultural. La respuesta fácil es que sí al IVA cultural por el compromiso con la cultura que lo necesita. Pero, hay muchos mecanismos para obtener estos recursos necesarios y que reviertan a favor del ciudadano común.

"La gente no va a Montjuic, sino que va al MNAC, al Caixaforum o al salón de Fira de Barcelona"

¿Cuál es la visión del MNAC?

Hemos constituido un consejo de reflexión estratégica presidido por Ángel Castiñeira y formado por personas que tienen una mirada externa del mundo del arte. El debate es qué papel tienen que tener los museos en la sociedad del futuro. Hay quién cree que un museo tiene que ser una caja que preserve el patrimonio, pero un museo es cada vez más cuántico. Aquí tenemos programas sobre las ciencias de la salud y el arte, el autismo, la violencia machista, la salud mental...

Un museo es mucho más que un museo.

No son solo exposiciones o conservar el patrimonio. El MNAC tiene un papel como museo de referencia en la organización de la red de museos de Catalunya que se interrelacionan de forma permanente. El museo ha alterado su fórmula tradicional para convertirse en una telaraña permanente de actividades multidisciplinares y poliédricas. El museo busca su utilidad social y busca también cómo relacionarse con la sociedad y los problemas contemporáneos. Todo esto tiene que salir en un plan estratégico a cinco años. 

¿Cuál es la visión del MNAC? Antes que nada, la ampliación que servirá para reconceptualizar el museo. También una ley específica que rompa el corsé jurídico que no le permite explorar con facilidad la otra dimensión del futuro. Me imagino el MNAC en una montaña incorporada al paisaje social de la ciudad y no allí donde hay un cementerio. La relación de Barcelona y sus ciudadanos con Montjuic es complicada y eso que tiene la inversión pública en infraestructuras diversas por centímetro cuadrado más densa de Catalunya. Aquí hay infraestructuras olímpicas y deportivas, comerciales con Fira de Barcelona, culturales con los museos... No hemos sabido darle una utilidad social a la montaña. La gente no va a Montjuic, sino que va al MNAC, al Caixaforum o al salón de Fira de Barcelona. Mucha gente va a Collserola. Se tiene que solucionar el problema de Montjuic y que el MNAC presida la montaña desde su lugar más icónico.

Joan Oliveras MNAC
Fotografía de Carolina Santos

Quédate con un último aprendizaje de vida.

Los museos son jardines zen. Todos tenemos una vida de estrés importante y el tiempo nos evoca a una gran superficialidad e incapacidad para poder hacer un proceso de reflexión personal en pausa y quietud. Invito a hacer este proceso en una paseada de museo, sin que haya una inauguración o exposición importante. Descubrir tu jardín zen es establecer un diálogo con las obras de arte que te hablan de situaciones de la vida y de este proceso de introspección y del diálogo cuando afrontas reflexiones complejas. Una paseada tranquila por el Románico mientras buscas reencontrarte con tu espíritu y tu alma. Extraordinario.