Hay un vídeo circulando por redes, uno de los miles que estos días lo hace, que muestra una hilera de mujeres dependientas de supermercado formando una especie de barrera humana ante los estantes de la carne. Los clientes, enloquecidos, se lanzar a coger las bandejas y ellas, y algunos compañeros también visibles en la imagen, controlan como pueden la situación. No es una imagen trucada: la hemos visto todos. Y detrás de estos uniformados trabajadores hay personas que están nerviosas, que tienen familia y que acaban agotados. Muchos de ellos son mujeres. Verónica, Susana, Beatriz... mujeres que soportan la presión de una situación estando en la primera fila de esta crisis. Cuidados, salud y alimentación, la tríada imprescindible frente al coronavirus también se escribe en femenino.
Es cierto es que la excusa por este reportaje es una conversación, a caballo entre el teléfono y el correo electrónico, entre VÍA Empresa y la doctora en Economía Carmen Castro, especializada en modelos de bienestar e igualdad de género, a quien entrevistamos para analizar el porcentaje que implica esta etapa de cuidados confinados en el PIB nacional. Su respuesta, analizada en este otro reportaje ya publicado, despierta otra realidad: y es que las mujeres son mayoría en una de las primeras trincheras de esta contención del virus. "Las actividades de cuidados tradicionalmente no remuneradas y también las actividades profesionalizadas están fuertemente feminizadas", apunta Castro.
Castro da cifras, que dan que pensar: "En las actividades de enfermería y ocupaciones relacionadas son un 85% mujeres; en actividades de farmacia el 70%, aproximadamente, son mujeres; las actividades de limpieza en empresas, centros sanitarios, hoteles y hogares las desarrollan en más de un 90% mujeres y el personal de supermercado, sobre todo las cajeras son mujeres, entre un 80% y un 85%".
Castro: "Las actividades de cuidados tradicionalmente no remuneradas y también las actividades profesionalizadas están fuertemente feminizadas"
Ciertamente, al revisar las cifras del Instituto Nacional de Estadística -de 2018, el último año con registro- se ve que en el Estado español hay 53.026 farmacéuticas colegiadas y un total de 21.017 farmacéuticos en idéntica situación. En Enfermería las cifras todavía son más distantes: 48.633 enfermeros y 259.129 enfermeras. Y entre los doctores ellas también son mayoría: 127.446 médicos frente a las 133.142 médicos.
Las mujeres en los supermercados
En el sector comercio también se percibe la diferencia. El Estudio Prospectivo del sector comercio al por menor en España (2018) elaborado por el SEPE muestra que las mujeres trabajadoras del comercio representan un 61,14% (cifras de la Seguridad Social) y dónde son mucho más representativas es en comercios de prendas de ropa, calzado y textiles, precisamente las que no son indispensables estos días y han tenido que cerrar.
Entre los doctores ellas también son mayoría: 127.446 médicos frente a las 133.142 médicos
Las tiendas de alimentación, abiertas por decreto, también muestran una relevancia femenina. Por ejemplo, la plantilla de Mercadona, compañía que está estos días trabaja sin descanso por el aumento de las compras –y que ha reforzado los equipos con personal en las tiendas y también en la seguridad de los establecimientos- tiene un porcentaje de mujeres del 62%. Mujeres y más mujeres.
En Consum, las mujeres son el 72%, según las cifras de la memoria 2018 y en el Grupo Bon Preu son mujeres un 74,17% del equipo humano. En Carrefour también lideran: representan el 68% de los trabajadores.
En este sentido, también Anna Mercadé, directora del Observatori Dona Empresa y Economía (ODEE) hace referencia a esta feminización de la primera línea de los cuidados. Mercadé recuerda el "doble trabajo" que harán las mujeres en este tiempo porque "las mujeres trabajadoras y que ahora teletrabajen, las autónomas (que cada vez son más), sobre todo las freelance que son las madres jóvenes que lo hacen desde casa, ahora tendrán un doble problema porque seguirán haciendo las tareas domésticas que hacían y sobre todo la organización de la casa, teniendo cuidado de los niños y niñas y, encima, tendrán que cubrir las horas de las guarderías y de las escuelas".
Mercadé avisa de esta situación estresante de "doble trabajo" y opina que "repercutirá en más estrés, y en la salud. Y las que también tienen gente mayor por cuidar, como padres, madres, enfermos y abuelos, también tendrán doble carga", concluye.
Castro apela a la "urgencia" de replantearnos la prioridad de las actividades y servicios que contribuyen a la sostenibilidad de la vida
¿Tendría que hacer pensar? La economista Carmen Castro considera que "la pandemia actual nos interpela a la necesidad de enfocarnos en cómo soportar este escenario tan difícil y en la urgencia de replantearnos la prioridad de las actividades y servicios que contribuyen a la sostenibilidad de la vida". Añade que "el confinamiento de esta crisis sanitaria será soportado en gran medida por la extensión de las dimensiones del cuidado, por las personas que se cuidan mutuamente y por la necesidad de recuperar un Sistema Público de Salud con cobertura suficiente".