El Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana sufragarán en un 50%, a partes iguales, el coste del desmontaje y traslado de las fallas a las naves disponibles en Feria Valencia por el aplazamiento debido a la crisis del coronavirus. En el horizonte, la fecha -que hay que aprobar todavía en asamblea- de celebración de las Fallas entre los días 15 y 19 de julio. Es el acuerdo al cual han llegado esta tarde en València. Con la medida se atiende a las peticiones de los artistas falleros, que hablan "del alto coste material y de riesgo para los trabajadores" que supondría el desmontaje.
En un comunicado, la Federación de Artistas Falleros y Foguerers de la Comunidad Valenciana había asegurado que "entendemos el alcance y preocupación y las medidas aplicadas", pero preferían no mover ficha hasta que tengan órdenes concretas. Habían mostrar la decisión de no retirar ninguna falla o elemento de las calles "mientras no tengamos garantizado quién se hace cargo de los trabajos de desmontaje y almacenamiento de las fallas". Muchos, sobre todo los que trabajan con monumentos de más alto coste –catalogados de sección Especial- ya estaban estos días en las calles trabajando en su montaje.
Y es que el precio de este aplazamiento afecta de pleno a la ciudad. "Es un golpe emocional pero también es un golpe económico. Quiero recordar a los indumentaristas, hostelería, empresas de montaje de carpas... con todos hablaremos en la Mesa de Diálogo Fallero. Pero tenemos que abrir un abanico de posibilidades como por ejemplo el aplazamiento del pago de impuestos para los sectores afectados, porque las Fallas también son industria. El primer impacto de esta crisis se la han llevado las Fallas pero es una cuestión que atañe a toda la ciudadanía", ha apuntado en la rueda de prensa de la mañana del miércoles el alcalde de València, Joan Ribó.
La rueda de prensa se había caracterizado por caras largas y el traslado de un mensaje de lealtad a las Administraciones, sobre todo en el Gobierno español que es quien este martes había invitado a suspender la celebración de las Fallas de Valencia. El alcalde ha comparecido acompañado por toda la corporación en un Ayuntamiento a rebosar de periodistas y gráficos para explicar las primeras reacciones municipales a la repentina decisión de aplazar la celebración fallera en toda la ciudad y resto del territorio valenciano por el coronavirus.
Ribó ha dejado claro que "las Fallas son un motor económico de primer orden" y que se busca, desde el consistorio, soluciones al impacto negativo que está generando ya esta decisión. A preguntas de este medio, Carlos Galiana, regidor de Cultura Festiva y a la vez presidente de la Junta Central Fallera -que rige la fiesta en la ciudad de València- también ha explicado que la concejalía económica del Ayuntamiento de València ya estaba preparando un estudio de impacto económico para este año que, obviamente, ya no se podrá realizar por la situación de aplazamiento.
Ribó: "Tenemos que abrir un abanico de posibilidades como el aplazamiento del pago de impuestos para los sectores afectados"
En el aire, también las fallas de 2021, puesto que el sector artesano trabaja desde el 20 de marzo, día siguiente de la conclusión oficial de la fiesta de las Fallas, en los contratos del año siguiente y con los monumentos del 2020 sin plantar –muchos, almacenados en sus talleres-, el futuro no se divisa fácil. "Mi deseo es que las Fallas de 2020 se tienen que quemar, pero cuando y cómo se tiene que valorar. El oficio del artista fallero no se puede permitir guardar las fallas por el 2021", ha contestado Carlos Galiana.
Galiana: "El oficio del artista fallero no se puede permitir guardar las fallas por el 2021"
El turismo, muy afectado
Desde la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) ya se han planteado una batería de 25 medidas para hacer frente a los efectos económicos. La entidad empresarial que dirige Salvador Navarro ha propuesto, por ejemplo, aplazar el pago del Impuesto sobre Sociedades o la reducción a las empresas afectadas con una deducción específica de los gastos generados por el virus COVID-19; también un aplazamiento del pago de la tasa de las terrazas por el uso privativo de la ocupación de la vía pública y una reducción de la misma para el sector hostalero.
El sector turístico es otro de los que también verán deshinchar sus ingresos estos días. También la vicealcaldesa, Sandra Gómez, ha destacado que éste es un sector muy afectado, "no sólo los grandes hoteles sino sobre todo los pequeños restaurantes, los comercios... que son los que necesitan el mes de marzo". La concejala ha anunciado que la ejecutiva de Turismo Valencia se reunirá próximamente para tomar medidas y trabajar en los caminos a seguir.
Por último, el regidor de Cultura Festiva también ha recordado que "hoy por fin nos damos cuenta de cuál es la base de nuestra fiesta, hoy más que nunca nos hemos dado cuenta. Hoy redescubrimos el resto de sectores económicos y lo que movemos", ha destacado.