Este jueves 8 de marzo pasará a la historia. Es la primera vez que los aproximadamente 8,6 millones de mujeres trabajadoras del Estado español están convocadas a una huelga para reivindicar sus derechos bajo el lema Si las mujeres paramos, se para el mundo. Bien, los 8,6 millones que figuraban como ocupadas según el INE a finales del 2017 y los miles de mujeres que no tienen un contrato de trabajo en toda regla o que han aparcado su vida profesional para cubrir las tareas del hogar y cura de familiares que hasta ahora se los ha atribuido por el simple hecho de ser mujeres. Las empleadas contratadas representan un 45% de la población ocupada en España, pero son muchas más si sumamos el resto. Qué pasaría con la economía si ellas se paran? La actriz Penélope Cruz, la reina Letizia o la alcaldesa Ada Coláis son algunas de las caras visibles que han apoyado a la parada de miles de mujeres en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
El 24 de octubre de 1975 el 90% de las mujeres islandesas se negaron a trabajar, cocinar, tener cura de la familia y hacer ningún trabajo que supusiera esto, trabajar. El país se paralizó, fueron los hombres quién tuvieron que salir adelante la economía y quedó patentiza la importancia de la fuerza de trabajo femenina. Más de 170 países querrían emular la efeméride, a pesar de que se sabe que es un hito prácticamente inalcanzable. "En España estamos muy lejos del caso de Islandia, no estamos en una sociedad preparada porque se pare todo al 100%. La representación política de mujeres no llega ni al 50%; los partidos todavía no han asumido esto como una prioridad; y cuando profundizas, voces que hay un sentimiento que la brecha salarial no existe", lamenta la secretaria de Mujeres, Diversidades y Políticas LGTBI de CCOO, Alba Garcia.
Quizás la jornada no tendrá la misma trascendencia, pero las paradas de tránsito en todo el territorio catalán, la disminció de la frecuencia de paso del transporte público - Renfe ha registrado un 25% menos de usuarios- y, en general, el eco obtenido a las redes y en las calles a partir de media mañana, deja claro que es un día excepcional.
Hacer patente el compromiso social
En Cataluña están convocadas a la movilización cerca de 700 empresas y 100 ayuntamientos. "Sabemos que será un movimiento importante, hace días que la gente calienta motores, pero no es como una huelga general", aclara Garcia. No es una parada laboral, es una movilización "política", han dicho tanto el gobierno como varias entidades. El resultado al final del día no se podrá medir como se hace con la mayoría de vagos porque son muchas las organizaciones que se han sumado únicamente a un cese de la actividad durante dos horas a la franja por la mañana o bien son los hombres quienes están asumiendo el trabajo y los servicios mínimos, en un tipo de huelga a la japonesa que varias miembros del gobierno español habían propuesto.
Las mujeres trabajan una media de 13 horas al día, de las cuales 5,3 no tienen remuneración
Al contexto hay que sumar también que se trata de una paralización a escala de consumo y curas. "Cómo lo tenemos que controlar?", se cuestiona la secretaria de CCOO, "es muy difícil porque hablamos de un terreno doméstico que nadie calcula". Según un estudio de Deusto, las mujeres trabajan una media de 13 horas al día, de las cuales 5,3 no tienen remuneración, pero aportan un 42% de los gastos familiar a pesar de cobrar menos. Y es que si se cuantificara el trabajo de cura y doméstico que hacen las mujeres, el PIB catalán aumentaría un 24%.
Por todo ello, Garciahace una lectura en clave social: "Tenemos que hablar en términos políticos y sociales. Hemos tocado la economía, esto es evidente. Si alguien dice que no, no estará diciendo la verdad". Y recuerda que en el Estado español nunca se había hecho una parada como la de este 8 de marzo, por el que lo lee como "un indicador más para ver que las mujeres ya han ganado".
Un trabajo que concilie
Según el informe elaborado por la consultora Kruk, el sector servicios es lo más feminizado. El 69% de la plantilla de enseñanza está constituido por mujeres, mientras que al comercio y la sanidad suponen el 65% y el 59%. En la construcción y el transporte, en cambio, el 87% y el 81% son hombres, respectivamente.
Este es uno de los motivos por los cuales el secretario general del Agrupamiento de Tenderos y Comerciantes de Cataluña, Emiliano Maroto, augura que el seguimiento de este 8 de marzo al final del día habrá sido importante. "Cómo pasa en todas las vagas, en las grandes ciudades hay una movilización destacada. A los municipios pequeños no tanto porque la gente se conoce y es diferente, pero por los comentarios que se han ido sintiendo los últimos días, mucha gente seha sumado", comenta. Aun así, no cree que la incidencia en términos de consumo sea destacada, pero no niega que cerrarán la caja con menos ingresos que en un día normal.
Maroto asegura que los comerciantes de su asociación cuentan con unas categorías y retribuciones justas en la mayoría de los casos. Detalla que el perfil de tendero que regenta una tienda responde al de mujer que ha visto aquí la manera de conciliar, y al de dependienta, al de trabajadora del mismo municipio que aprovecha la flexibilidad horaria y estar cerca de casa también para tener cura de la familia. De aquí que reconozca que es un ámbito feminizado, donde acaba afirmando que en muchos establecimientos con hombres son ellos quienes "tienen una serie de responsabilidades más de ventas y una retribución variable ligada a estas que los puede hacer tener una remuneración más elevada". Un golpe más, el motivo rae en que no son ellos quien tienen una doble jornada en casa.
Quien también sabe qué significa ser mujer y tener encima el mantra de la familia son las trabajadoras de la industria. En el polígono del Prado del Llobregat este jueves estaba convocada una concentración de empresas de todo el municipio, donde ha participado plantillas de compañías como Damm o Pronovias. Han sido tanto hombres como mujeres, todos para reivindicar mejoras en un sector como el industrial donde ellas sufren directamente discriminaciones por razón de sexo, agravadas en momentos clave como la maternidad.
Navarro critica que la brecha salarial en la industria se "camufla a través de los plus"
A partir de las 11.30 horas de la mañana se ha hecho una caminata de manera conjunta entre los equipos de las diversas organizaciones. Una marcha de más de 300 personas desde la zona hasta el aeropuerto del Prado para criticar la desigualdad que "imposibilita la carrera de una mujer en edad fértil o que se queda embarazada, quien pierde todo el acceso a una carrera profesional", apunta la responsable de Mujer y políticas de Igualdad de CCOO de Industria de Cataluña, Yolanda Navarro.
A @ccoonissan de Zona franca y Montcada también #EnsPlantem contra la brecha salarial, contra los salarios de miseria y contra las violencias machistas.
— CCOO Industria Cat (@FICCOOCat) 26 de febrero de 2018
El #8M hacemos huelga, Y TÚ? pic.twitter.com/maxfbm56ei
Más allá, Navarro ha recordado que la discriminación también se encuentra en los convenios, "donde todo se camufla a través de los plus". Por eso han defendido que la movilización tenía que incluir hombres y mujeres, y así ha sido; un episodio que también se ha repetido en otros polígonos con papel clave a la economía catalana como la Zona franca de Barcelona. Allá, ha tenido especial repercusión la parada y concentraciones por parte de los trabajadores del sector automovilístico.
Educar en la diversidad y la igualdad
La Marta Minguella es profesora de secundaria y de bachillerato y miembro de CGT Enseñanza. Ella también se ha plantado en este Día de la Mujer Trabajadora, como otras muchas compañeras, y han contado con el apoyo de los docentes hombres para ser ellos quienes cubran los servicios mínimos.
Al sector educativo critican la pérdida de derechos de las embarazadas y madres, a quienes según Minguella "se ha castigado con el sueldo". "La ley de conciliación decía que a partir del 2012 uno de los progenitores se podría reducir la jornada y cobrar el 100%, cuerpo que no se ha hecho, y también nos han penalizado en compactaciones y lactancia", explica. Unas medidas que se han tomado con la excusa de la crisis y que han tenido consecuencias directas sobre las trabajadoras, "quienes realmente se cogen los permisos y reducciones".
Minguella: "Dónde son las mujeres a los libros? No hay referentes, no nos empoderen"
Además, ven esta movilización como el momento de pedir mejoras a escala curricular: "Dónde son las mujeres a los libros? No hay referentes, no nos empoderen". Y apela en las escuelas concertadas, donde la reciente denuncia al Viaró de Sant Cugat del Vallès –centro para niños- por la discriminación en la contratación de mujeres ha puesto sobre la mesa el debate de la segregación por género. "Es injusto para las profesoras, pero también para los alumnos. Es discriminatorio que en una aula nohaya toda la diversidad que puedes encontrar a la sociedad", argumenta Minguella, que recuerda que todo problema laboral tiene una raíz social.
Ser mujer, pero también profesional
El sector del taxi vive una realidad bastante diferente de las anteriores a pesar de que sólo un 6% de los vehículos de Barcelona están conducidos por mujeres. Este es un caso excepcional, porque es un ámbito donde dicen que no hay brecha. Ellas cobran el mismo que sus compañeros, trabajan las horas que quieren – que pueden ser más o menos que ellos- y podrían decir que se encuentran en un sector donde no hay discriminación. Pero sólo podrían porque en su caso viven un problema de respeto. "La actitud del cliente cambia cuando ven que eres una mujer", explica a VÍA Emprendida Begoña López. "Pasa tanto con hombres como con mujeres de edad más avance", continúa, "quizás la gente mayor lo dice como con sorpresa, pero no deja de ser una muestra de como la mujer todavía no está considerada igual en todos los sectores".
Ella puede trabajar hasta 14 horas y este jueves no hará ninguna parada, todo el contrario que su compañera Marta Romero, que afirma que intenta no superar las 8 horas diarias de trabajo –trabaja de mañanas y por la noche coge el taxi su marido- y que hoy no trabaja porque es su día libre. "Pero si tuviera que circular, pararía porque tengo mi derecho", apunta.
Romero: "Esto no sería así si tomáramos conciencia que los hijos y los trabajos de casa también son cosa de los hombres y que las mujeres tenemos derecho a trabajar como ellos"
Precisamente este un punto clave. Las parejas donde se comparte la licencia optan para repartirse en dos jornadas. Ellas cogen las horas diurnas para continuar teniendo cura del hogar y la familia y para evitar los peligros de la noche, mientras que ellos cubren la franja nocturna. "Esto no sería así si tomáramos conciencia que los hijos y los trabajos de casa también son cosa de los hombres y que las mujeres tenemos derecho a trabajar como ellos", señala Romero, y puntualiza que cuando ha hecho turnos por la noche ha tenido que combatir comentarios despectivos de los hombres que no las han respetado como taxistas profesionales por el hecho de ser mujeres.
11 años de una ley no aplicada
El 22 de marzo del 2007 se aprobó en el Congreso de los diputados la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. El objetivo era eliminar la rendija de sueldo, condiciones laboral y, en general, situación que viven los dos géneros en la sociedad, obligando a las empresas de más de 250 trabajadores a aprobar un plan de igualdad, entre otras medidas. De estohace ya 11 años y los resultados, como ya se denunció el 2017 en la celebración de los 10 años, dejan mucho que desear: más del 90% de las empresas incumplen la legislación.
Para Garcia de CCOO el problema no rae en la forma de la ley, sino en "una falta de conciencia que se tiene que aplicar". "Se ve como una cosa de más además, no como una cuestión de igualdad entre hombres y mujeres. En 11 años se ha demostrado que tenemos, quizás, unas leyes aceptables, pero que no se hacen cumplir, no hay sanciones", critica.
La crisis ha sido otro de los frenos del progreso. "Ha sido la excusa para hacer reformas laborales que han afectado la mujer", remarca la secretaria de uno de los sindicatos mayoritarios, y añade que son medidas que han acabado ensanchando la brecha entre los dos géneros, afectando más el colectivo femenino que no sus compañeros.
Todo ello ha traído a una brecha salarial que se sitúa en torno el 24%, una parcialidad femenina del 20% ante el 7% masculino y una doble jornada para las mujeres trabajadoras, porque son ellas quienes, en su mayoría, se ocupan de las tareas domésticas.