Las 3 incógnitas de Cataluña

La economía catalana parece no verse afectada por la política, a pesar de que esta baila entre la decisión del Tribunal Constitucional y la investidura del próximo presidente catalán

La portavoz de JxCat, Elsa Artadi, sale de los despachos de la formación al Parlamento | B. Vilaró (ACN)
La portavoz de JxCat, Elsa Artadi, sale de los despachos de la formación al Parlamento | B. Vilaró (ACN)
Ivan Aguilar
Barcelona
09 de Febrero de 2018
Act. 15 de Marzo de 2018

La economía catalana ha crecido el 3,4% durante el año 2017 frente al 3,1% de la economía española, según ha publicado esta semana Idescat. A pesar de que la metodología utilizada por el Instituto Catalán de Estadística es un poco diferente que la empleada por la INE, la noticia es que la situación política tan complicada que vive el país tiene un impacto económico ínfimo y que, además, está centrado en la caída del gasto turístico a partir del tercer trimestre del año, justo después del atentado que sufrió Barcelona el pasado 17 de agosto.

La situación política atraviesa un periodo de impàs a la espera que el Tribunal Constitucional resuelva el recurso presentado por el Gobierno español contra la investidura de Carles Puigdemont. El Tribunal decidió hace dos semanas imponer medidas cautelares que, a la práctica, prohíben la investidura del candidato pero, en breves el Tribunal tiene que dictaminar aceptando o rechazando el recurso interpuesto por el Gobierno español. En caso de aceptar, la sesión de investidura quedaría automáticamente suspensa y, sobre el papel, el presidente del Parlamento, Roger Torrent, tendría que proponer otro candidato.

 

La decisión del Constitucional

Los tres partidos del bloque independentista - JxC, ERC y CUP- tendrán que tomar una decisión la próxima semana cuando el TC se haya pronunciado. Dentro del bloque independentista existe división sobre la estrategia óptima. Tan Juntos por Cataluña como la CUP argumentan que hay que seguir estrechando y empezar a desplegar la República, mientras que ERC es partidaria de centrarse en el levantamiento del artículo 155 y la liberación de los presos políticos. El cierto es que Carles Puigdemont puede ser investido o no, pero no tiene ninguna opción de ser presidente esencialmente porque Moncloa no lo quiere ver ni en pintura.

Lo fallo del TC es relevante, en cuanto que si rechaza el recurso sin imponer medidas concretas, permitirá que Puigdemont sea investido pero Moncloa todavía tendrá margen para vetar la toma de posesión así que buscar un presidente con poder ejecutivo es relevante. El motivo no es otro que el sistema sanitario y educativo son marcadamente diferenciados del español. No investir presidente implica, por ejemplo, permitir que Moncloa imponga un sistema educativo muy basado en la memorización de contenidos - como es lo más habitual en España- y no en las competencias, como es actualmente el sistema educativo catalán.

La presidencia de la Generalitat 

Este miércoles JxC ha anunciado quehabría acuerdo pronto. Mi apuesta es Elsa Artadi, dado que repetir elecciones es entregar demasiado poder a Moncloa con Marta Rovira como vicepresidenta. Sin duda sería buena noticia que dos mujeres dirigieran el país pero la duda es qué papel queda reservado por Puigdemont. Mi sensación es que los tres partidos han acordado, puesto que hay que dejar constancia explícita en el diario del Parlamento que Puigdemont ha sido el presidente votado por los catalanes y a quién España no ha dejado gobernar haciendo uso de la fuerza.

 

La noticia es que la situación política tan complicada que vive el país tiene un impacto económico ínfimo 

 

La intervención financiera de Cataluña

La última incógnita que hay que aclarar es que pasará con la intervención financiera de la Generalitat. Moncloa la integró dentro de la aplicación del 155, puesto que la utilización de la Ley de Estabilidad Presupuestaria fue sencillamente un fraude de ley. Viendo la rápida degeneración de las instituciones españolas no sería sorpresiva que esta continuara si finalmente el artículo 155 desaparece con la formación de un Gobierno estable, cosa que, por cierto, tampoco tiene buenas perspectivas de suceder a estas alturas si hacemos caso a las declaraciones de los dirigentes del Partido Popular.

El cierto es que a Moncloa están descubriendo despacio que el Gobierno español cometió un error de cálculo mayúscula al dar por vencido al independentismo. Día detrás día se confirma que el partido es abierto si bien es cierto hoy en día los independentistas están en posición débil pero esto, créanme, puede cambiar en cosa de horas: la memoria del 1 de Octubre es muy viva por todas partes.