Desmentir mitos no es fácil, pero a menudo vale la pena. Mariana Mazzucatoes un muy buen ejemplo. Más allá de la eterna dicotomía entre sector público y privado, el economista define el Estado como la organización más emprendedora del mercado y que a la vez asume más inversiones de riesgo. Quién lo diría. El vicepresidente del Gobierno y consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat, Pere Aragonés, ha aprovechado un Comer Cámara organizado por la Cámara de comercio de Barcelona para hacerse suya la teoría económica: "En Cataluña sería la República emprendedora".
Todo empieza con una visión: "La libertad republicana sólo se puede conseguir si hay una igualdad de oportunidades desde políticas marcadas por la fraternidad". Liberté, egalité te fraternité, que dice la Revolución Francesa.
En este sentido, el Estado pasa de las palabras a los hechos consumados financiando Internet, GPS o Siri popularizados a posteriori por el iPhone de Apple, pero también la nanotecnología, la biotecnología o la tecnología verde. Así pues, parece que el mito se rompe y no todo el mérito es del sector privado.
Sin veneno en los presupuestos
Ante un auditorio lleno a rebosar, Aragonés ha rizado el rizo y ha presentado un tridente de propuestas que se incluirán dentro de los nuevos presupuestos de la Generalitat: financiación de la educación de 0 a 3 años, apuesta por la Formación Profesional (FP), especialmente dual, y favorecer la cultura de riesgo. "Hace falta un Estado emprendedor que facilite que las empresas asumen riesgo", ha insistido.
Aragonés: "Hace falta un Estado emprendedor que facilite que las empresas asumen riesgo"
La prosperidad económica, la cohesión social, derechos y oportunidades para todo el mundo, la innovación educativa, los salarios productivos, la formación continua, la gobernabilidad con herramientas de Estado, la apertura al mundo o la transferencia tecnológica también forman parte de la filosofía emprendedora de viaje.
Entre la tradición y la disrupción, los consejos tanto para políticos como empresarios no se han hecho esperar mucho: "La autocomplacencia es un veneno para cualquier gobierno", "si la libertad no va acompañada de responsabilidad no es libertad" y "los empresarios de este país tenemos que hacer un ejercicio de autoestima".
Invertir en Zweig
A guisa de ejemplo, el consejero de Economía y Hacienda ha anunciado que se impulsará la conversión de l'Instituto Catalán de Finanzas (ICF) en "una banca pública de inversiones estratégicas" asociadas también al Pla Juncker y al Banco Europeo de Inversiones (BEI). A parecer suyo, "somos un país pequeño pero queremos pensar en grande, hace falta que seamos país y Estado emprendedor".
La cúpula empresarial catalana no se ha querido perder la teoría republicana emprendedora. Desde las mesas presidenciales se lo miraban atentamente: la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa; el director general de Feria de Barcelona, Constantí Serrallonga; el delegado del Consorcio de la Zona franca, Pere Navarro; el presidente de la Fundación del Liceo, Salvador Alemany; el presidente de Pimec, Josep González; el presidente de Cecot, Antoni Abad; el secretario general de la UGT, Camil Ros; el secretario general de CCOO, Javier Pacheco, el CEO de Barcelona Tech City, Miquel Martí; la directora del Observatorio Mujer Emprendida y Economía, Anna Mercadé, o la CEO de SocialCar, Mar Alarcón, entre otros.
Aragonés: "Los empresarios de este país tenemos que hacer un ejercicio de autoestima"
El presidente de la Cámara de comercio de Barcelona, Miquel Valls, ya ha dado su visto bueno incluso antes de empezar la ponencia: "Estamos seguros que la gestión del vicepresidente Aragonés será un éxito". Y para acabar de proyectar la República emprendedora desde la Llotja de Mar, que mejor que una cita del escritor (exiliado) Stefan Zweig: "La medida más segura de cualquier fuerza es la resistencia que acaba ganando".
Quién sabe como podría afectar el efecto colibrí (en colores) del economista Xavier Sala-y-Martin a la República emprendedora de Cataluña: "La innovación de una nueva idea en un sector acaba teniendo un impacto que nadie podía predecir en otro sector".