La Cambra de Comerç de Barcelona prevé que la economía catalana crezca un 4,8% el 2022. Según ha detallado la entidad, esta cifra representa 1,5 puntos menos que su anterior previsión, hecho a principios de año. Por el 2023, la Cambra anticipa un crecimiento del 3,6%. Con este panorama, Catalunya no recuperará el nivel de PIB previo a la pandemia hasta el año 2023.
Así, la institución empresarial avisa que la economía catalana se encuentra en un escenario "improbable" pero no "imposible" de estanflación, es decir, de combinación de aumento de precios y estancamiento económico. Tal como ha explicado el responsable del centro de estudios de la Cambra, Joan Ramon Rovira, la presión inflacionista ha obligado a revisar a la baja las previsiones.
En este contexto, la Cambra de Barcelona ha actualizado su previsión de aumento de los precios para la economía catalana, situándola en el 7,0% de media anual el 2022. Los motivos que detallan esta revisión son fundamentalmente tres. El primero, la inflación ha sorprendido la alza desde principios de 2022, situándose en el 7,6% en media hasta marzo. En segundo lugar, la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso ha supuesto un fuerte choque económico sobre la economía catalana, esencialmente a través del aumento de los precios del gas y el petróleo. Finalmente, los precios de las primeras materias agrícolas y metales básicos, después de un periodo de reducción gradual durante la segunda mitad del 2021, han vuelto a aumentar desde comienzos del 2022.
El dinamismo del mercado de trabajo, la afluencia más grande de turismo extranjero y el crecimiento de las exportaciones pueden acontecer las principales palancas del crecimiento durante el 2022. Además, la inversión también tendrá un papel relevante en el impulso de la actividad, pero su contribución dependerá del porcentaje de financiación que finalmente reciba la economía catalana de los fondos Next Generation.