Existe la Barbie científica. Puerta en las manos un matraz de Erlenmeyer, el recipiente de vidrio clásico de uso en un laboratorio. Viste bata blanca y sus ojos de starlette se esconden detrás de unas ojeras protectoras. También trae falda, eh. A pesar de apostar para poner en valor las tecnologías STEAM (Science, Technology, Engineering, Artes and Mathematics), al fin y al cabo, la Barbie sólo es una muñeca. Y hoy en día, el que está de moda son los juguetes tecnológicos. Según las investigaciones de AIJU, el Instituto Tecnológico especializado en investigación en la seguridad de los juguetes, el 52% de las familias escogen juguetes con tecnología. Y la mitad de ellos, un 26%, tienen tecnología avanzada: programación, robótica, realidad virtual o, incluso, el uso de drones..
"Hay una realidad: ya no se puede hablar de juguetes clásicos y tecnológicos, sino que estamos en un nivel más avanzado. Los padres incluso entienden que unas muñecas interactivas son normales porque la misma evolución de la tecnología del entorno hace que el en torno a la realidad social vaya incluyendo esta tecnología gradualmente", explica Maria Costa, directora del departamento de I+D, Estudios y Proyectos de AIJU, centro con sede en Ibi (Alicante), delegación en Valencia y oficinas comerciales en Andalucía y Hong Kong con más de 500 asociados.
Se está perdiendo el juguete tradicional?, pregunta VÍA Emprendida a esta experta del Comité internacional de Tendencias de la Feria Internacional del Juguete de Nuremberg y participante en el Trend Forum de Kind+Jugend de Colonia. "No, porque traemos 3.000 años jugando. Yahabía pelotas en las tumbas romanas y griegas, pero el que va cambiando son algunos de los productos a los cuales se los da valor añadido, y esto ocurre cuando la tecnología tiene un precio asequible", argumenta.
Costa: "Yahabía pelotas en las tumbas romanas y griegas, pero el que va cambiando son algunos de los productos a los cuales se los da valor añadido"
A las empresas los interesa conocer el mercado. Cómo apunta Costa, el productor necesita "vender y encajar en el mercado y cada vez están más abiertos a conocer las tendencias sociales". Sobre todo ahora que parece recuperar mercado después de la crisis. El sector está recuperándose y desde 2016 el sector muestra síntomas de recuperación del consumo con un crecimiento del 6,1% del mercado. Del total, 167 empresas jogueteres están en el País Valenciano, principalmente pymes localizadas a la conocida como Valle del Juguete, que es la zona formada por los municipios alicantinos de Ibi, Onil, Castalla y Biar.
A pesar de que la industria valenciana ha ido perdiendo representatividad en los últimos años en el conjunto del Estado, continúa siendo líder en número de compañías jogueteres, representando el 42,6% del total, según la Asociación española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), con una facturación que representa el 37,2% del conjunto del Estado. Así mismo, según los datos de afiliados a la Seguridad Social del tercer trimestre de 2018, el sector da trabajo a 1.687 empleados, aproximadamente el 44% del total del sector en España, un 2,5% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Por el que respeta a las ventas en el mercado internacional, la valenciana se mantiene como la tercera autonomía que más exporta, consiguiendo un valor de venta de 130,4 millones de euros en el periodo enero-septiembre de 2018 (el 12,6% del total de España), por detrás de Cataluña y la Comunitat de Madrid. Los principales mercados son Portugal (19,7%), Francia (15,4%), Alemania (11,1%), Italia (10,7%) y Grecia (7,1%).
Tendencias actuales
Una de las herramientas para predecir estas tendencias es la herramienta CUSTOM TRENDS&KIDS, que después de dos años de desarrollo, ha ayudado las compañías en la aplicación de tendencias con el desarrollo de herramientas y materiales porque estas puedan implementar el conocimiento de las tendencias del sector jogueter de forma autónoma.
Entre estas herramientas se encuentran talleres ad hoc, recursos visuales y una guía de buenas prácticas que está instalada dentro de una herramienta TIC que sirve a las compañías porque analizan las nuevas tendencias. Entre estos elementos de análisis se pueden observar fichas de innovación, mapas conceptuales, moodboards o radares de tendencias.
Las conclusiones del equipo de Costa forman parte del análisis que cada año hace AIJU con los inputs que los dan 600 familias de todo el territorio del Sido participantes en sus proyectos y que se plasma en la edición de la anual Guía AIJU. "Por un lado hay una tendencia STEAM al hecho que podamos ayudarlos a desarrollar habilidades científicas y trasladarlas tanto a niñas como niños, y después hay otras tres claras", explica la experta.
La primera,Just for fun: "Son juguetes que sólo sirven para divertirse por el placer de jugar, porque disfrutar del juego es muy necesario. Aquí también hay una gran tendencia a los coleccionables, a hacer colecciones", expone Costa. La segunda tendencia es la de los juegos de tipos Exploro nature, juegos y juguetes que tienen que ver con estar fuera de casa, interactuar con la naturaleza, alejados del entorno sedentario. "Los padres buscan juguetes que los permiten estar y disfrutar al exterior", añade. Por último, un clásico: los juegos de mesa o cooperativos, aquellos que fomentan el Team Spirit.
Con todo, Costa aclara que las tendencias se dan en todas las edades "porque de uno a tres años es difícil generar equipo pero en todas las franjas nos encontramos productos de todas las temáticas. En algunas edades es más leve, predominan las mesas de actividades, de aprendizaje de formas con colores y entre los cuatro y los seis años hay juguetes más complejos", explica.
Juguetes inclusivos
La inclusión en los juguetes también es un aspecto que valoran desde AIJU, puesto que Costa asegura que "la trabajamos también con una herramienta para analizar la usabilitat de los juguetes porque también queremos que los juguetes sean más usables para incluir en el máximo de niños".
Aun así, la inclusión es uno de los aspectos que destaca este año también la campaña comenzada por la Agencia Catalana de Consumo, que valora los aspectos educativos de los juguetes y busca evitar los contenidos violentos y las distinciones sexistas. De hecho, ha comenzado una colaboración con el Instituto Catalán de las Mujeres para difundir la campaña Rompemos estereotipos con el objetivo de impulsar la superación de los estereotipos de género que se transmiten a los niños a través del tiempo de juego; promover la educación en los valores y comportamientos de la igualdad de género para facilitar que los niños desarrollan todo su potencial en cualquier ámbito de la vida, respetan las diferencias y no aprendan a discriminar por razón de género.
Es el que promueven firmas como Miniland, que este martes han visitado la vicepresidenta valenciana Mònica Oltra y el consejero de Economía Sostenible, Rafa Climent. Oltra ha destacado que la firma es "un ejemplo a seguir" por la apuesta que ha realizado sobre todo por el "juguete educativo y que forma en valores no sexistas" y, especialmente por la conexión entre "el juguete real y las aplicaciones informáticas virtuales, adaptándose así a las nuevos gustos de los consumidores".
Otro ejemplo es el de la también valenciana Toy Planet, que un año más ha destacado para editar un catálogo de juguetes inclusivos en que la Barbie no está sólo en manso de mujeres. Toy Planet, cadena de jogueteries detallistas nacida el 1988 y con el 9% de la cuota de mercado, cuenta con más de 200 tiendas al Estado y ofrece venta online a escala internacional. En su catálogo vemos a niños que juegan ambunes espadas con sus amigas o que se peinan el cabello con material de peluquería igual que las niñas. Porque la igualdad empieza de bien menuts... con una Barbie o un robot en la mano.