Nos empezamos a acercar a la primavera y con ella la varicela. Desde que la vacuna se encuentra en el calendario vacunal estamos viendo menos casos.
Qué es la VARICELA?
La varicela es una enfermedad infecciosa causada por un virus de la familia de los herpes llamado Virus Varicela-Zoster (VVZ).
Es una enfermedad clásica de la infancia, en la mayoría de los casos se da en personas menores de 14 años. Suele ser benigna, aunque bastante molesta, y en algunos casos puede ocasionar complicaciones graves o incluso causar la muerte, sobre todo en adultos e inmune deprimidos.
Cursa con una erupción muy característica que puede ser más o menos importante. Inicialmente aparecen manchas-granitos que denominamos máculo-pápulas de diferentes medidas. Después estos granitos se convierten en vesículas (granitos con líquido claro que posteriormente se convierte en más blanquinosos) con un halo eritematoso (rojo), y al romper aparecen costras. Es típico que haya 2-3 oleadas de estas lesiones, de forma que a la vez se pueden ver granitos, vesículas y costras, lo que se conoce como "el cielo estrellado". Los granitos suelen aparecer primero en la cara, cuero cabelludo y tronco y después se extienden por todo el cuerpo. Pueden afectar las mucosas, siendo muy frecuente que aparezcan lesiones a la cavidad oral o a la mucosa genital. Suelen producir mucho picor. También es frecuente que la varicela vaya acompañada de fiebre, malestar y molestias faríngeas desde un par de días antes de aparecer la erupción.
Pasa durando todo el año, pero sobre todo en invierno y primavera y es MUY CONTAGIOSA. Se contagia tanto por contacto con las lesiones cutáneas cómo por las gotitas de saliva que se expulsan al toser, estornudar o incluso hablar ... Los enfermos son contagiosos desde 2 días antes de aparecer las lesiones y hasta que todas las lesiones están en fase crostosa. Desde que una persona entra en contacto con un enfermo de varicela, hasta que se manifiesta la enfermedad pueden pasar de 10 a 20 días.
Las complicaciones más frecuentes son las derivadas de la sobreinfección bacteriana de las lesiones cutáneas, más o menos profundas y extensas, favorecidas por el rascado. Otras complicaciones son la neumonía, otitis y más raramente infecciones del sistema nervioso central.
Este virus también causa erupción por herpes zóster, denominado coloquialmente "culebrilla", que aparece por la reactivación del virus latente, afectando nervios periféricos y en la piel. Aparecen ampollas dolorosas agrupadas siguiendo las líneas que recorren los nervios afectados (dermatomes). Es decir, que para presentar un herpes zóster hay que haber sido infectado por el VVZ, aunque la varicela haya pasado inadvertida o de forma asíntomática, o simplemente no recordamos haberla pasado.
CÓMO SE DIAGNOSTICA?
El diagnóstico solo ser clínico, y pocas veces requiere de pruebas complementarias.
Una persona que no sabe si ha pasado o no la varicela puede realizarse una analítica para hacer un estudio serológico.
TRATAMIENTO:
El tratamiento de la varicela es básicamente para aliviar síntomas y prevenir la sobreinfección de las lesiones. Para la fiebre se recomienda usar paracetamol evitando otros antitérmicos. Por el picor se pueden usar lociones antipruriginosas (calamina) o antihistamínicos orales, que además favorecen el sueño. Es importante mantener las uñas cortas y limpias dentro de lo posible, porque si el niño se rasca, haya menos peligro que se infecten las lesiones. Se pueden aplicar toques de solución iodada (Betadine) en las vesículas grandes cuando se rompen. Se recomiendan duchas diarias usando jabón suave o de avena y secar con pequeños toques de toalla, sin rozar. Es importante evitar la exposición solar hasta que hayan desaparecido las lesiones para evitar marcas. Posteriormente habrá que poner protección solar como en todos los niños. Las lesiones orales y el malestar general pueden hacer que no tenga mucha hambre o que tenga molestias al comer, por lo cual no se tiene que forzar, ofrecer alimentos que le apetezcan y sobre todo ofrecer líquidos para asegurar una correcta hidratación.
En los casos en qué es más probable que se presente una complicación (adultos, niños mayores de 13 años o immunodeprimits) se usa el aciclovir, que se tiene que administrar cuanto antes mejor, idealmente en las primeras 24 horas.
Es importante evitar el contacto de los enfermos con personas que no hayan pasado la enfermedad, sobre todo embarazadas, adultos e inmune deprimidos, hasta que todas las lesiones estén en fase crostosa.
PREVENCIÓN:
Evitar el contacto con enfermos de varicela no siempre es fácil, puesto que cómo hemos dicho, el enfermo es contagioso incluso antes de saber que está enfermo.
La manera más eficaz de evitar el contagio es con la vacunación. Las vacunas de la varicela han demostrado ser eficaces y seguras. Actualmente, la vacuna está incluida en el calendario sistemático de vacunaciones para todos los niños, puesto que ha demostrado disminuir en grande mide los casos de varicela, sobre todo los que requieren hospitalización y las muertes. En Cataluña se administra a los 15m y a los 3 años (o a los 12 años si algún niño no trae las dos dosis cuando llega a esta edad).
Con la primera dosis de la vacuna, la mayoría de los niños quedan muy inmunizados, un pequeño número pueden pasar la enfermedad de forma muy leve, casi difícil de diagnosticar con certeza.
En algunos casos concretos de alto riesgo en que se haya producido contacto con enfermos, se puede administrar una inmunoglobulina específica (anticuerpo contra la varicela), por ejemplo en embarazadas que no hayan pasado la enfermedad o inmune deprimidos.
Después de haber pasado la enfermedad se genera una inmunidad permanente, por lo cual es mucho muy extraño que una persona sufra la varicela dos veces a su vida. Después de la curación el virus se puede quedar acantonado en los ganglios nerviosos y en ocasiones puede reactivarse provocando un herpes zòster cómo ya hemos comentado.