La muerte tributa a la alza

Con anterioridad de la modificación del IVA los servicios funerarios pagaban un 8% frente al 21% actual, un cambio que critica el Grupo Mémora, emprendida líder del sector, que reclama que un servicio obligatorio por ley deje de ser visto como voluntario por el consumidor

Desde el ataúd, hasta las flores, todos los productos y servicios están grabados con el 21%
Desde el ataúd, hasta las flores, todos los productos y servicios están grabados con el 21%
Aida Corón
31 de Octubre de 2014
Act. 31 de Octubre de 2014
Una noche de hotel o una estancia en un tanatorio, qué de los dos servicios tendría que tributar un IVA más elevado? La ley dice que la primera actividad está grabada con el impuesto reducido –del 10%-, mientras que a la segunda se le tiene que aplicar el general -del 21%-. Y el mismo pasa con una intervención médica: paga más una persona viva que un difunto. Toda una incoherencia a ojos de los profesionales de los servicios funerarios, que critican y denuncian la medida la vigilia de Todos Sants.

Cuál es el argumento de este desequilibrio? "Las personas, cuando mueren, dejan de ser personas jurídicas y no son contempladas igual en cuanto a tributación", responde el vicepresidente del Grupo Mémora, Eduard Vidal. Por eso, España, sólo en sintonía con cuatro países más de la Unión Europea, graba con el máximo esta actividad.

Austria es uno de los países que mira con los mismos ojos los servicios funerarios. La diferencia, pero, rae en que su tipo impositivo es del 20%. Por delante sólo hay el estado español con su 21%.

Obligatorio por la ley, voluntario por el consumidor
"Cuando se hizo la modificación de l'impuesto sobre el valor añadido, se suprimió del reglamento un artículo que hacía referencia explícita a los servicios funerarios", explica Vidal, "antes eran un 'servicio público', ahora son 'de interés general'. Por lo tanto, a pesar de ser obligatorio por ley enterrar o incinerar un difunto, la contratación de todo el proceso que sedesprende está considerada como voluntaria.

"Lo iguala a una compra de lujo o de placer, cuando es un servicio básico y esencial", critica el vicepresidente, quien recuerda que no dejan de ser emprendidas ligadas al sector sanitario, por el que no pueden recibir un tratamiento desigual.

No discriminar otros sectores
El mundo de la cultura se ha movilizado, y con más eco, por el que la única respuesta del Gobierno central ante la demanda de las funerarias apela a la no discriminación. "Si ahora os modificamos a vosotros el tipo, otros sectores también se quejarán". Con estas palabras sintetiza Vidal la contestación del Ejecutivo.

Ahora hay un indicio de esperanza con la reforma que se prevé en la imposición del IRPF. Dónde, asegura el vicepresidente del Grupo Mémora, intentarán "presionar porque lo cambie se extienda hasta el IVA". En este sentido, recuerda que el día de Todos Sants es la fecha para la movilización y pide apoyo a la ciudadanía.

Seguros de decesos, el otro punto en discordia
España también destaca para ser el único al ofrecer este tipo de seguros. Más habituales años atrás, a pesar de que Vidal asegura que hoy hay todavía 22 millones de españoles quetienen una contratada.

Remarca que tienen una prima del 6%, a la cual se le tiene que sumar después el 21% del IVA. Y, a pesar de estar pagando durando "a lo largo de 30 y 40 años", subraya, "cuando llegue la prestación del servicio todavía habrá que volver a pagar el impuesto del valor añadido".

IVA reducido o sistema francés?
Francia destaca para tener un modelo mixto: IVA general –del 19,6%- por las flores y otros servicios complementarios; e IVA reducido – del 5,5%-por las funerarias. Es una opción viable, reconoce Vidal, quien añade que "no todo el servicio es igual". Desde su punto de vista, sería aceptable aplicar la tributación reducida por aquello "necesario y obligatorio", el que engloba la recogida del cuerpo, el transporte, la preparación, el velatorio y el entierro. "El resto, como las coronas o diamantes, que son de decisión personal y no consumo obligatorio, tendría que ser un IVA general", puntualiza.

Afectados por la crisis o por el aumento del impuesto?
Vidal niega a medias que todo este contexto los haya afectado, puesto que se trata de un sector "con una demanda estable y predecible". Los favorece precisamente el hecho de ser un procedimiento obligatorio, por el que es un gasto que hay que asumir.

Cuantifica entre 500 y 700 euros el incremento que los clientes han sufrido en el precio. Un aumento que "han notado las personas que han tenido que contratarnos hace tres años y que ahora nos preguntan por qué esta subida". "Intentamos hacer entender que no somos nosotros, los precios no suben para subir, sino que es debido a l'IVA", se excusa.

Las flores o el desplazamiento serían algunos de los productos y servicios extras más castigados. El que cuesta un entierro o incineración bordea, de mínimo, los 1.000 euros, pero por los más detallistas la factura  puede ascender hasta los 11.000 euros. Ante estos números, ejemplifica Vidal, "es normal que la gente saque alguna flor o entierre el familiar más cerca".

Innovación: la esencia de Mémora
A pesar de que saben que los servicios extra son los menos demandados, el Grupo Mémora sigue sacando año tras año productos diferentes. De hecho, la innovación se entiende como uno de los pilares básicos de la compañía y el cual Vidal enaltece: "Ahora ofrecemos la oportunidad de enviar parte de las cenizas a la estratosfera, unos 150-200 gramos. Y también ofrecemos una difusión en streaming del velatorio". Los describe como productos por "memorialitzar", y afirma que la compañía es consciente de que puede no consolidarse. Pero no dudan al seguir probando y tirando "dos o tres novedades" cada año.