La Costa Brava se prepara para vivir una temporada "de récord" en cuanto a la llegada de cruceros en los puertos de Palamós (Baix Empordà) y Roses (Alt Empordà). En total, el Gobierno espera que lleguen unos 60.000 pasajeros entre las dos instalaciones, repartidos en 66 escalas, un 32% más respecto al 2019. En cuanto a visitantes el incremento es de un 6%. Todo ello generará un impacto económico de 5,4 millones de euros según las estimaciones que ha hecho el Gobierno. En este sentido, el presidente de Ports de la Generalitat, Pere Vila, ha destacado que en Palamós el 67% de los buques que estacionarán lo harán en temporada baja, hecho que beneficia a "desestacionalizar" el turismo que pasa por la zona.
El presidente de Ports de la Generalitat ha recordado que la actividad de cruceros "es clave en la Costa Brava en relación al sector del turismo y que "ayudan a toda la demarcación". Hay que tener en cuenta, además, que los puertos de Palamós y Roses reciben cruceros del mercado norteamericano y del mercado europeo. Este año, los primeros suponen un 56% del total, mientras que del viejo continente vendrán el 44% restante. Otra novedad es que este año siete cruceros harán escala por primera vez en la Costa Brava.