No paran de venir turistas. Mes detrás mas las estadísticas muestran nuevos récords de visitantes extranjeros que llegan a casa nuestra. La llegada de turistas sufrió una fuerte frenada en 2009, cuando esta cifra tocó tierra con 52,1 millones de visitantes, de los cuales 12,7 vinieron a Cataluña. Pero desde entonces esta cifra no ha hecho nada más que escalar y romper récords hasta el año pasado, cuando nos visitaron 75,3 millones de turistas, un 44,3% más que hace ocho años.
En este tiempo se han ganado 23 millones de visitantes extranjeros. Pero estos visitantes no están repartidos de manera equilibrada en todo el territorio. Cataluña, País Valenciano, Islas Baleares, Islas Canarias, Andalucía y Madrid concentran durando todo el año más del 90% del total de turistas que visitan España, según datos del INE. Cómo indican los registros de Movimientos turísticos en fronteras, los Països Catalans han recibido desde el año 2000 más del 50% del total de turistas internacionales que han visitado el Estado español. Una cifra que se ha ido ampliando año tras año hasta casi los 30 millones de turistas. Además, los cinco meses de temporada alta acaparan el 50% de las entradas de turistas de solo y playa. De hecho el 80% de los turistas son de la Unión Europea y el 85% venden por ocio entre julio y agosto.
Está claro que los destinos de costa son las preferidas por los turistas, que desde el inicio de la crisis han optado por un destino que los resulta económica. España ha incorporado año tras año de media 3,3 millones de turistas desde el 2009. Cataluña ha sumado 7,8 millones de turistas cada año desde la misma fecha. En cambio, el incremento de turistas a los destinos más visitados del mundo no ha sido tan fuerte.
Francia es el destino más visitado del mundo con 83 millones de turistas el año pasado, seguida de los Estados Unidos, con 80 millones de visitantes. El bronce es para España y la sigue Italia, con 55,2 millones y la China cierra el top 5 con 57 millones de turistas este año 2016.
Italia, Estados Unidos y China han ingresado también turistas en los últimos tres años. La península transalpina sumó 4,4 millones de visitantes respecto del año anterior, los EE.UU. 2,1 y la China sólo atrajo 0,2 millones más. Francia ha sufrido los efectos de los atentados en París y en este último ejercicio perdió 3,6 millones de turistas. Estos destinos, desde el 2014, se han apuntado crecimientos del 5%, el 4,5% y el 0,7% respectivamente en el número de visitantes, mientras el Estado español ha registrado incrementos anuales de el7% el 2014, el 5% el 2015 y hasta el 10,5% este año pasado.
Más calidad y más cantidad?
Con estas cifras y perspectivas, se puede considerar que el número de turistas al Estado español tiene techo? Es sostenible recibir 3,3 millones más de turistas cada año? El director del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, opina que, en cuanto al número de turistas "seguro que no hemos tocado techo" y cree que "sí que es sostenible recibir más visitantes, del que se trata es de la calidad del turismo que recibimos".
El profesor e investigador del CETT de la Universitat de Barcelona, Ramon Serrat, tampoco cree que se haya tocado techo en cuanto al número de turistas. "Parece que todo y el descalabro de este verano las reservas no bajan, España y Cataluña son consideradas zonas seguras con unos visitantes tradicionales que se han sentido acogidos con una relación calidad precio bastante buena", explica el experto.
El año pasado los turistas internacionales se dejaron en el Estado español 77.625 millones de euros. Sólo el 8,8% de los turistas genera el 16,4% de los ingresos. Como hacer que este porcentaje crezca? Captar turistas de fuera de la Unión Europea, que tienen un poder adquisitivo más alto y buscan una oferta más allá del solo y playa, es la estrategia básica a seguir. Según los datos del Idescat, los turistas del resto del mundo son los que más se gastan por persona, sobre todo chinos, japoneses y coreanos.
Promoción?
Cómo quedarnos con el turista que se gasta 1.000 euros y no 100? "Hay que tener claro el turista que se quiere e irlo a buscar con promoción, más allá del solo y playa, que este ya viene sin reclamarlo", afirma Casals. Según dice el directivo, "el sector hotelero preferimos la calidad a la cantidad y sacrificamos ocupación para buscar un turista que está dispuesto a pagar más".
Serrat, de su banda, no es partidario "de quedarnos con el turista que más gasta, de élite, no es bueno depreciar el resto, la diversificación de turistas que venden a hostales o en hoteles de cinco estrellas es buena, pero tenemos que mejorar la gestión de los destinos". El profesor cree que "si somos un destino atractivo no tiene sentido que no nos aprovechamos de esto y tenemos que ofrecer suficiente valor añadido cómo porque el visitante esté dispuesto a pagar el que vale y, hasta ahora, esto no se ha trabajado bastante" y esto repercute "no sólo en un mal servicio, sino en sueldos bajos y una estructura basada en el bajo precio y no la buena calidad".
El profesor cree que "hay que promocionar la diversidad y por suerte podemos ofrecer, sin renunciar al solo y playa, se tiene que promocionar otras alternativas: culturales, naturales, complementarias, etc.".
Turismofòbia
Después de un verano caliente con incidentes y protestas contra el turismo masivo, el tema de la turismofòbia se ha puesto sobre la mesa. El profesor de la UB indica que "la concentración provoca insatisfacción no solamente al residente" y que son "son reacciones lógicas en momentos de superación del umbral de tolerancia o de confort por parte de los residentes y es un fenómeno que se tiene que analizar, porque está vinculado con el turismo en zonas muy puntuales, pero también es causa del efecto de la globalización".
Por Casals el problema ha venido "con la oferta de los pisos turísticos ilegales, que no van a buscar el turista que los interesa, no tienen una estrategia, sino que recogen el que pueden".
Con este incremento de turistas también se ha disparado el número de viviendas turísticas, hasta el punto que ya hay más plazas en viviendas ofrecidas en las plataformas como AirBnb u Homeaway que plazas hoteleras, según Exceltur. Esta oferta informal se ha incrementado desde el 2012 un 1.633,3%, a un ritmo anual del 104,4%, pasando de 21.000 además de 362.000 el año pasado.
En cuatro años los pisos turísticos barceloneses han pasado a tener 120.000 plazas en pocos años, cuando los hoteles en Barcelona tienen 70.000 plazas. "Es muy complicado absorber este crecimiento" y a la Administración le ha faltado "visión de futuro a la hora de ordenar el turismo", apunta Casals, y por lo tanto "regularlo y gestionarlo".
Los hoteles, dentro del fuego cruzado entre el inicio de la gestión del crecimiento del turismo, la aparición de los apartamentos turísticos y la turismofòbia se sienten en medio de un fuego cruzado, porque "nosotros ya advertimos hace tiempo que esta regulación de los pisos turísticos no era adecuada" y se sienten ignorados. Y en este momento también encuentra que la Administración catalana se equivoca con el intento de regulación de la economía colaborativa y la creación de la figura del "hogar compartido", una nueva modalidad de oferta turística no profesional que consiste a compartir la vivienda habitual durante periodos cortos pero sin un límite concreto de días. "Se vuelven a equivocar", avisa.
Para Casals, la opción y propuesta más viable y sensata es la regulación que Nueva York ha hecho de los pisos turísticos y Aribnb: prohibición de cualquier tipo de alquiler menor a 30 días; o la ciudad de Santa Mònica, en California, que también ha prohibido los pisos turísticos de AirBnb. Unas regulaciones "claras, a diferencia de la propuesta de la consejería, que todavía es vaga", explica. Casals es partidario de esperar "las directrices que prepara Europa antes de regular nada" para garantizar una "calidad mínima en el turismo".
Mejorar el turismo?
Según el Gremio, hace falta un plano director turístico para planificar cuáles son sus prioridades y erradicar ilegalidades (guías turísticos, hoteles, apartamentos o agencias de viajes ilegales) "igual que se lucha contra las drogas", sobre todo "teniendo en cuenta la importancia de esta industria".
"Un golpe ordenado esto se puede gestionar el flujo de turistas y descentralizar", apunta el directivo, mientras que el profesor de la escuela de turismo cree que hace falta "una gestión transparente y participativa del turismo para calmar los ánimos, como intenta hacer el Plan Estratégico de Turismo 2020 del Ayuntamiento de Barcelona".
El Gremio entiende que la oferta ilegal afecta los vecinos y compran que el consistorio esté preocupado. A pesar de que el Ayuntamiento ha cogido el buey por los cuernos no con los pisos turísticos, porque no tiene competencias para prohibirlos, pero sí precisamente con los hoteles. No obstante, Casals apunta que no encuentra que el plan de reordenación del crecimiento hotelero en Barcelona promovido por el consistorio sea "doliendo", es más, celebra que se empiece a tener conciencia y que se gestione este fenómeno.
Finalmente, y para elevar la calidad del visitante que viene a casa nuestra, Casals apunta al aeropuerto como palanca de motor de mejora. Teniendo en cuenta que el gasto mediano diario de los turistas de destinos de largo radio es significativamente más alta, Casals cree que atraer este tipo de visitante es básico para mejorar la calidad del turismo a casa nuestra. "Y para hacer esto es clave tener el control sobre el Aeropuerto del Prat".
"Es imprescindible mejorar las rutas aéreas del Prat porque estamos muy lejos de los grandes aeropuertos, mejorar el perfil de las aerolíneas y facilitar la entrada de estos turistas", dice Casals. Una opinión que el experto en turismo también comparte: "El modelo de gestión actual no es eficiente, tendría que ser descentralizada, atraer líneas de largo radio es interesante", pero, avisa, "de todos modos esto no soluciona el problema de la gestión del turismo a casa nuestra".