31
de Marzo
de
2017
De Natura Bissé a Eurofragance , pasando por la gigantesca Puig y su principal dolor de cabeza, Equivalenza. La industria catalana de la cosmética y la perfumería es un laboratorio de tendencias y un sector estratégico que al conjunto del Estado movió 6.656 millones de euros el año pasado, un 3,2% más. La crisis económica, que va desmaquillar las consumidoras catalanas con una caída de las ventas, no evita que Cataluña cuente con las cinco principales tendencias que se perfilan a los tocadores internacionales.
Uno de los ejemplos de la importancia de este negocio en Barcelona es la celebración del salón Cosmobeauty, que abrirá puertas este sábado como resultado de la fusión de dos antiguos certámenes de referencia al Estado, Cosmobelleza y STS Beauty Barcelona. El acontecimiento, enfocado sobre todo a la cosmética profesional, pretende consolidar la tendencia a la alza de todo el sector en los últimos años, a pesar de las caídas producidas durante la crisis. Entre 2010 y 2015, las ventas de maquillaje cayeron un 11% en Cataluña, moderando la bajada registrada al conjunto del mercado español, que fue del 16,5% en el mismo periodo, según datos de EAE Business School.
La recuperación de este negocio al Estado español se produce en la mayoría de categorías. En llena era selfie,las ventas en maquillaje van repuntar un 8% el 2016, respecto al año anterior, según la patronal Stanpa. Por su parte, la perfumería crece un 4%, con una facturación agregada de 1.242 millones de euros. La cosmética para la piel, con un crecimiento parecido, vendió productos por valor de 1.885 millones de euros. Todo el sector está inmerso ahora en estas tendencias.
"Cataluña es un mercado clave por el sector de la cosmética –asegura la patronal Stanpa–; de las 400 empresas del sector existentes en España, el 46% están ubicadas en Cataluña". Más allá de las compañías catalanas del sector, el país es la sede de varias filiales internacionales, como Coty o P&G, que en muchos casos fabrican sus productos en Cataluña.
"El mercado catalán representa el 16% del consumo total del sector al Estado", detalla la patronal, que apunta que "en la actualidad, el sector ocupa más de 15.000 trabajadores de forma directa sólo en Cataluña, convirtiendo este territorio en uno de los centros neurálgicos del perfume a escala mundial".
La lucha contra las equivalencias
Es la principal cruzada de Puig, el gigante del sector en España. La compañía de la Hospitalet, propietaria de marcas como Jean Paul Gaultier o Paco Rabanne, fue la protagonista de una batalla judicial contra Equivalenza por el uso de mesas de equivalencias a sus puntos de venta. A pesar de que la Justicia dio la razón en Puig, condenando Equivalenza por infracción de marca y competencia desleal el 2014, esta segunda compañía no ha hecho más que crecer.
Con unas ventas de 45 millones de euros en 2014, el grupo cuenta con casi mil puntos de venta repartidos por todo el mundo, gracias a una rápida expansión a través de franquicias. El siguiente paso del grupo implica abrir nuevos establecimientos, ahora en propiedad, en España, Italia y varios países del América Latina.
Los canales de distribución propia
En un sector cada vez más competitivo, los grandes grupos de cosmética se preocupan para controlar la distribución a través de su propia red de establecimientos. En este sentido, compañías como La Oréal están apostando decididamente por Cataluña a la hora de hacer el salto con tiendas propias.
En los últimos años, el grupo francés ha situado Barcelona cómo uno de los primeros destinos para sus nuevos establecimientos de las marcas La Oréal Paris o NYX, que finos hace bien poco sólo se distribuían a través del canal multimarca.
La perfumería de nicho
Con el objetivo de lograr los 2.000 millones de euros de facturación este año, Puig quiere ir más allá de la venta de fragancias para el gran público con una apuesta clara por la perfumería de lujo. La compañía adquirió en 2015 las firmas de nicho Penhaligon's y La Artisan Parfumeur para diversificar su negocio. Con la adquisición de estas dos firmas, que cuentan con tiendas propias, Puig consigue abrir su abanico de productos ante la proliferación de empresas de equivalencias.
La inversión en perfumería de nicho no es exclusiva de Puig. Grandes multinacionales como La Oréal o Shiseido también han comprado firmas de lujo en los últimos años.
Las adquisiciones dentro del sector
Puig ha comprado otras compañías en los últimos meses. Durante el 2016 entró al capital de la norteamericana EB Florales y durante el mes de marzo ha anunciado la adquisición de la griega Apivita, especializada en cosmética natural.
Estas inversiones son sólo un ejemplo de las últimas tendencias del sector, que en los últimos años ha pasado de la atomización a la concentración del sector en un grupo reducido de multinacionales. Compañías como Coty o Estée Lauder también han protagonizado inversiones parecidas en el último año, tanto para abrirse a nuevos mercados como para diversificar su negocio.
Uno de los ejemplos de la importancia de este negocio en Barcelona es la celebración del salón Cosmobeauty, que abrirá puertas este sábado como resultado de la fusión de dos antiguos certámenes de referencia al Estado, Cosmobelleza y STS Beauty Barcelona. El acontecimiento, enfocado sobre todo a la cosmética profesional, pretende consolidar la tendencia a la alza de todo el sector en los últimos años, a pesar de las caídas producidas durante la crisis. Entre 2010 y 2015, las ventas de maquillaje cayeron un 11% en Cataluña, moderando la bajada registrada al conjunto del mercado español, que fue del 16,5% en el mismo periodo, según datos de EAE Business School.
La recuperación de este negocio al Estado español se produce en la mayoría de categorías. En llena era selfie,las ventas en maquillaje van repuntar un 8% el 2016, respecto al año anterior, según la patronal Stanpa. Por su parte, la perfumería crece un 4%, con una facturación agregada de 1.242 millones de euros. La cosmética para la piel, con un crecimiento parecido, vendió productos por valor de 1.885 millones de euros. Todo el sector está inmerso ahora en estas tendencias.
"Cataluña es un mercado clave por el sector de la cosmética –asegura la patronal Stanpa–; de las 400 empresas del sector existentes en España, el 46% están ubicadas en Cataluña". Más allá de las compañías catalanas del sector, el país es la sede de varias filiales internacionales, como Coty o P&G, que en muchos casos fabrican sus productos en Cataluña.
"El mercado catalán representa el 16% del consumo total del sector al Estado", detalla la patronal, que apunta que "en la actualidad, el sector ocupa más de 15.000 trabajadores de forma directa sólo en Cataluña, convirtiendo este territorio en uno de los centros neurálgicos del perfume a escala mundial".
La lucha contra las equivalencias
Es la principal cruzada de Puig, el gigante del sector en España. La compañía de la Hospitalet, propietaria de marcas como Jean Paul Gaultier o Paco Rabanne, fue la protagonista de una batalla judicial contra Equivalenza por el uso de mesas de equivalencias a sus puntos de venta. A pesar de que la Justicia dio la razón en Puig, condenando Equivalenza por infracción de marca y competencia desleal el 2014, esta segunda compañía no ha hecho más que crecer.
Con unas ventas de 45 millones de euros en 2014, el grupo cuenta con casi mil puntos de venta repartidos por todo el mundo, gracias a una rápida expansión a través de franquicias. El siguiente paso del grupo implica abrir nuevos establecimientos, ahora en propiedad, en España, Italia y varios países del América Latina.
Los canales de distribución propia
En un sector cada vez más competitivo, los grandes grupos de cosmética se preocupan para controlar la distribución a través de su propia red de establecimientos. En este sentido, compañías como La Oréal están apostando decididamente por Cataluña a la hora de hacer el salto con tiendas propias.
En los últimos años, el grupo francés ha situado Barcelona cómo uno de los primeros destinos para sus nuevos establecimientos de las marcas La Oréal Paris o NYX, que finos hace bien poco sólo se distribuían a través del canal multimarca.
La perfumería de nicho
Con el objetivo de lograr los 2.000 millones de euros de facturación este año, Puig quiere ir más allá de la venta de fragancias para el gran público con una apuesta clara por la perfumería de lujo. La compañía adquirió en 2015 las firmas de nicho Penhaligon's y La Artisan Parfumeur para diversificar su negocio. Con la adquisición de estas dos firmas, que cuentan con tiendas propias, Puig consigue abrir su abanico de productos ante la proliferación de empresas de equivalencias.
La inversión en perfumería de nicho no es exclusiva de Puig. Grandes multinacionales como La Oréal o Shiseido también han comprado firmas de lujo en los últimos años.
Las adquisiciones dentro del sector
Puig ha comprado otras compañías en los últimos meses. Durante el 2016 entró al capital de la norteamericana EB Florales y durante el mes de marzo ha anunciado la adquisición de la griega Apivita, especializada en cosmética natural.
Estas inversiones son sólo un ejemplo de las últimas tendencias del sector, que en los últimos años ha pasado de la atomización a la concentración del sector en un grupo reducido de multinacionales. Compañías como Coty o Estée Lauder también han protagonizado inversiones parecidas en el último año, tanto para abrirse a nuevos mercados como para diversificar su negocio.