El maridaje entre la ciencia, la técnica y las artes es mucho menos conflictivo de lo que parece, y a menudo mucho más disruptivo de lo que se puede imaginar. El festival Sónar+D, en su regreso a la presencialidad en Barcelona, presenta durante esta semana algunas de las propuestas más rompedoras del panorama artístico, científico y tecnológico de la ciudad, del país y del ecosistema internacional, y cómo las disciplinas interactúan, conversan y se hibridan alrededor de propuestas creativas en todas las artes y formatos. La unión entre ciencia, técnica y humanidades es esencial para la visión que ofrece el festival – como apunta el presidente de la FundaciónBancSabadell, MiquelMolins, "no hay verdadera ciencia ni verdadera técnica sin el pensamiento y la contribución de las humanidades".
Alrededor de esta premisa ha girado la cuarta edición del certamen ConectARTE, que forma parte de la programación del Sónar+D por segunda vez. El acontecimiento, organizado de la mano de la Fundación Banc Sabadell y el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, ha servido para visualizar la necesidad de la conjunción entre técnica y humanidades a la hora de pensar la producción artística, especialmente en ámbitos digitales, y también el desarrollo científico. "La bifurcación entre la ciencia y las artes es dañina", plantea el director del Círculo de Bellas Artes de Madrid Valerio Rocco. El dirigente de la entidad cultural y profesor de Filosofía a la UAM reivindica visiones plurales y transdisciplinares que puedan aplicarse a varios ámbitos, en defensa del "pluralismo científico necesario para abordar problemas complejos".
Molins: "No hay verdadera ciencia ni verdadera técnica sin el pensamiento y la contribución de las humanidades"
En la misma línea, la directora general de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnologia (FECYT), ImmaAguilar ha lamentado que "hemos troceado la realidad hasta el punto que varios expertos pueden dar soluciones contradictorias a un mismo problema". Ambos ponentes, en este sentido, han defendido una visión humanista de conceptos que a estas alturas se ligan con demasiada facilidad a las ciencias puras y la tecnología. "Hay muchas formas de innovar ligadas a la cultura, y el carácter humano está en todas las ciencias", apunta Rocco. Por su parte, y en un sentido similar, Aguilar ha reivindicado "la transversalidad, el pluralismo científico y la generosidad del arte y las humanidades", en un festival que ha defendido especialmente la idoneidad del trabajo colaborativo como forma de entender los procesos artísticos y científicos, y, en términos generales, la creación y distribución del conocimiento.
La presencia misma – y el éxito – de acontecimientos cómo ConectARTE, y el Sónar+D en general, demuestran, según los ponentes del acto, la necesidad y la predisposición a encontrar estos espacios comunes. Rocco, de hecho, destaca el papel de instituciones culturales como el CCCB en la distribución y popularización del conocimiento científico – en un sentido ancho – a menudo desde su conexión con la cultura. "Lugares como el Centre de Cultura Contemporània hacen más por el conocimiento de las últimas tendencias científicas de todo el mundo que muchos departamentos universitarios", afirma el director del Círculo, que reivindica el rol de las instituciones y entidades del ámbito como "mediadores". "Las humanidades y las ciencias sociales – añade Aguilar – son imprescindibles a la hora de tomar una decisión política", por el carácter interpretativo y hermenéutico de las disciplinas mismas, a menudo más próximas a realidades complejas que visiones más unívocas.
El valor de las artes, pues, es el de añadir este talante plural y colectivo a la técnica y las ciencias puras, el "carácter humano" del que habla Rocco. En la hibridación, apuntan los dos conferenciantes, se encuentra la respuesta a la complejidad del mundo – un mundo que, si se mira solo desde un prisma, "queda empobrecido", apunta Aguilar. Tal como señala el director del Círculo de Bellas Artes, sin embargo, esta relación no es de iguales. "Hay una asimetría entre ciencias puras y humanidades", lamenta Rocco, que ve cómo se han valorado más las formas de conocimiento de las STEM que las del entorno humanístico. Incluso a la hora de establecer esta hibridación, concluye el ponente, se ve una predisposición diferente desde los dos lados del pasillo. "Hay un gran interés entre las artes para ver las ciencias desde las humanidades – cosa que no pasa tanto a la inversa".
El alma de la máquina
En conjunción con esta exposición, ConectARTE ha ofrecido a las entidades y asistentes al acontecimiento algunos de los ejemplos más punteros de esta colaboración con las artes y la ciencia y técnica – desde las humanidades. El acontecimiento ha recogido ponencias de dos reconocidas creadoras en el ámbito de la creación digital y el tecnoarte, con propuestas que dan cuenta de la multiplicidad de visiones y aplicaciones mediante las cuales ciencias y artes pueden conversar, debatir y transformarse mutuamente. La artista digital y Premi Nacional de Cultura 2021 MónicaRikic, residente en Londres por una estancia artística, lo hace desde la particular concepción del juego. "Siempre he tenido una idea lúdica e instrumental del arte", apunta, y reivindica la participación del público como parte esencial de la obra.
Rikic: "Siempre he tenido una idea lúdica e instrumental del arte"
La creadora, con obras alrededor del juego experimental que la han llevado a explorar cuestiones como la identidad maquinaria, defiende la materialidad del juguete por su capacidad de romper las barreras que a menudo se pueden levantar entre algunas obras y su potencial receptor. "Hay una accesibilidad percibida en una pieza cuando se presenta ante el público general cómo un juego en vez de cómo una obra de arte". Las posibilidades técnicas de esta perspectiva están todavía en un estadio incipiente en el Estado español. Como apunta Rikic, sus primeras exposiciones, a principios de la pasada década, fueron todas fuera de las fronteras españolas. "El tecnoarte ha despertado más la atención recientemente que en el pasado", reconoce.
Su investigación más reciente, como expone, pone en contacto de manera muy explícita cuestiones "existenciales" con propuestas de arte tecnológico. En el que denomina una exploración de las "identidades post-singulares alternativas", Rikic ha desarrollado y expuesto varias propuestas que exploran e ironizan sobre el futuro de la Inteligencia Artificial y su hipotética conciencia. Desde la imposibilidad creativa de la máquina como fuente de sufrimiento por sí misma hasta La máquina que juega sola, expuesta en el CaixaForum, Rikic se ha hecho varias preguntas que ponen en diálogo cuestiones plenamente humanas con el desarrollo tecnológico y la singularidad. "La IA no quiere destruir al ser humano – añade – quiere pasar de él".
Puntos de luz
El artista visual e inventora AnnaDíaz, parte de HamillIndustries, el estudio creativo basado en Barcelona que comparte con el también artista PabloBarquín, ha expuesto en el Mirador del CCCB la conjunción entre tecnología y artes visuales – y entre el mundo digital y analógico – que guía su creación. Hamill, más conocidos por su colaboración con el productor de electrónica británico Floating Points, es un ejemplo especialmente rompedor de las posibilidades que adquieren las artes cuando se hibriden con un desarrollo tecnológico dedicado. Desde el uso de una adaptación de la tecnología de impresión en 3D para "pintar con luz" – proyectar figures animales para un videoclip, precisamente, de Floating Points – hasta el uso del láser sobre una pantalla que captura la luz para crear efectos lumínicos digitales en directo, Díaz expone la potencia del tecnoarte hecho realidad en los proyectos de Hamill.
Díaz: "La tecnología es una herramienta que ayuda a explorar, igual que un pincel o el barro para esculpir"
La fusión entre técnica y arte y la cooperación entre las figuras del mundo físico y los entornos digitales se plasman en el nuevo proyecto del estudio. La coloración de burbujas y la relación de las vibraciones musicales con una reflexión cromática sobre agua han ido seguidas de un proyecto que explora la relación entre el mundo animal y floral y su perspectiva artística. La artista no ve complicaciones ni contradicciones en esta integración entre el hecho natural, artístico y tecnológico. "La tecnología no es una barrera, es una herramienta que ayuda a explorar, que ayuda a experimentar igual que un pincel o el barro para esculpir".
La capacidad experimental del arte en relación con la tecnología, como coinciden las dos artistas, necesita unas condiciones para florecer – culturales, laborales y materiales. El trabajo colectivo y las posibilidades de cooperar con instituciones fuera del ámbito artístico han sido muy relevantes, apunta Díaz, para los desarrollos técnicos que han llevado a Hamill a aplicar sus ideas. "La colaboración entre varios ámbitos – afirma – es el futuro del trabajo, en el entorno artístico pero también en el profesional". Esta colaboración institucional, sin embargo, tiene que seguir los términos del creador, y no criterios técnicos o de beneficio, según defiende Rikic. "Los artistas trabajamos de forma visceral y personal, y hay a quien esto le parece banal". "No se puede asumir que trabajamos por amor al arte", afirma, reivindicando el valor del arte digital y tecnológico. Rikic, apunta, se toma el premio Nacional de Cultura como un "reconocimiento a todo el mundo que trabaja el arte digital". "Hemos venido a quedarnos y tenemos mucho que decir", concluye.