Josep Santacreu i Bonjoch, presidente de la Cambra de Comerç, Indústria i Navegació de Barcelona desde el mes de octubre de 2023, es definido en Wikipedia como un médico, ejecutivo empresarial y filántropo catalán nacido en Guissona el 7 de mayo de 1958. Otras fuentes dicen que es un hombre que ya destacaba como estudiante de bachillerato en el Instituto Antoni Torroja, ubicado en el edificio histórico de la Universitat de Cervera.
Pero, de hecho, es un activista social al que le propusieron encabezar una candidatura a la presidencia de la Cambra cuatro meses antes de las elecciones, con bastante buenos resultados.
Santacreu se ha propuesto relanzar una Cambra bastante necesitada de impulso, al frente de un equipo entusiasta que apenas tiene oposición interna.
Licenciado en medicina por la Universitat Autónoma de Barcelona, doctor en Administración de Empresas por la Universidad Politécnica de Catalunya y diplomado en Gestión Hospitalaria y Dirección de Empresas por Esade y en Economía de la Salud por la Universitat de Barcelona y graduado por la Stanford Graduate School of Business con el Stanford Executive Program, ha trabajado toda su vida en tareas de gestión y dirección, ha colaborado en multitud de entidades del mundo de la cooperación y ahora se ha propuesto relanzar una Cambra bastante necesitada de impulso, al frente de un equipo entusiasta que apenas tiene oposición interna.
Como se sabe, la Cambra está gobernada por un pleno, bautizado por quien también fue presidente, Antoni Negre, como "parlamento del empresariado". Una definición que distingue conceptualmente al empresariado de los empresarios, y que a diferencia de patronales y sindicatos, defiende intereses generales más allá de los particulares de propietarios y trabajadores.
Conviene recordar que legalmente, la Cambra es "una corporación de derecho público con base privada" que disponía de suficiente financiamiento para cumplir sus objetivos hasta que en el año 2010 dejó de ser de afiliación obligatoria como consecuencia de la eliminación del llamado recurso cameral permanente por parte del gobierno central.
Con esta decisión los cuartos se quedaron sin su principal herramienta de financiación y, por lo tanto, de redistribución económica, que canalizaban básicamente a través de los servicios de internacionalización, digitalización, sostenibilidad y formación que le son propias.
Las dificultades de supervivencia de las cámaras de comercio
Hoy en día, la Cambra de Barcelona, al igual que todas las cámaras del estado, ha tenido que reducir drásticamente su presupuesto y esforzarse por comercializar adecuadamente los mencionados servicios. El otro gran objetivo institucional de la entidad, la creación de opinión pública, queda sobradamente logrado con la publicación periódica de los informes territoriales y de coyuntura que prepara su gabinete de estudios, dirigido desde hace más de 15 años por el doctor en Economía por la Universidad de Manchester, Joan Ramon Rovira.
Para terminar de paliar los efectos económicos del decreto, la Cambra alquila espacios de alto valor arquitectónico para la celebración de eventos sociales y empresariales, que suelen tener lugar en la Casa Llotja de Mar, una imponente muestra del gótico civil catalán felizmente recuperado para la ciudad en la época de Negre.
En la Edad Media, el edificio había sido sede del Consulado del Mar y, más tarde, de la Real Junta Particular de Comercio, creada en 1758 sobre los escombros de la caserna militar que había montado el ejército bornónico de ocupación. En tiempos más recientes, también la Bolsa de Barcelona había tenido sede de la misma manera que la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge.
Santacreu: "La política la debe hacer el Parlament de Catalunya"
Con toda esta historia detrás, con tres largos períodos de recuperación democrática a cargo de los presidentes Josep Maria Figueras (1979-1991), Antoni Negre (1991-2002) y Miquel Valls (2002-2019) y una inesperada victoria de la candidatura soberanista de Joan Canadell y Mònica Roca en el año 2019, Josep Santacreu y su equipo se disponen a enderezar la economía doméstica y reforzar la condición de punto de referencia económica del país, después de unas elecciones (2023) que parecían una simple confrontación entre candidatos independentistas (Eines de país) y candidatos no especialmente alineados políticamente (Va d’empresa).
A raíz de esta imagen pública que fijó la contienda, el presidente de la Cambra y exvicepresidente de Femcat, descarta absolutamente, y con una leve sonrisa, que se le pueda tildar de antiindependentista. "La política la debe hacer el Parlament de Catalunya", dice Santacreu. "Lo que debe hacer la Cambra es dialogar con las administraciones públicas para conseguir las mejores condiciones posibles para lograr el desarrollo económico y social que reclama el país".
El Parlamento del empresariado
El pleno de la Cambra está compuesto por 60 vocalías, de las cuales solo 52 son elegidas directamente por las empresas inscritas en cada uno de los epígrafes donde se agrupan las casi 500.000 compañías censadas en la jurisdicción de Barcelona. Otras 6 vocalías son designadas por propuesta de "las organizaciones empresariales, territoriales e intersectoriales más representativas" (Foment, Pimec, Cecot, Femcat...), y las dos restantes son elegidas "entre las empresas de mayor aportación voluntaria que figuren en el censo".
Para optar a esta última categoría, es necesario aportar un mínimo de 75.000 euros al año durante los cuatro años que dura el mandato. Son las llamadas "sillas de plata". Antes de la victoria inesperada de la opción independentista en el año 2019, estas sillas eran ocupadas por 14 representantes.
Las candidaturas sectoriales articuladas con Santacreu ganaron las elecciones primarias con 26 escaños de los 52 sometidos a votaciones parciales. Esta cifra, sumada a los votos de los elegidos a sugerencia de las patronales más representativas y las dos "sillas de plata", dieron la victoria a Santacreu frente a la candidatura claramente independentista de Eines de país (Roca, Fitó, Pérez Mas, Canadell).
Se reúnen casi 500.000 compañías censadas en la jurisdicción de Barcelona
Antes de la selección de Santacreu, se habían descartado opciones como la de Enric Crous, un histórico de la Cambra, y la de Carles Tusquets, un histórico del Cercle d'Economia, ambos con perfiles que también incluían cierto independentismo
Una larga vida profesional y solidaria
En una vida anterior, Josep Santacreu había sido un profesional con una larga trayectoria en el sector de la salud y los seguros. Durante 25 años, fue director general y consejero delegado de DKV, durante los cuales logró aumentar el número de asegurados hasta alcanzar la cifra de dos millones y alcanzar una facturación de 876 millones de euros anuales, multiplicando por 7 su cifra inicial de negocio.
La firma, fundada y presidida por el empresario Publio Cordón con el nombre de Previasa (Previsión Sanitaria), fue adquirida en 1998 por la Compañía Alemana de Seguros de Salud (DKV AG) por 16.000 millones de pesetas, mientras el mismo Cordón estaba en paradero desconocido después de haber sido secuestrado por los GRAPO en Zaragoza cuando salía de casa para ir a correr cerca del Canal Imperial.
Santacreu fue nombrado consejero delegado de la nueva firma, DKV Seguros, donde pactó con los accionistas alemanes la creación de la Fundació Integralia, que emplea a casi 700 personas con discapacidad
La venta había sido prevista por el mismo Cordón, que murió en fecha desconocida al intentar huir de sus captores saltando por una ventana de un escondite del grupo terrorista cerca de Lyon, y fue formalizada por su esposa, Pilar Muro, en nombre de la familia, que poseía un 86,7% de las acciones. Santacreu, que era gerente del Grupo Hospitalario Quirón, también fundado por Publio Cordón y otros socios, lideró la operación de compraventa.
Al año siguiente, en 1998, Santacreu fue nombrado consejero delegado de la nueva firma, DKV Seguros, donde pactó con los accionistas alemanes la creación de la Fundación Integralia, que emplea a casi 700 personas con discapacidad. Su interés por el mundo de las ONG ya se había manifestado justo al terminar la carrera de medicina, cuando comenzó a trabajar en Médicos del Mundo, organización de la cual llegó a ser secretario general a los 30 años. También fue cofundador de la sección española de Médicos Sin Fronteras.
Gestionar la salud. Contribuir al bienestar general
Santacreu suele explicar que en aquellos años el mundo sanitario no contaba con mucha gente preparada para la gestión. Este hecho, junto con el ejemplo de un padre ejemplar como empresario, lo llevó a ejercer como director en diferentes centros públicos y privados.
Entre ellos, fue director del Hospital del Mar de Barcelona (1988-1992), del Hospital Olímpico de los Juegos del 92, donde conoció y apreció la amistad de dirigentes políticos como Xavier Trias o Pasqual Maragall; del complejo hospitalario Juan Canalejo de A Coruña (1992-1996), donde conoció a Alberto Núñez Feijóo y Ana Pastor, y de la Clínica Quirón de Barcelona (1996-1997), desde donde pasó a ser Consejero Delegado de Previasa (1997) y finalmente, Consejero Delegado de DKV Seguros.
El ejemplo de un padre ejemplar como empresario lo llevó a desempeñarse como director en diferentes centros públicos y privados
Persona siempre comprometida, Santacreu logró el patrocinio de la aseguradora en favor de Open Arms y también apoyó a la Fundación Plant-for-the-Planet España, una ONG de origen alemán (como la muniquesa DKV). Esta fundación, creada en el año 2013, ya ha plantado 501.633 árboles en Andalucía (Granada y Doñana) para luchar contra el cambio climático.
Autor del libro Planta't, presidente de Plant for the Planet y colaborador de Dream Nepal, de atención a los niños nepaleses; Universo Santi, en memoria del cocinero Santi Santamaria y en favor de los discapacitados y los valores de la cocina tradicional; Respon.cat, una organización empresarial en pro de una economía socialmente responsable, o Ship2B Ventures, un fondo de inversión y apoyo al lanzamiento de startups con impacto social.
Como exalumno de Esade, y durante años vicepresidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del centro, promotor de Alumni Solidario y patrón de la Fundación Esclerosis Múltiple. Su acción cultural también ha contribuido al Fons Kati, una colección de más de 500 años de antigüedad y más de 12.000 manuscritos, propiedad de la saga Kati, que el historiador Ismaël Diadié logró reunir en la biblioteca andalusí de Tombuctú.
Jubilado de DKV y llegado a su actual etapa vital, Santacreu reafirma su autodefinición vital. "Soy un activista"
Diadié, actualmente exiliado en España debido a la revuelta tuareg, es descendiente de una antigua familia musulmana expulsada de Toledo en el año 1468 que emigró a la "ciudad de los 333 santos", llevándose consigo documentación bastante relevante en materia de matemáticas, medicina, religión o filosofía y especialmente sobre la historia de al-Andalus.
Todo este bagaje de dedicación a la responsabilidad social corporativa que él mismo ha contribuido a formular, fue reconocido públicamente en el año 2016 cuando la Generalitat de Catalunya le otorgó una Creu de Sant Jordi. Finalmente jubilado de DKV y llegado a su actual etapa vital, Santacreu reafirma su autodefinición vital. "Soy un activista", remarca.
Las actividades de un activista
Como hemos dicho, Josep Santacreu es médico y gestor. Por lo tanto, tiene la voluntad de curar a las personas y hacerlo de manera eficiente. Según ha explicado alguna vez, su vocación se despertó desde muy joven, cuando su madre enfermó. Admirador indiscutible de su padre empresario, de una tía misionera y de una hija que es deportista de élite, considera el esfuerzo como el motor indispensable del progreso personal y ve a la empresa como la principal herramienta de transformación social.
Pero no cualquier tipo de empresa. Debe ser una empresa con propósito y voluntad de colaborar con las administraciones públicas y las ONG, que para él son los tres pilares que sostienen el edificio del progreso. Un edificio que debe servir, sobre todo, para brindar seguridad y confort a las personas que lo habitan. "Cuidar de la gente es cuidar del mundo", dice.
Por ello, se necesita un plan de gobernanza que genere productividad y confianza e incluya a clientes, colaboradores externos y otros grupos de interés con quienes compartir los valores sociales, de impacto ambiental y respeto a la biodiversidad que la empresa quiera proponerse.
La Cambra, como una empresa
"Sin incentivar adecuadamente a los trabajadores no hay nada que hacer", insiste, convencido. Y sin un plan estratégico, tampoco. Por eso, el presidente pide tiempo "para poner orden en la casa", después de lo que califica como demasiados años de déficit creciente y descapitalización, que "han alejado a las grandes empresas de la Cambra".
Su propósito es pues el de gestionar bien la institución, recuperar la confianza de las grandes empresas, adquirir la solidez necesaria para volver a ser interlocutor preferente de las administraciones públicas y recuperar la vicepresidencia de la Cámara de Comercio de España, dado que "es allá donde se reparten los fondos New Generation".
Santacreu pide tiempo "para poner orden en la casa", después de lo que califica como demasiados años de déficit creciente y descapitalización
Y todo esto "sin sustituir al departamento de política económica de la Generalitat", ni renunciar a reclamar un régimen fiscal justo para Catalunya, ni dejar de pedir un programa de inversiones y ejecución de estas inversiones en infraestructuras adecuado a las necesidades económicas del país.
"Es necesario establecer puentes con todos, con la mirada puesta en la innovación, la exportación y la internacionalización", señala. "La Cambra debe ser el motor central de grandes proyectos y debe ser gestionada como una empresa". Lo que en sus palabras significa con propósito, responsabilidad social corporativa, ilusión y respeto por sus integrantes. "Y que la política la hagan los políticos", concluye. "Nosotros somos transversales y a mí no me mueve ningún interés personal". En otras palabras, que se le ha dado trabajo.
Buena suerte a todos.