Prácticamente, uno de cada cinco jóvenes catalanes (22,7%) ocupa un puesto de trabajo para el que está sobrecualificado, según un estudio del Consell de Treball, Econòmic i Social de Catalunya (CTESC). Este informe indica que, aunque es una cifra elevada, representa una disminución respecto a hace una década, cuando el porcentaje se situaba en el 30,7%. El organismo advierte que la subocupación tiene “consecuencias importantes” en las condiciones de vida de los jóvenes, entre ellas, “disminuye y empeora” la emancipación, fomenta la emigración y afecta negativamente el bienestar emocional.
El informe, presentado este miércoles en colaboración con el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya (CNJC), destaca que un 7,1% de los menores de 34 años trabajan menos horas de las que desearían, un aumento en comparación con el 2012 (5,3%). Además, la sobrecualificación se reduce "significativamente" entre los 29 y los 34 años. El estudio estima que este fenómeno implica ganar unos 300 euros menos al mes de lo que correspondería a los trabajadores según su cualificación.
La sobrecualificación objetiva es más alta en sectores como la construcción (38,6%), la industria (28,5%) y en algunos ámbitos de los servicios, como el comercio y la hostelería (36,8%)
En detalle, el informe revela que tener una formación académica superior a la requerida para el puesto de trabajo afecta más a los jóvenes nacidos en el extranjero (33,8%) y en municipios con menos de 10.000 habitantes (25,5%). Por sectores, la sobrecualificación objetiva es mayor en la construcción (38,6%), la industria (28,5%) y ciertos sectores de servicios como el comercio y la hostelería (36,8%). También es más elevada en los contratos temporales (27%) y en jornadas parciales de hasta 20 horas semanales (44,2%).
Para enfrentar la subocupación, el CTESC propone varias medidas y recomendaciones. Por un lado, sugiere establecer “incentivos” y “recursos” para las ofertas laborales con menos subocupación y fomentar disciplinas relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, así como el sector industrial. También aboga por becas y una reducción de tasas académicas, con medidas especialmente orientadas a las mujeres y los colectivos más vulnerables. En cuanto al trabajo a tiempo parcial, el informe detalla que este problema se reduce “prácticamente” a la mitad al llegar a los 30 años, pero la insuficiencia de jornada afecta más a las mujeres, alcanzando el 8,9% del total.